Sabino, nuestro patr¨®n
Parad¨®jicamente, si en tierras no vascas la noticia del domingo vino dada por el discurso de Xabier Arzalluz, all¨ª se vio eclipsada por un acontecimiento de brillo muy superior: la resupreci¨®n del Athletic. Por un momento, sus incondicionales pudimos olvidar las tristezas de la ¨²ltima d¨¦cada, e incluso las repercusiones negativas que la apoteosis de Julen Guerrero puede tener de cara a su permanencia en el equipo. De¨ªa lo entendi¨® muy bien y otorg¨® en portada un espacio diez veces superior a la fotograf¨ªa de Guerrero celebrando un gol que a la de Arzalluz saludando a las ikurri?as en el Aberri Eguna. Pero no se despreciaba la ocasi¨®n para asociar ambos planos, y el regreso al pasado de los leones se convert¨ªa as¨ª en elemento de justificaci¨®n para una perspectiva pol¨ªtica optimista. "7 zarpazos 35 a?os despu¨¦s" se convert¨ªa en premisa de la esperada resurrecci¨®n nacionalista: "Aberri Eguna mirando al futuro". En la cr¨®nica del acto, ya en p¨¢ginas interiores, el enlace establecido era a¨²n m¨¢s ¨ªntimo: "Muchos de los asistentes m¨¢s veteranos -nos cuenta el diario vizca¨ªno- mientras celebraban los siete goles del Athletic, recordaban otros Aberri Eguna". Sin duda Arzalluz se pas¨® de rosca en su discurso pronunciado en el Pabell¨®n de la Feria de Muestras de Bilbao. Habl¨® como si el terrorismo fuera cosa del pasado, olvidando que pocos d¨ªas antes un etarra hab¨ªa muerto con la bomba en las manos, haciendo as¨ª posible que la sombra del asesinato del lunes cayera inmediatamente sobre sus palabras. Ni siquiera pudo mantenerse en la equidistancia, ya que su discurso pol¨¦mico sobre el Ej¨¦rcito en la Constituci¨®n, y el papel asignado a la persecuci¨®n de "rojos y separatistas" se inserta en una confrontaci¨®n con quienes "hablan mucho de ETA". Cualquier lector de tales declaraciones, sea de la ideolog¨ªa que sea, saca la consecuencia de que la violencia represiva del Estado prevalece sobre la ejercida por ETA. Arzalluz podr¨¢ jurar y pejurar que su partido no recurrir¨¢ nunca a la violencia. Pero su razonamiento legitima sin reservas la opci¨®n alternativa.El resultado es una situaci¨®n de estricta esquizofrenia pol¨ªtica, en el sentido de una disociaci¨®n radical entre las ideas formadas en tomo a una realidad y la pr¨¢ctica que se desarrolla en la misma. Con raz¨®n apela Arzalluz a Sabino Arana para conseguir que encajen sus propuestas con el enfoque de la naci¨®n como realidad natural, de base biol¨®gica (el pueblo vasco, definido en sus rasgos con anterioridad a la industrializaci¨®n) y cat¨®lica (en el sentido de asumir el ideario abertzale; en otro caso, aunque sean vascos, quedan excluidos, "no son nadie"). Con Sabino en la mano y en el coraz¨®n, Arzalluz puede proclamar tranquilamente que esa "realidad natural", respaldo de la pretensi¨®n totalizadora del PNV, tiene a su vez por base "la existencia de un pueblo unido por su historia [basta comparar la de Vizcaya con la de la Baja Navarra francesa, pongamos por caso], por su lengua [que hist¨®ricamente ha sido minoritaria durante el ¨²ltimo siglo] y por su forma de ser [?], que se extiende por Alaba, Bizkaia, Gipuzkoa, Nafarroa, Laspurdi y Zuberoa". Claro que una vez demostrada tan evidente unidad hist¨®rica, pol¨ªtica y cultural, Arzalluz exijze que la naci¨®n vasca "sea due?a de su destino". Es dudoso que con tales ideas el PNV supere su condici¨®n de partido minoritario hegem¨®nico (gracias a la colaboraci¨®n de quienes "no son de aqu¨ª") ni que contribuya a desarraigar los g¨¦rmenes de la violencia en la sociedad vasca. Dif¨ªcilmente sirven para la propia construcci¨®n nacional vasca que tendr¨ªa que fundamentarse en los datos reales del pa¨ªs, y no en los valores supuestos de un pueblo vasco que ya no existe en los t¨¦rminos sabinianos o en sue?os (pesadillas) tales como la incorporaci¨®n de Navarra o de Biarritz y Bayona a un proceso unitario de autodeterminaci¨®n. Puestos a so?ar, m¨¢s vale hacerlo por unos d¨ªas con el Athletic, pero sin que las sombras de Zarra, Panizo y Gainza alienten la recuperaci¨®n de los proyectos guerreros y de los mitos de Sabino Arana.
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