Los 90 a?os de Juan Gil-Albert
El autor alcoyano celebra su cumplea?os retirado en Valencia
Juan Gil-Albert, "un libertino muy singular", seg¨²n propia confesi¨®n, y destacado por el desaparecido Joan Fuster como el mejor poeta valenciano en lengua castellana, ha llegado este viernes a su 900 cumplea?os. El escritor alcoyano, tard¨ªamente reconocido como uno de los m¨¢s importantes valores de la literatura espa?ola del siglo, vive ahora totalmente retirado -en lo que parece ser otro de los exilios, quiz¨¢ definitivo, de su rica existencia- pr¨¢cticamente imposibilitado ya para gozar de los libros, verdadera pasi¨®n de su vida.
"No me tengo por hijo exclusivo de mis padres, sino de la cultura tan vieja como vivaz". Con esta declaraci¨®n Juan Gil-Albert lo ha dicho casi todo de s¨ª mismo. Nacido en 1906 en Alcoy en el seno de una familia acomodada, estaba probablemente destinado a otros menesteres ajenos a la literatura. Fue a Valencia a estudiar Filosof¨ªa y Letras y Derecho. Pero no acab¨®. El propio Gil-Albert lo explic¨® as¨ª hace unos a?os: "Cuando se me descubri¨® mi capacidad de escribir, lo que yo llamar¨ªa mi af¨¢n, todo lo dem¨¢s quebr¨®".En 1927 vio la luz su primer libro de prosa, La fascinaci¨®n de lo irreal. Era el arranque de una prol¨ªfica obra literaria que permite calificar a Gil-Albert como un escritor total. Entre la prosa y la poes¨ªa, la novela y el ensayo, en su obra "est¨¢ plasmada toda la angustia moderna", seg¨²n palabras del escritor alcoyano.
Su primer poemario, Misteriosa presencia, fue publicado en 1936, en v¨ªsperas de la Guerra Civil. Comprometido en la Alian?a per la Defensa de la Cultura, en plena guerra fund¨®, junto con Rafael Dieste, Ram¨®n Gay¨¢ y Mar¨ªa Zambrano, entre otros, la revista Hora de Espa?a y particip¨® en el Congreso de Intelectuales Antifascistas de 1937.
La contienda espa?ola marcar¨ªa a Juan Gil-Albert, que en 1939 emprendi¨®, como tantos otros espa?oles, el camino del exilio: Francia, Argentina y, finalmente, M¨¦xico, donde public¨® el poemario Las ilusiones, considerado globalmente como el m¨¢s importante de su obra. Pero la terreta tiraba y Gil-Albert decide dar por terminado el exilio y regresar a Espa?a. En 1947 se instala de nuevo en Valencia y se dedica exclusivamente a escribir, en una especie de exilio interior marcado por un constante trabajo que, sin embargo, tarda en ser reconocido. La publicaci¨®n, en 1972, de Fuentes de la constancia, una antolog¨ªa po¨¦tica, supone el punto de partida para el descubrimiento del autor alcoyano, que desde su regreso hab¨ªa alumbrado tres libros de poemas.
A partir de ah¨ª llega el reconocimiento y Juan Gil-Albert ve publicada su extensa obra dormida. S¨®lo durante el a?o 1974 son publicados La Meta-f¨ªsica (poes¨ªa), Los d¨ªas est¨¢n contados (prosa), Cr¨®nica general (prosa), Valent¨ªn (prosa) y vuelve a ver la luz Las ilusiones. Y con el reconcimiento llegan los premios, escasos, y distinciones, los homenajes p¨²blicos, los honoris causa, y los estudios y ensayos sobre su obra y su vida. En 1982 recibe el Premi de les Lletres Valencianes y un a?o m¨¢s tarde la. Instituci¨® Alfons el Magn¨¤nim inicia la publicaci¨®n de su obra completa.
Desde hace varios a?os Juan Gil-Albert permanece recluido en su casa. En una frase que el escritor pronuncia en el documental Juan Gil-Albert, la vida como legado, que inaugur¨® en 1991 una serie de la Filmoteca de la Generalitat Valenciana que pretend¨ªa conservar la memoria de personalidades del mundo cultural valenciano, dice: "He vivido los acontecimientos de mi ¨¦poca, y en primer plano, los de mi pa¨ªs, no desde un mirador sino sumergido en un remolino dram¨¢tico, s¨¦ que no he sido un activista, sino un viviente".
Babelia
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