"La fiscal me ha mentido" lloraba una madre
La fiscal Josefa Checa se convirti¨® ayer en el centro de las iras de los familiares que acudieron a la Audiencia para conocer la ansiada sentencia de Alcal¨¢ 20. "Me ha mentido descaradamente", dec¨ªa en voz alta y llorando Alicia Magdaleno, de 50 a?os. Su hijo fue uno de los que perdieron la vida entre las llamas. Alicia es una de las madres que han asistido pr¨¢cticamente a todas las sesiones del juicio -unas sesenta- desde que ¨¦ste se inici¨® el pasado 4 de octubre.Durante los desesperantes 10 a?os y seis meses que ha vivido pendiente del juicio -"de que se haga justicia"- ella visit¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n a la fiscal. "Me prometi¨® contundencia contra los responsables, pero al final ha obrado muy mal", se quejaba. No era el ¨²nico familiar que expres¨® su enfado en voz alta contra la fiscal¨ªa de Madrid, que dirige Mariano Fern¨¢ndez Bermejo.
Los dem¨¢s familiares de v¨ªctimas que han seguido el juicio se quedaron petrificados cuando la fiscal decidi¨® reducir a seis meses de c¨¢rcel su petici¨®n de pena para la mayor¨ªa de los procesados e incrementar sensiblemente las indemnizaciones. En un principio, Checa reclamaba para los acusados una pena global de 13 a?os de prisi¨®n. Si el tribunal (que preside Pedro Javier Rodr¨ªguez Gonz¨¢lez-Palacios; el ponente de la sentencia ha sido Francisco Serrano) hubiese hecho caso a la fiscal en lo relativo a las penas, probablemente ninguno de los procesados habr¨ªa pisado la c¨¢rcel.
Cuando los familiares supieron ayer que el tribunal no hab¨ªa sido tan ben¨¦volo como la fiscal¨ªa y que los dos a?os de condena conducen inevitablemente a la c¨¢rcel (salvo que el Supremo diga otra cosa) los llantos se tornaron en rostros de satisfacci¨®n. "Nosotros no queremos dinero; queremos que vayan a la c¨¢rcel", dec¨ªa Dolores Torres, que perdi¨® a su madre en el incendio. Otros afectados protestaron porque no se hubiera le¨ªdo p¨²blicamente la sentencia y no se les hubiera entregado una copia.
Juana Calderero, madre de una v¨ªctima, se congratul¨® de que, tras tantos a?os de sufrimiento y espera, los responsables paguen.
Los rostros de los condenados eran ayer un poema. No se esperaban la reacci¨®n del tribunal. "Vamos a recurrir", dijo uno.
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