El cine se atasca en las calles de Madrid

La tarifa para rodar cine en Madrid, por 10 d¨ªas y metro lineal, ha bajado de 2.321 a 800 pesetas. Sin embargo, la medida no soluciona el infierno: papeleos interminables, precios millonarios y vecinos poco solidarios han convertido a Madrid en una telara?a inevitable para los cineastas. S¨®lo los cementerios son gratuitos: meter una c¨¢mara de cine en el metro cuesta casi un mill¨®n de pesetas. "Los precios son iguales para todo el mundo, tenga fines inmobiliarios o culturales", afirma Pedro Mart¨ªn Garc¨ªa, director de servicios del ?rea de Hacienda del Ayuntamiento.

Mart¨ªn Garc¨ªa asegura desde su despacho que rodar en las calles de Par¨ªs o Nueva York es "much¨ªsimo m¨¢s caro" que en Madrid. Algo que todos los t¨¦cnicos cinematogr¨¢ficos espa?oles consultados niegan rotundamente. "Rodar en Nueva York es gratis", afirma Ang¨¦lica Huete, jefa de producci¨®n de la pel¨ªcula Sublet, que se rod¨® ¨ªntegramente en Manhattan. "All¨ª s¨®lo tienes que pagar un seguro que cubra cualquier accidente que pueda provocar el rodaje. Pero lo m¨¢s importante es que en Nueva York puedes pedir un permiso para rodar hasta con apenas 12 horas de antelaci¨®n. Aqu¨ª necesitas un mes", declara. "El Ayuntamiento de Nueva York tiene una oficina dedicada al cine, que resuelve absolutamnete todo. En Madrid tienes que ir de distrito en distrito pidiendo los permisos" a?ade.Para que un equipo de cine pueda trabajar c¨®modamente en una calle necesita un m¨ªnimo de 30 metros de calzada para aparcar los camiones. La Junta municipal les otorga el permiso, pero los propios productores tienen que llevar las placas de "Prohibido aparcar" 48 horas antes para asegurar el espacio. "Lo peor de todo es cuando cambia el clima o un actor se enferma; tenemos que esperar otra semana para conseguir los permisos porque caducan", explica Alejandro V¨¢zquez, jefe de producci¨®n de Todo es mentira, el filme del nuevo realizador ?lvaro Fern¨¢ndez Armero que se rueda esta semana en el barrio de Lavapi¨¦s con Coque Malla y Pen¨¦lope Cruz a la cabeza del reparto. "Me encanta rodar en la calle, y de noche me siento m¨¢s c¨®moda que en un plat¨®", aseguraba esta semana la joven actriz.

Da?os de imagen

Los escollos son m¨²ltiples e inesperados. El director de imagen del grupo Argentaria se queja a los productores cuando un cartel de su empresa aparece en una pel¨ªcula. "Dice que puede da?ar la imagen del grupo", comenta V¨¢zquez.

Los madrile?os tampoco colaboran para hacer las cosas m¨¢s sencillas. Se niegan a guardar silencio alegando que la calle es un sitio p¨²blico, no se cambian de acera y no quieren quitar el coche de en medio. "Es verdad que ocasionamos molestias, pero estamos trabajando y en cambio mucha gente cree que nos estamos divirtiendo", se?ala Javier Quintas ' ayudante de direcci¨®n en Todo es mentira. "Rodar en Madrid es complicad¨ªsimo", afirma Esther Garc¨ªa, productora de Pedro Almod¨¦var y de series para televisi¨®n. "El Ayuntamiento no toma en cuenta el escaparate que puede ser para Madrid una pel¨ªcula", afirma.

La tarea de titanes es rodar en la Gran V¨ªa. "Hace tiempo que nos hemos olvidado de ella", se resigna Juli¨¢n N¨²?ez, ayudante de direcci¨®n, que en una ocasi¨®n tuvo que filmar una escena que supuestamente suced¨ªa en la capital en una callejuela de Toledo "para huir del infierno" burocr¨¢tico.