La primera ministra, 11 'cascos azules' belgas y 17 curas, asesinados en la ola de terror de Ruanda

El caos, la violencia y el desconcierto se adue?aron ayer de Ruanda tras la muerte el mi¨¦rcoles del presidente ruand¨¦s, Juvenal Habyarimana, de 57 a?os, y del burund¨¦s, Ciprien Ntaryamira, de 37, ambos de la etnia hutu, cuando el avi¨®n en el que viajaban fue alcanzado por dos cohetes en el momento en que aterrizaba en Kigali, la capital del pa¨ªs. Ambos regresaban de una reuni¨®n de pa¨ªses de la regi¨®n celebrada en Dar Es Salam, capital de Tanzania. Soldados, guardias presidenciales y polic¨ªas se lanzaron violentamente a las calles de Kigali, donde mataron a la primera ministra, Agathe Uwilingiyimana, a 11 cascos azules belgas de la ONU y, a 17 sacerdotes. Se desconoce la suerte de los ocho misioneros espa?oles en ese pa¨ªs.

Numerosas bandas de j¨®venes se unieron ayer a los soldados de Ruanda y se dedicaron al saqueo y a atacar a la poblaci¨®n de etnia tutsi con cuchillos, palos y armas de fuego. La guardia presidencial, a la caza y captura de ministros tutsis, detuvo a 700 personas, entre ellas a tres miembros del Gobierno y sus familias. En un primer momento, la guardia personal del presidente no logr¨® capturar a la primera ministra, Agathe Uwilingiyimana, porque lo impidi¨® otro grupo de soldados. Uwilingiyimana pudo hablar por radio: "Hay disparos en la calle. La gente est¨¢ aterrorizada y permanece en sus casas tumbados en el suelo. Estamos sufriendo las consecuencias de la muerte del jefe del Estado".M¨¢s tarde, fuentes de la ONU confirmaron que la primera ministra cay¨® asesinada en circunstancias no aclaradas por soldados incontrolados en la inmediaciones del palacio presidencial.

En esta explosi¨®n de asesinatos y pillaje, tambi¨¦n perecieron once observadores militares belgas de la ONU, que hab¨ªan acudido al aeropuerto de Kigali a investigar la explosi¨®n del avi¨®n presidencial y fueron desarmados por los soldados, y al menos 17 sacerdotes ruandeses. Seg¨²n la agencia de noticias belga, otros ocho sacerdotes fueron puestos bajo custodia.

Un diplom¨¢tico occidental asegur¨®: "Much¨ªsima gente con gran cantidad de armas est¨¢ recibiendo ¨®rdenes contradictorias y capturando a gente. Los combates se extienden por toda la ciudad".

Un portavoz de la ONU indic¨® que algunas ¨¢reas de Kigali est¨¢n patrulladas por miembros de las fuerzas de seguridad ruandesas y en otras partes de la ciudad unidades de las misma fuerzas han ordenado a los cascos azules de la ONU, bajo amenaza de ser atacados, que se retiren de sus posiciones. La ONU mantiene desplegada en Ruanda una fuerza de protecci¨®n de 2.500 soldados para evitar que rebrote la sangrienta guerra civil que durante tres a?os viene enfrentando a hutus y tutsis.

B¨¦lgica, la antigua metr¨®poli de Ruanda y Burundi, recibi¨® consternada la noticia de la muerte de once soldados. El Gobierno belga, reunido en sesi¨®n de emergencia, estudiaba ayer la posible evacuaci¨®n de los 1.500 compatriotas que residen en Ruanda y los 1.200 que viven en Burundi.

Seg¨²n testigos presenciales, en Kigali hutus y tutsis se lanzaron unos contra otros. Una de las principales batallas se libr¨® ayer en torno al palacio presidencial y al edificio del Parlamento, en el centro de la capital . La radio belga se?al¨® que varios ministros y mandos militares murieron en la revuelta y que el Ej¨¦rcito (dominado por los tutsis) estaba amotinado.

El Ministerio espa?ol de Exteriores desconoc¨ªa ayer la suerte que hayan podido correr los ocho misioneros espa?oles que trabajan en Ruanda, seis mercenarios y dos padres blancos. No hab¨ªa noticias fidedignas de la situaci¨®n en Burundi, donde el pasado mes de octubre se produjo un sangriento golpe de Estado y donde no hay espa?oles.