Mujeres y tr¨¢nsfugas
La resaca del 33? Congreso Federal del PSOE ha dejado en la orilla algunos cad¨¢veres pol¨ªticos, de distinto calibre, que los taxidermistas de la opini¨®n se disponen a disecar mientras todos los dirigentes del partido se abrazan con una sonrisa. helada en los ojos d¨¢ndose parabienes. La lucha partidaria es tan leg¨ªtima como inevitable, y los pol¨ªticos que se encerraron durante tres d¨ªas en el Palacio de Exposiciones y Congresos buscaban lo mismo que los trabajadores de Suzuki-Santana que se manifestaban en la calle: una mejor posici¨®n en la vida, lo que no es incompatible con la defensa de unas ideas e incluso de unas normas que pueden hacer m¨¢s dif¨ªcil la permanencia en el cargo a algunos de los congresistas que las aprobaron. Frente a lo que sostienen los pesimistas, el altruismo no es incompatible con la pol¨ªtica.Prueba de ello es que el congreso ha fijado una regla obligatoria a favor de la presencia de mujeres en todos los escalones del partido y en las listas que presenten en cualquier tipo de elecciones, lo que obligar¨¢ a dejar el cargo a bastantes hombres.
La f¨®rmula del 25+5 -el 25% de mujeres, como m¨ªnimo, en cualquier lista electoral y ¨®rgano partidario, m¨¢s un prima del 5% en aquellos escalones que tengan ya m¨¢s de un 25% de mujeres- es bastante innovadora. Supondr¨ªa, por ejemplo, que en la Comunidad de Madrid, si la afiliaci¨®n femenina fuera del 33%, la cuota de mujeres en listas electorales y organismos partidarios ser¨ªa del 38%. A nivel nacional, la cuota ha quedado fijada en el 33%. Esta f¨®rmula es de aplicaci¨®n inmediata y tendr¨¢ su reflejo en las listas electorales al Parlamento Europeo y en las elecciones auton¨®micas andaluzas del pr¨®ximo mes de junio.
Es de esperar que, tanto en un caso como en otro, la previsible resistencia de muchos hombres a perder su puesto, y su empleo, no haga que la presencia porcentual de mujeres sea testimonial, y esperemos que la cuota femenina sea distribuida en las listas de tal forma que se mantenga la proporci¨®n entre las personas que sean elegidas. Si no, se burlar¨ªa una medida que, en su parte positiva, favorece la incorporaci¨®n a la pol¨ªtica de una parte de la sociedad tradicionalmente alejada de ella. Es obvio que, en su parte negativa, favorecer¨¢ algunos casos de ascenso pol¨ªtico en raz¨®n del sexo, aunque no se espera que la ambici¨®n pol¨ªtica lleve a alg¨²n hombre a pensar en operarse.
P¨¢rrafo aparte merece la decisi¨®n del congreso de oponerse al transfuguismo pol¨ªtico y el compromiso moral adquirido de no aceptar oportunidad alguna que se presente para acceder a cualquier poder por ese medio. La decisi¨®n, que pretende ventilar el ambiente pol¨ªtico e impedir los trapicheos de esca?os, refuerza, sin embargo, el poder de los partidos, protege sus marcas registradas y advierte a los cargos electos que una posible disidencia partidaria no puede desequilibrar los pactos que cierran las direcciones de los partidos. La ¨²nica pena es que la medida no pueda ser retroactiva.
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