La peor decisi¨®n

La Administraci¨®n de Clinton se ha mantenido cauta a la hora de aprobar cualquier intervenci¨®n militar estadounidense en la guerra de Bosnia. Pero el env¨ªo de aviones de EE UU para los ataques de la OTAN contra posiciones serbias en Gorazde parece la peor decisi¨®n tomada (...).Era ¨¦sta una operaci¨®n de la OTAN, no de EE UU, llevada a cabo bajo los auspicios de una vieja resoluci¨®n del Consejo de Seguridad que establec¨ªa siete zonas protegidas, entre ellas Gorazde (...). Pero la realidad es que la Administraci¨®n de Clinton invit¨® a que la ONU realizara esta demanda a la OTAN (...).

Al consentir los ataques a¨¦reos, EE UU increment¨® su papel en el conflicto bosnio y se expuso a nuevos riesgos. El m¨¢s grave de ellos es la irritaci¨®n de Rusia por no haber sido consultada (...).

La autoridad de la ONU convierte en ¨²til la ficci¨®n diplom¨¢tica de que el poder a¨¦reo fue utilizado para proteger a los observadores de la ONU, no s¨®lo a los civiles bosnios. Proteger a los observadores es un motivo por el cual la ONU ha autorizado el uso de la fuerza (...).

Otro riesgo es que los serbios reaccionen a los ataques a¨¦reos endureciendo sus posiciones militares y diplom¨¢ticas (...). El esfuerzo para cambiar las actitudes requiere una mezcla de diplomacia, amenaza y uso ocasional de la fuerza (...). A no ser que se permita que Rusia siga en el barco, el ataque a¨¦reo contra Gorazde puede hacer retroceder el proceso de paz.