"El cine espa?ol es el m¨¢s desprotegido de Europa"
La guerra que la ley de la ministra de Cultura, Carmen Alborch, ha provocado en el sector cinematogr¨¢fico le espera en el estrenado despacho.Pregunta. ?Qu¨¦ le pasa al cine espa?ol?
Respuesta. Le pasa algo bastante parecido a lo que le ocurre al cine europeo. Europa funciona con de 17 mercados locales sin una estrategia com¨²n cuando tiene que competir cada vez en mayor medida con una industria nipo-americana, extraordinanamente organizada.
P. Desde hace a?os se oyen las mismas quejas sobre los problemas del cine. ?Es que no tiene soluci¨®n?
R. Es un sector muy complejo. El problema fundamental es el de la distribuci¨®n. Mientras Espa?a no tenga estructuras de distribuci¨®n nacionales propias y, a ser posible transnacionales, ser¨¢ muy dificil resolver los problemas. Se podr¨¢n hacer pel¨ªculas m¨¢s adecuadas a la demanda, fomentar la creaci¨®n de empresas e industria, pero sin distribuci¨®n dificilmente se puede resolver el problema de fondo.
P. ?De qui¨¦n es la culpa de que en 1992 cada pel¨ªcula espa?ola consiguiera una media de 20.903 espectadores por 63.128 de cada cinta norteamericana?
R. Competir con la industria norteamericana ya de por s¨ª es muy dificil. Hay probablemente un conjunto de responsabilidades. Por una parte, hay que revisar la propia pol¨ªtica de ayudas para mejorar la relaci¨®n entre la oferta y la demanda del publico y, por otra, intentar diversificar la producci¨®n.
P. S¨®lo el 9% de los espectadores en nuestro pa¨ªs va a ver cine espa?ol ?No ser¨¢ que les ofrecen algo que no les gusta?
R. Yo no echo la culpa a nadie. Evidentemente hay un desajuste entre la oferta y la demanda, a pesar de que en cualquier producci¨®n cinematogr¨¢fica o audiovisual, incluida la norteamericana, hay un alt¨ªsimo porcentaje de obras que no llegan a estrenarse u otras que se estrenan y que son fracasos.
P. ?La soluci¨®n pasa por la subvenci¨®n?
R. M¨¢s que de subvenciones, prefiero hablar de medidas de fomento. Cuando el cine norteamericano sufri¨® una crisis en los a?os 70 infinitamente menos grave que la que atraviesa hoy el cine europeo y el espa?ol en particular, tuvo medidas de incentivos fiscales muy importantes. Ya quisi¨¦ramos tener en Europa la protecci¨®n de la Administraci¨®n americana hacia su cine.
P. Desde la llegada de los socialistas al poder, las ayudas al cine espa?ol han crecido desde los 1.250 millones en 1982 a los 4. 100 de 1992 y, en ese mismo periodo, la producci¨®n ha sufrido un descenso de 146 pel¨ªculas a 52. ?Estas cifras no son una muestra de que las subvenciones no son la soluci¨®n?
R. Discrepo de esa apreciaci¨®n. Primero, en pesetas contantes ha bajado. Segundo, las ayudas p¨²blicas al cine espa?ol dentro de Europa son las m¨¢s bajas. No hay ning¨²n caso en el que con el volumen global de ayudas p¨²blicas al cine se produzcan como en Espa?a 50 pel¨ªculas y tengan una cuota de mercado del 10%. Los pa¨ªses con los que nos pod¨ªamos comparar, como Francia, Italia y Alemania, tienen aproximadamente ayudas diez veces superior a nosotros. Me parece perfecto que la opini¨®n p¨²blica tenga derecho a saber en qu¨¦ y c¨®mo se usa su dinero. La transparencia y el rigor en la gesti¨®n de los fondos p¨²blicos es uno de nuestros objetivos m¨¢s claros. En cuanto a la producci¨®n, cuando se habla de las 146 pel¨ªculas de 1982, hay que decir que el 60% eran del llamado cine de destape. ?Eso es cine? No lo s¨¦.
P. Garc¨ªa Berlanga dice que la salvaci¨®n del cine vendr¨¢ cuando deje de ser considerado cultura y pase a ser considerado industria. ?Usted opina lo Mismo?
R. El cine es una industria cultural. Es verdad que en Europa se ha valorado demasiado poco los factores industriales y econ¨®micos del sector, pero hay determinadas demandas que no se pueden cubrir s¨®lo con el mercado y ah¨ª est¨¢ la funci¨®n del Estado.
P. ?Cree que hay falta de ideas y de buenos guiones?
R. No es un problema espec¨ªficamente espa?ol, incluso se habla que la propia industria norteamericana no est¨¢ en sus mejores momentos de esplendor en este sentido.
P. La ley que se debate en el Congreso ha contado s¨®lo con el apoyo de los productores y ha provocado la primera huelga de cines ?C¨®mo se van a conciliar todos los intereses.
R. El primer objetivo que tenemos es intentar desarrollar una estrategia que satisfaga a los tres sectores y, en una segunda fase, a los distribuidores de cine y las televisiones. Mi impresi¨®n es que en un plazo de un par de meses podamos tener una comisi¨®n intersectorial, en el que cada uno vea los problemas de los otros.
P. ?La soluci¨®n no vendr¨ªa por cambios en la ley?
R. La valoraci¨®n que hago de la ley es muy positiva. No es necesaria su reforma
P. ?La pol¨ªtica cinematogr¨¢fica espa?ola tiene que pasar necesariamente por una pol¨ªtica com¨²n europea?
R. ?sta es la cuesti¨®n clave. Es imposible abordar la pol¨ªtica nacional sin Europa.
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