El Taugr¨¦s muere de triples
El Olimpia, primer equipo esloveno que logra un triunfo continental
El Taugr¨¦s se qued¨® en el anfiteatro de la gloria viendo transitar al Olimpia por las alturas. Al conjunto vitoriano le sobr¨® coraz¨®n y le falt¨® cabeza para superar a un rival que exhibi¨® todas las virtudes del baloncesto balc¨¢nico y acribill¨® a los disc¨ªpulos de Manel Comas en un recital de triples a cargo de Horvat y Hauptman. El partido adopt¨® con prontitud el aspecto de un western, con un equipo ¨¢gil y r¨¢pido manejando la cartuchera.Al Taugr¨¦s se le cay¨® el pabell¨®n encima a las primeras de cambio. Toda la estrategia dispuesta para asfixiar el juego exterior de Hauptman se resolvi¨® ineficaz por la estruendosa aparici¨®n de Horvat, que desquici¨® a Santi Abad con un recital de triples desde todas las posiciones y todas las distancias.
OLIMPIA 91
TAUGR?S 81Olimpia: Hauptman (27), Horvat (36), Djurisic (2), Nosov, Daneu (2) -quinteto inicial-, Gorenc (10), Kraljevic (6) y Tusek (8). Taugr¨¦s: Lasa (3), Perasovic (22), Santi Abad (8), Bannister (32), Rivas (3) -quinteto inicial-, I?aqui G¨®mez (12), Cazorla (1) y Talaver¨®n. ?rbitros: Nikos Pitsilkas (Grecia) y Gennaro Colucci (Italia). Pabell¨®n Mallei Sports Center. Asistieron al paratido unos 3.000 seguidores vitorianos, que aplaudieron a su equipo al t¨¦rmino del encuentro, a pesar de la derrota. En el palco de autoridades estuvieron presentes el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch; el lehendakari del Bobierno vasco, Jos¨¦ Antonio Ardanza, y varios miembros de su Gabinete y el secretario de Estado para el Deporte, Rafael Cort¨¦s Elvira.
El fuego psicol¨®gico del Olimpia hizo mella en el Taugr¨¦s, que pronto vio reducidos a la pericia de Bannister bajo el tablero y el descaro del j¨®ven G¨®mez en sus apariciones. Rivas flot¨® en el pabell¨®n como alma en pena, mientras Abad sucumbi¨® a la impotencia defensiva, y Perasovic al perfecto conocimimento de sus opciones por parte del rival.
Sin embargo, el Taugr¨¦s obtuvo una amnist¨ªa a su exceso de emotividad, al filo del descanso, mediante una rigurosa t¨¦cnica a Djurisic, que le mand¨® al banquillo, y meti¨® de nuevo en el partido a los vitorianos, que lograron acercarse a una distancia de dos puntos.
La cercan¨ªa conden¨® al Taugr¨¦s, que tras la reanudaci¨®n dilapid¨® su escaso cr¨¦dito en acciones infantiles, p¨¦rdidas de bal¨®n, abulia en el rebote y personalismo en las soluciones. El Olimpia observ¨® las carencias del Taugr¨¦s y acrecent¨® su tiro exterior con la confianza manifiesta de que siempre dispondr¨ªa de segundas opciones. La soluci¨®n fue mortal.
El resto del partido fue un ejercicio de honradez profesional del Taugr¨¦s, de pasi¨®n baloncestista y de homenaje a una afici¨®n rendida.
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