14 procesiones recorren las calles madrile?as

Acompa?adas de pol¨¦mica y tradici¨®n, 14 procesiones recorrer¨¢n las calles de Madrid los pr¨®ximos d¨ªas. Estos actos, en clara recesi¨®n durante la d¨¦cada de los a?os sesenta, est¨¢n ahora en auge. En el ¨²ltimo quinquenio, el n¨²mero de cofrades se ha duplicado, pasando de menos de 5.000 participantes en 1989 a los casi 12.000 previstos para este a?o. La disminuci¨®n de la edad media de los cofrades es tambi¨¦n un hecho patente.

"Nunca han participado y se han interesado tantos j¨®venes como estos ¨²ltimos a?os", mantiene el coordinador general de la Hermandad de Cruzados de la Fe, Carlos Morena. Esta entidad organiza el Viernes Santo una de las procesiones m¨¢s tradicionales de Madrid, la del Silencio. Hace a?os lleg¨® a contar con 14 pasos, pertenecientes a otras tantas cofrad¨ªas, pero tras diversos avatares y dificultades econ¨®micas la mayor¨ªa dej¨® de participar. Sin embargo, nunca han faltado a su cita los cuatro pasos de la Hermandad de Cruzados de la Fe y de la Real Cofradr¨ªa del Divino Cautivo, con su imagen titular tallada por Mariano Benlliure."Cada vez viene m¨¢s gente. Nuestra media de edad ha disminuido vertiginosamente, estando actualmente en unos 40 a?os", dice Carlos Morena, coordinador general de la Hermandad de Cruzados de la Fe.

Esta hermandad se autofinancia s¨®lo con los donativos y cuotas de sus 600 cofrades. Este a?o, el d¨¦ficit ascender¨¢ a unos dos millones de pesetas, a pesar de que logra reunir a miles de personas en su procesi¨®n.

Pique de cofrad¨ªas

Por primera vez, para esta Semana Santa, una unidad de lanceros del Ayuntamiento de Madrid acompa?ar¨¢ a la procesi¨®n con timbales y clarines.El ingeniero jefe de coordinaci¨®n del Ayuntamiento, Santiago Estrada, reconoce que "organizar esto no es sencillo. Digamos que existe cierto pique entre lilas hermandades. Todas quieren ser la mejor". Las personas consultadas coinciden en que algunas procesiones ralentizan su paso para entorpecer a la que sigue.

La procesi¨®n del Cristo de Medinaceli, la primera que saldr¨¢ el Viernes Santo, es la que m¨¢s p¨²blico congrega. La devoci¨®n por el Cristo es tan grande que muchos fieles acuden desde distintos puntos de Espa?a. Sus or¨ªgenes se remontan al siglo XVII. La tradici¨®n recoge que durante la Reconquista los sarracenos apresaron una imagen de Cristo y la intentaron quemar. Los cristianos, conocedores de la situaci¨®n, propusieron un cambio: el cristo por su peso en oro.

Pese a la tradici¨®n, las diferencias con la Semana Santa sevillana son grandes. "Las de Madrid son m¨¢s recogidas. La mayor¨ªa de los pasos van sobre ruedas, excepto los de Medinaceli, la Macarena, el del Gran Poder y el Pobre, que son cargados por costaleros", dice Moreno.

Con la llegada del franquismo, las procesiones madrile?as vivieron sus momentos m¨¢s ¨¢lgidos. Seg¨²n el profesor Francisco Azor¨ªn, autor del libro Madrid devoto y romero, "en los a?os treinta, artistas importante s como Celia G¨¢mez o Mar¨ªa Guerrero cooperaron en las procesiones y romer¨ªas. Y se pon¨ªan mesas petitorias el Viernes Santo ante la iglesia de San Sebasti¨¢n, en Atocha".

Hoy, cinco procesiones se repartir¨¢n las calles de Madrid: la del Nazareno, la de la Macarena, la de Villaverde, la de los calasancios y el v¨ªa crucis de San Sebasti¨¢n. Ma?ana, otras ocho recorrer¨¢n la villa, destancando la del Cristo de Medinaceli, la del Santo Sepulcro, la de Dolores y la del Silencio. El s¨¢bado s¨®lo saldr¨¢n tres.

En los a?os cincuenta y sesenta existi¨® otra cofrad¨ªa econ¨®micamente pujante, la de los Toreros. En la procesi¨®n sal¨ªan los diestros con sus trajes de luces y los picadores iban sobre sus caballos. La hermandad acab¨® disolvi¨¦ndose.

Cada cofrad¨ªa tiene sus propios colores de sayo y capirote. En las madrile?as dominan los morados, blancos y negros, aunque no faltan rojos, como los cofrades del Divino Cautivo. Esta procesi¨®n fue fundada por combatientes del bando nacional que, durante la guerra civil, estuvieron presos en la calle del General D¨ªaz Porlier. Esta hermandad encuentra sus cofrades ahora entre los alumnos del Colegio Calasancio, que ocupa el mismo solar.