Rosa Montero y Marisa Manchado estrenan la ¨®pera 'El cristal de agua fr¨ªa'

Esta noche se estrena en la sala Olimpia la ¨®pera El cristal de agua fr¨ªa, libro de Rosa Montero y m¨²sica de Marisa Manchado, con direcci¨®n esc¨¦nica de Guillermo Heras, musical de ?ngel Gil Ord¨®?ez, decorados de Heras y ?lvaro Aguado y figurines de Rosa Garc¨ªa. El cristal de agua fr¨ªa se basa en la novela Temblor, de Rosa Montero, nombre de viva actualidad en el mundo del libro y del periodismo. Sabe la autora que en la ¨®pera funciona m¨¢s eficazmente la, an¨¦cdota que el pensamiento, y confiesa haber quitado casi toda la parte metaf¨ªsica de su novela para concentrarse en una l¨ªnea simple de magia y aventuras, manteniendo cierto regusto ¨¦tico y po¨¦tico. Exagera, a mi entender, al restar importancia al libreto de una ¨®pera. El avezado Fem¨¢ndez Shaw dec¨ªa muy atinadamente que en el teatro-l¨ªrico las obras triunfan o fracasan por el libro y perduran por la m¨²sica.

Marisa Manchado, madrile?a como Rosa, se form¨® en Madrid con Garc¨ªa Abril, Alis, De Pablo y Bernaola; trabaj¨® en Barcelona en el estudio Phonos y viaj¨® luego por diversos pa¨ªses y ciudades, desde Estocolmo hasta Par¨ªs, para estudiar la composici¨®n, la electroac¨²stica y la inform¨¢tica con Messiaen, Ferneyhoug, Benjamin, Lindberg, Manoury, M¨²ltail y Vaggoione, y estren¨® sus primeras creaciones teatrales con el grupo T¨¢bano y con el director Juan Mu?oz.

En la ¨®pera El cristal de agua fr¨ªa "se habla, se canta, se utiliza la voz como un instrumento m¨¢s, los instrumentos como voces que dicen y el silencio como parte del sonido", escribe la compositora Marisa Manchado. A su vez, entre fantas¨ªa y realidad, "el texto denuncia al poder y al miedo, que utiliza para perpetuarse", y la obra toda intenta ser, por decirlo con palabras de Rosa Montero, "una aventura curiosa excitante", una expresi¨®n natural e investigadora y una suma ecl¨¦ctica de ideas, saberes y procedimientos.

Con El cristal de aguafr¨ªa termina, seg¨²n todas las noticias, la empresa m¨¢s positiva que en favor de la ¨®pera como algo vivo, actual y no museal, ha acometido el Ministerio de Cultura a trav¨¦s de sus centros de nuevas ten-. dencias esc¨¦nicas y difusi¨®n de la m¨²sica contempor¨¢nea.

Desde 1988, cada a?o naci¨® un nuevo t¨ªtulo: F¨ªgaro, de Encinar; Francesca, de Mu?oz de Merlo y Aracil; El bosque de Diana, de Mu?oz Molina y Garc¨ªa Rom¨¢n; Luz de oscura llama, de Clara Jan¨¦s y P¨¦rez Maseda; Tim¨®n de Atenas, de Carandell y Dur¨¢n L¨®riga; El secreto de enamorado, de Jorge D¨ªaz, Ana Rosetti y Manuel Balboa; y la que ahora se estrena, adem¨¢s de la reposici¨®n de los dos t¨ªtulos de Luis de Pablos, Kiu, sobre texto de Alfonso Vallejo, y El viajero indiscreto, de Vicente Molina Foix.

Se interrumpe la empresa apenas terminado su brillante preludio, lo que es muy de lamentar. La ¨®pera no cobra nueva vida a base de repetir rigoletos y favoritas, sino desde la expresi¨®n musical, literaria e ideol¨®gica de los autores de nuestro tiempo.