Aguas de Caraba?a con sabor americano
Los romanos fueron los primeros que se purgaron con sus aguas medicinales. Luego llegaron siglos de olvido. A finales del siglo pasado, un farmac¨¦utico vasco apellidado Ch¨¢varri lleg¨® al pueblo. Redescubri¨® las propiedades medicinales de las olvidadas aguas salobres y decidi¨® embotellarlas. Fueron galardonadas en gran n¨²mero de concursos internacionales. Caraba?a vivi¨® sus mejores a?os. Cientos de personas trabajaban en la pujante industria del l¨ªquido. En los a?os veinte se levant¨®, incluso, un balneario, que nunca lleg¨® a funcionar. Un edificio abandonado de cuatro plantas y varias edificaciones adyacentes deterioradas recuerdan antiguos esplendores.
Tras la guerra civil, y con la aparici¨®n de nuevos f¨¢rmacos, las aguas de Caraba?a comenzaron su declive. Actualmente, en la planta embotelladora situada en la localidad s¨®lo trabajan cinco personas. Pero sus productos son requeridos todav¨ªa en mercados internacionales. Se pueden comprar agua y jabones de Caraba?a incluso en la Quinta Avenida de Nueva York.
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