La chica del mill¨®n
Rosa Zum¨¢rraga, ganadora de un concurso televisi¨®n, fue considerada 'mujer ideal del 68'
Hace 26 a?os, el 23 de abril de 1968, el diario ?ltima Hora publicaba lo siguiente: "Espa?a vive estos d¨ªas bajo un clima eminentemente femenino gracias a dos de sus m¨¢s calificadas j¨®venes, Rosa y Massiel, d¨²o que puede ser s¨ªmbolo de una especie de mujer espa?ola, herederas de las m¨¢s puras esencias de nuestras hembras".El nombre completo al que hac¨ªa referencia el rotativo y que aparece junto al de la cantante madrile?a, que ese a?o hab¨ªa conseguido ganar en Eurovisi¨®n, es el de Rosa Zum¨¢rraga Zunzunegui, una bilba¨ªna de 31 a?os, cuya familia se hab¨ªa instalado en Madrid en la d¨¦cada de los cuarenta. Un concurso de televisi¨®n titulado Un mill¨®n para el mejor, y presentado por Joaqu¨ªn Prat, hab¨ªa rescatado a Rosa del m¨¢s absoluto anonimato.
Durante los seis lunes en los que apareci¨® en la pantalla -desde el 18 de marzo hasta el 22 de abril-, Miss Aplomo, como la apodaron los periodistas por demostrar unos nervios de acero, obtuvo tal popularidad que a punto estuvo de eclipsar a la eurovisiva Massiel.
Su haza?a fue comparada incluso con la de Manolo Santana, quien dos a?os antes hab¨ªa logrado ganar en Wimbledon. "Brilla en ellos", escrib¨ªa un periodista, "la verdad de la lucha por la vida realizada limpiamente, a golpe de esfuerzo". Otro afirmaba que "el ¨¦xito de esta se?orita trae consigo la revisi¨®n de las muchachas espa?olas de la alta burgues¨ªa".
Para llevarse el mill¨®n, el concursante ten¨ªa que superar pruebas f¨ªsicas y teatrales y contestar a 60 preguntas de cultura general. Los fallos descontaban dinero en progresi¨®n geom¨¦trica, de manera que era muy f¨¢cil quedarse sin nada.
Rosa Zum¨¢rraga fue la primera persona que logr¨® llevarse el bot¨ªn y la primera mujer que se atrevi¨® a presentarse a este complicado concurso televisivo. Despu¨¦s de vencer en la primera eliminatoria a tres hombres, y con tan s¨®lo ocho fallos, gan¨® 850.000 pesetas. Los peri¨®dicos de entonces le atribuyen adem¨¢s haber sacado a flote un programa que se hund¨ªa por falta de inter¨¦s, y de haber salvado tambi¨¦n la carrera de Joaqu¨ªn Prat, que, seg¨²n los diarios, se habr¨ªa ido al fondo con el barco que pilotaba.
Cliente perpetuo
Desde su primera aparici¨®n en antena, Rosa Zum¨¢rraga se convirti¨® en el objetivo de la prensa nacional, que segu¨ªa con todo detalle el desarrollo del programa, no sin una cierta pol¨¦mica acerca de si el jurado que puntuaba las pruebas era demasiado ben¨¦volo con ella.
El d¨ªa 22 de abril, sexto y ¨²ltimo lunes de participaci¨®n de Miss Aplomo, que hab¨ªa ascendido ya a Miss Espasa, ¨¦sta hab¨ªa encandilado a millones de espectadores. No hab¨ªa una sola publicaci¨®n que no la hubiera entrevistado para dar a conocer a la opini¨®n p¨²blica "c¨®mo es, c¨®mo piensa, c¨®mo vive y con qui¨¦n sue?a la ganadora", que inmediatamente fue propuesta para el t¨ªtulo de Mujer ideal del 68.
En los estudios Miramar, de Hospitalet, donde se grababa el programa, se recibieron 750 cartas y 500 telegramas que inclu¨ªan desde peticiones de matrimonio, homenajes y adhesiones hasta infinidad de ofertas laborales. Uno de los mensajes m¨¢s llamativos ven¨ªa desde Osorno (Palencia), y dec¨ªa: "El bar El Negro de Osorno nombra cliente perpetuo a Mar¨ªa Rosa Zum¨¢rraga, sin pagar una lata siempre que haga consumiciones en este bar, que ya es suyo desde hoy".
Rosa Zum¨¢rraga, que el pr¨®ximo 22 de abril cumple 58 a?os y es due?a y cocinera del restaurante madrile?o La Cocina de Rosa (Santiago, 14, junto a la plaza Mayor), recuerda todav¨ªa con estupor la expectaci¨®n que se mont¨® en torno a ella. "Fui al programa porque era muy lanzada, ten¨ªa una cultura amplia y, sobre todo, porque me animaron mis amigos. Pero ni por asomo me imaginaba que se iba a armar tanto revuelo. Al final hasta lograron ponerme nerviosa. No pod¨ªa salir a la calle porque todo el mundo me paraba".
"En un viaje a Granada se me acerc¨® una mujer y me pidi¨® que tocara a su hijo para sanarle, ?como si yo fuera la Virgen de F¨¢tima!... En Bilbao se me echaban encima del coche y ten¨ªa que saludar como si fuera do?a Carmen Polo [la esposa de Franco]. Recib¨ªa tantas cartas que mi padre tuvo que contratar a una secretaria para que organizara la correspondencia".
Esta mujer, que mantuvo en vilo a Espa?a entera, asegura que ahora no se presentar¨ªa por nada del mundo a un concurso. "Los que se emiten en la actualidad", afirma, "son espantosos. Atentan contra la dignidad del concursante, al que obligan a hacer el rid¨ªculo. No exigen que sepan nada, s¨®lo que est¨¦n dispuestos a romperse la crisma con tal de ganar dinero. Es la televisi¨®n basura".
Ella, el ministro y el Seat 124
A pocos d¨ªas de que en Par¨ªs estallara la revoluci¨®n estudiant¨ªl del paradigm¨¢tico mayo del 68, los espa?oles asist¨ªan "a la rebeli¨®n de las mujeres solteras contra el patriarcado, incitadas por Rosa Zum¨¢rraga". Al menos as¨ª lo consideraba un columnista de entonces, que hab¨ªa deducido que la actuaci¨®n de esta mujer en el concurso Un mill¨®n para el mejor supon¨ªa "una reclamaci¨®n en toda regla para pedir p¨²blicamente la igualdad de derechos para todas las mujeres".A este an¨¢lisis contribu¨ªa gustosa Miss Aplomo haciendo declaraciones as¨ª: "La culpa de la discriminaci¨®n femenina la tienen los hombres, a los que les gustan las mujeres que aparentan un cierto grado de imbecilidad".
Las autoridades del ovimiento supieron aprovechar la propaganda que esta "rebeli¨®n femenina" les brindaba. La Gaceta del Norte del 23 de abril publicaba una foto donde se ve¨ªa a un sonriente Jos¨¦ Sol¨ªs Ruiz, secretario general del Movimiento, sentado al volante de un Seat 124 junto a Miss Aplomo.
Con motivo del Sal¨®n Internacional del Autom¨®vil, Rosa Zum¨¢rraga hab¨ªa sido elegida madrina del nuevo modelo Seat, cuando esta industria era "orgullo para Espa?a y todos los espa?oles", en palabras de su presidente, S¨¢nchez Cort¨¦s. Rosa recibi¨® como regalo uno de los nuevos coches, el que llevaba el chasis n¨²mero dos, un obsequio que le entreg¨® personalmente el ministro de Industria, Gregori L¨®pez Bravo.
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