Opus Dei
El Opus Dei sigue dentro de la ley. La asociaci¨®n divina fundada por Escriv¨¢ de Balaguer, continuada por ?lvarez del Portillo, tiene un nuevo general, monse?or Echevarr¨ªa. El papa Juan Pablo II, gran protector de la Obra, lo acaba de nombrar desde Roma. Echevarr¨ªa va a continuar con el callado trabajo de sus insignes antecesores y de otros no menos insignes contempor¨¢neos, como el carde nal Suqu¨ªa, azote de herejes y cons tructor de espantosas catedrales.El Opus Dei de la mano de Echevarr¨ªa, va a continuar, de manera previsible, con la estrategia callada de los ¨²ltimos a?os. Los tiempos de exhibiciones p¨²blicas de L¨®pez Rod¨® y L¨®pez Bravo no le fueron bien a la asociaci¨®n. Es m¨¢s eficaz mantener Pocos gritones, muchos callados emboscados de laicos y seguir con la pol¨ªtica suave de quienes no exhiben sus grandezas. La Obra, que opta en pol¨ªtica, que opta en econom¨ªa, que opta, sobre todo, en la ense?anza, prefiere pasar inadvertida, mantener un sigilo de fondo reservado sin el af¨¢n acaparador de Salanueva o Rold¨¢n. Porque ellos ya no son nuevos ricos, son un conjunto de personas que disfruta con la satisfacci¨®n interna y parece detestar el bullicio mundanal.
La Obra controla tajadas enteras de nuestro territorio, como Baleares y Navarra, sectores de la econom¨ªa, sectores intelectuales. Pero la Obra se presenta como un conjunto de personas que act¨²a de manera individualizada.
La Obra vuelve a la carga con renovados br¨ªos, pero con una transici¨®n redonda. Se acabaron los tiempos en que la fe en monse?or se paseaba por las calles a golpe de p¨ªfano y desprecio evidente por el resto de los humanos. Quienes est¨¢n en la Obra hablan en susurros. No desprecian p¨²blicamente a las mujeres: simplemente no las convocan a los concursos de matem¨¢ticas.
Son m¨¢s peligrosos que nunca. Y siguen dentro de la ley.
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