La guerra es un tanque pintado en un bloc

Oleg, de 11 a?os, se ha preparado concienzudamente para su primer viaje en avi¨®n. La noche del mi¨¦rcoles lleg¨® a Barajas con una gorra de rapero nuevecita encima de una de esas caras que convocan, inevitablemente, a las travesuras. Tambi¨¦n se hab¨ªa preocupado de la cuesti¨®n del idioma. Su t¨ªa, en la lejana Osetia del Norte, una las rep¨²blicasm¨¢s peque?as y convulsas de la Federaci¨®n Rusa, le hab¨ªa escrito en un cuaderno diminuto las frases m¨¢s importantes: "Soy osetiano"; "no hablo espa?ol, hablo ruso"; "?d¨®nde estoy?"; "tengo sed"; "?d¨®nde est¨¢ el retrete?".

Oleg forma parte del grupo de 20 ni?os de Osetia de Norte -un pedazo de tierra del tama?o de la Comunidad de Madrid que desde hace 22 meses se desangra en una guerra con la vecina Ingushetia- que el mi¨¦rcoles llegaron a Madrid para pasar unas vacaciones. Les invitaba la Organizaci¨®n Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad para que olvidaran por 15 d¨ªas todo lo que tenga que ver con los combates.

Los chicos abandonaron el avi¨®n acobardados y alucinados. Y cansados tras tres de d¨ªas de viaje. Se montaron en un tren que recorri¨® los 2.000 kil¨®metros que separan Vladikavkaz, capital de Osetia del Norte, de Mosc¨². F¨¢tima, de 10 a?os, rota de fatiga, sufri¨® una inoportuna taquicardia que el m¨¦dico del aeropuerto achac¨® a la simple emoci¨®n.

Gritos en corrillos

En una de las salas de Iberia, los profesores los colocaron a todos como si estuvieran en clase, y, durante 15 minutos, los chavales desempe?aron el papel de ni?os buenos con las manos encima de la mesa. Despu¨¦s, en cuanto los profesores, los traductores y los organizadores les dieron la espalda para hablar de sus cosas, los ni?os rompieron filas para comentar a gritos en corrillos el programa, que incluye visitas a C¨®rdoba, Segovia y El Escorial.

"A m¨ª lo que me gusta es la visita al colegio San Gregorio [en Galapagar]", comentaba Irina, de 11 a?os, muy seria, eso s¨ª, delante de la profesora. Por detr¨¢s se o¨ªa la conversaci¨®n en ruso entre Sofia y Anastasia, en la que se entend¨ªa "Parque de Atracciones".

La Rep¨²blica de Osetia del Norte est¨¢ enfrentada a la de Ingushetia desde hace m¨¢s de una a?o y medio por disputas territoriales. La misma Vladikavkaz se vio en medio de los combates en noviembre de 1992. Pero los ni?os no quer¨ªan hablar de guerra. Cuando se les preguntaba sobre ella respond¨ªan: niet, niet.

Esto s¨®lo quer¨ªa decir que en los ¨²ltimos tiempos la lucha no se hab¨ªa acercado a la capital, porque, cuando los chavales cog¨ªan confianza y consegu¨ªan sacudirse por un instante la paliza del viaje, comentaron los antiguos apagones de luz y el recuerdo del ruido de los fusiles al dormirse. A pesar de todo, las rememoranzas duraban cinco minutos. A los ni?os les gustaba m¨¢s pensar en su pr¨®xima visita al Bernab¨¦u (ver¨¢n el domingo el partido Real Madrid-Real Sociedad). Las 12 ni?as pon¨ªan peor cara ante la futura expedici¨®n futbol¨ªstica, sobre todo Sof¨ªa, de 12 a?os, que aprovech¨® el cuaderno del periodista para dibujar un min¨²sculo tanque que simbolizaba una guerra que ahora, y como ella misma dec¨ªa, est¨¢ "lejos".