La insumisi¨®n y el ideal cristiano
Los obispos espa?oles discrepan entre s¨ª sobre la objeci¨®n y el servicio militar
La objeci¨®n de conciencia, la prestaci¨®n social sustitutoria y la insumisi¨®n han sobrepasado a los cuarteles y los ministerios. Los palacios episcopales tambi¨¦n andan revueltos. Algunos evocan a San Maximiliano, m¨¢rtir por negarse a servir en el ej¨¦rcito de Roma, y otros sostienen que el Estado est¨¢ legitimado para imponer un servicio militar. La Conferencia Episcopal trabaja en un documento sobre el asunto. La cuesti¨®n que se plantea sintoniza con las ¨²ltimas posiciones de Justicia: ?Deben ir a la c¨¢rcel los insumisos? Muchos obispos han dicho que no.El debate nace en las di¨®cesis cuando alg¨²n joven es procesado. As¨ª, Javier Os¨¦s, obispo de Huesca, dijo en un texto publicado en 1993 que "merece respeto, alabanza y apoyo el grito que se levanta en otra parte de la sociedad que no quiere la paz, en ning¨²n caso, por la v¨ªa de las armas". Os¨¦s, uno de los m¨¢s abiertos del episcopado, se preguntaba: "?No ha llegado el d¨ªa en que nuestras leyes no consideren delito la insumisi¨®n, sino una alternativa para la paz?".
Rafael Bellido, obispo de Jerez, retomaba el tema el pasado 14 de abril. "Los insumisos", escribi¨®, "constituyen un importante n¨²cleo de resistencia". Busc¨® ra¨ªces milenarias, como los testigos de Jehov¨¢, que en este punto no reconocen la autoridad del Estado, para justificar su criterio. "La insumisi¨®n es algo muy cercano al ideal cristiano: es conocida la actitud de soldados de los primeros siglos, como San Maximiliano, m¨¢rtires por negarse a su alistamiento en el ej¨¦rcito de Roma, o los escritos de Or¨ªgenes, Tertuliano o San H?p¨®lito, de sabor antimilitarista y contrarios a la incorporaci¨®n a filas de los cristianos", a?adi¨® en su carta Objetor... Insumiso...
Bellido, que copiaba algunos p¨¢rrafos de Os¨¦s, explic¨® que, desde la fe, "la insumisi¨®n despierta en el cristiano resonancias fundamentales", como los valores de justicia, amor y paz divulgados por Jesucristo. Adem¨¢s, "el respeto y la fidelidad a la propia conciencia no es s¨®lo traicionarse a s¨ª mismo, sino tambi¨¦n traicionar los impulsos de Dios en nosotros. ?No habr¨¢ llegado el d¨ªa en que nuestras leyes no consideren delito la insumisi¨®n, sino una posibilidad alternativa para la paz?".
Traici¨®n o no a los impulsos de Dios, en el episcopado, como siempre, hay matices y, a veces, importantes. As¨ª, entre el pronunciamiento de Os¨¦s y el de Bellido, el vicepresidente del episcopado y arzobispo de Pamplona-Tudela, Fernando Sebasti¨¢n, sentaba las bases doctrinales en un art¨ªculo publicado el 13 de noviembre de 1993 en la revista Ecclesia. Dec¨ªa: "Lo que de verdad lleva a la insumisi¨®n es el Juicio condenatorio de cualquier actividad militar, por lo cual se niega al Estado la facultad de organizar ninguna forma de servicio militar y por eso mismo tambi¨¦n la de imponer un servicio social sustitutorio". Sebasti¨¢n, que pasa por ser una de las mejores cabezas del episcopado, indica que, desde la perspectiva cristiana, "no se puede negar que el Estado tenga autoridad para imponer a los ciudadanos un servicio militar". Otra cosa es, a su juicio, la actual organizaci¨®n, si ha de ser obligatorio o no o si el tratamiento que se da a la insumisi¨®n y los insumisos "es el m¨¢s justo y acertado".
Luego, lanza un aviso: "Pero todo esto son asuntos de orden pol¨ªtico que tienen que ser resueltos por procedimientos civiles y pol¨ªticos, sin ingerencias clericales ni falsamente religiosas". Y es que hay prelados, sacerdotes y cristianos de base que han dado su aliento p¨²blico a los insumisos condenados a prisi¨®n, algo que molesta en medios militares. Es el caso de prelados del Pa¨ªs Vasco o del obispo de Canarias, Ram¨®n Echarren, que suscribi¨® el documento aprobado por su consejo dando apoyo a un trabajador de C¨¢ritas encarcelado "en un gesto de fidelidad a su modo de pensar y a la vida cristiana que le anima".
Otro gesto que entra en colisi¨®n con la postura de Sebasti¨¢n es el documento firmado por 50 sacerdotes diocesanos de Murcia en favor de la insumisi¨®n. Su posici¨®n ha levantado ampollas. La delegada del Gobierno, Concepci¨®n S¨¢ez, est¨¢ dispuesta a llegar a los tribunales por si han cometido delito "por alentar a la insumisi¨®n". Pero en Justicia no parecen preocupados: evocan el convenio con la Conferencia para que entidades vinculadas a la Iglesia acojan objetores. Parece ser el aval de Justicia, enzarzada con Defensa en esta materia.
"Yo, lo que diga la Conferencia Episcopal"
Las divergencias en el seno de la Iglesia son notables. Ante este panorama, el vicario general castrense, el arzobispo Jos¨¦ Manuel Estepa, prefiere escurrir el bulto.El prelado, que tiene rango de general, eludi¨® responder a las preguntas de EL PA?S en torno al conflicto entre la objeci¨®n de conciencia y la insumisi¨®n. "Yo, lo que diga la Conferencia Episcopal", dijo por toda respuesta.
La Conferencia lleva elaborando desde hace tiempo en su comisi¨®n ejecutiva y en la permanente un documento en tomo a la problem¨¢tica suscitada. Entre las cuestiones que se debaten en ¨¦l, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al episcopado, figura si la insumisi¨®n debe ser penada con la c¨¢rcel o no serlo.
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