T¨®cala otra vez, C¨¦sar

C¨¦sar Mart¨ªnez, que actualmente se recupera de una dolencia en la residencia Los Olmos, de Los Molinos, es un mito en la noche madrile?a. Maestro nacional, licenciado en biol¨®gicas, pianista y compositor, se dedic¨® a la m¨²sica desde muy joven. Septuagenario, los ¨²ltimos 30 a?os ha sido pianista y alma del Avi¨®n Club. Cuando era todav¨ªa un adolescente, ya tocaba en los caf¨¦s cantantes. Por entonces, una noche le atropell¨® un tranv¨ªa y perdi¨® una pierna.Es extremadamente herm¨¦tico, lac¨®nico. y poco aficionado a hablar de s¨ª mismo. Muy culto, de ¨¦l se cuentas an¨¦cdotas descabelladas. Se lleg¨® a publicar que hab¨ªa sido amante de la Mata-Hari, cosa que ¨¦l comenta con sorna: "Sospecho que he sido un amante muy precoz. Cuando ella fue fusilada yo no hab¨ªa nacido".

Le encantan las mujeres y los cigarrillos. Cuando una chica se acerca a pedirle una canci¨®n, a C¨¦sar se le iluminan los ojos y expresa con el piano todas las ternuras que sus labios callan. Sus estados e ¨¢nimo s¨®lo son perceptiles a trav¨¦s de lo que toca.

Hay noches en que el maestro est¨¢ triste, un solitario como ¨¦l. Y entonces interpreta una preciosa melod¨ªa que compuso hace a?os, La luna sobre el r¨ªo Neva.

Quienes le conocen y le quieren saben que tiene un fin¨ªsimo sentido del humor. Pero su vida y sus soledades son un misterio celosamente guardado.

T¨®cala otra vez, C¨¦sar, que esto se acaba y nos invade a melancol¨ªa.