Traves¨ªa del desierto para los que se van

A los sindicalistas, como a los pol¨ªticos, la retirada de sus cargos les supone una dura traves¨ªa en el desierto. Perder influencia, y un cierto poder, no le gusta a ninguno; ni a los que se van por propia voluntad ni a los que se marchan forzados. La pr¨¢ctica totalidad de la direcci¨®n saliente de UGT empieza ahora esa etapa. Casi todos ellos est¨¢n en la barrera de los 50 a?os de edad, salvo Nicol¨¢s Redondo -tiene 66 a?os- y Apolinar Rodr¨ªguez -tiene 43 a?os- y casi ninguno cuenta con una empresa a la que volver.Redondo se jubila del todo y no quiere ning¨²n cargo honor¨ªfico. Su hijo, Nicol¨¢s Redondo Terreros, secretario general del PSOE de Vizcaya, est¨¢ convencido de que ¨¦ste es el prop¨®sito del veterano sindicalista: "Se va a dedicar a estar con la mujer, a pasear y a leer novela negra durante muchos meses".

Ant¨®n Sarac¨ªbar, 53 a?os, ya ex n¨²mero dos de UGT, ha pedido el finiquito en el sindicato y la pr¨®xima semana se apuntar¨¢ al paro. ?l asegura, con su habitual sorna, que si no le sale ning¨²n trabajo volver¨¢ a coger la caja de herramientas y las bombillas y a hacer otra vez de electricista. Los planes de los dirigentes futuros de UGT son otros y tienen previsto que dirija alguna fundaci¨®n ugetista.

Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur (ex vocal adjunto al secretario general) tambi¨¦n va a seguir vinculado a UGT. Se mantiene como director del Instituto Sindical de Estudios y como miembro del Comit¨¦ Econ¨®mico y Social comunitario.

Apolinar Rodr¨ªguez (exsecretario de acci¨®n sindical) es el ¨²nico que tiene empresa donde volver, Renfe, y ha enviado a Merc¨¦ Sala, presidenta de la compa?¨ªa p¨²blica, una carta pidiendo la reincorporaci¨®n. Cuando entr¨® en la direcci¨®n ugetista, hace ahora ocho a?os, era director general de Renfe, pero a¨²n desconoce qu¨¦ destino le espera. En los pasillos del congreso bromeaba hace unas horas: "Acepto que me degraden dos o tres niveles, pero no que me manden de guardagujas".

Miguel Angel Ord¨®?ez (ex secretario de prensa) ha alquilado una casa en un pueblo de Almer¨ªa para descansar durante los tres pr¨®ximos meses. Emilio Castro (ex secretario de acci¨®n institucional) tampoco tiene claro su futuro porque dejar el cargo en UGT seguramente implicar¨¢ que tenga que abandonar tambi¨¦n la vicepresidencia del CES espa?ol.