"La democracia en Chile es a¨²n imperfecta"
Pol¨ªtico y jurista de misa diaria, Patricio Aylwin luch¨® primero contra Salvador Allende y luego contra el general Augusto Pinochet. No se ha retirado -"los dem¨®cratas de coraz¨®n no podemos dormirnos", alega- y ahora trabaja en la creaci¨®n de la Fundaci¨®n Red Chile, con el objetivo de recuperar para su pa¨ªs a muchos de los intelectuales e investigadores que desde 1973 sufrieron la di¨¢spora de la dictadura. "La democracia es algo m¨¢s que un mecanismo de ejercicio del poder", recalca Aylwin, que concedi¨® esta entrevista el pasado lunes en Madrid, despu¨¦s de visitar a los Reyes.Pregunta. ?Qu¨¦ asignaturas pendientes tiene la democracia chilena tras sus cuatro a?os de presidencia?
Respuesta. Mi primer objetivo fue recuperar los derechos humanos y reconciliar al pa¨ªs. El segundo fue estabilizar el sistema democr¨¢tico y perfeccionarlo. En esta materia avanzamos pero no logramos todo lo que quer¨ªamos. Hoy en Chile hay un sistema democr¨¢tico estable; no veo ninguna amenaza de inestabilidad, pero nuestra democracia es imperfecta porque hay senadores designados, el sistema electoral distorsiona la voluntad popular y los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas son inamovibles. Esas reformas quedaron pendientes porque no tuve los votos suficientes en el Parlamento para sacarlas adelante. Est¨¢n en el programa del presidente Frei, y yo tengo conciencia de que en el transcurso de su Gobierno van a prosperar.
P. ?Antes de 1997, cuando termina el mandato de Pinochet?
R. S¨ª. Creo que a todos conviene que prosperen.
P. Usted fue muy criticado en Chile cuando acept¨® entrar en el juego pol¨ªtico del r¨¦gimen del general Pinochet. ?Se arrepiente ahora?R. Si nos hubi¨¦ramos negado a ese camino no habr¨ªamos tenido fuerzas para derribar a la dictadura. Ahora seguir¨ªamos haciendo protestas que fracasar¨ªan y en el plebiscito de 1988 Pinochet habr¨ªa ganado y seguir¨ªa en el Gobierno. Hemos tenido muchas limitaciones pero las vamos superando. Por ejemplo, la Administraci¨®n municipal. En la Constituci¨®n de Pinochet los alcaldes eran designados por el Gobierno. Con nuestra reforma conseguimos democratizar los municipios. Lo mismo pasa en los gobiernos regionales.
P. ?No hubo m¨¢s remedio que aceptar las reglas de Pinochet?
R. Aceptamos participar en el plebiscito de la Constituci¨®n, pero la descalificamos. Hab¨ªa sido esp¨²rea en sus or¨ªgenes y consagraba un r¨¦gimen autoritario. Aceptamos la legitimidad, pero no renunciamos a nuestros reparos de fondo. De ah¨ª que hayamos impulsado algunas reformas para intentar corregirla.
P. ?Cu¨¢ndo acabar¨¢ la transici¨®n de un r¨¦gimen dictatorial a uno democr¨¢tico en Chile?
R. La transici¨®n ya est¨¢ terminada. En Chile existe hoy un r¨¦gimen democr¨¢tico, con imperfecciones, pero no creo que haya ninguna democracia en el mundo que no tenga alguna falla. La democracia en Chile necesita refuerzos, indudablemente, pero yo no veo ning¨²n peligro para su estabilidad.
P. Pero recordar¨¢ que hace apenas un a?o hubo movimientos de tropas en su pa¨ªs. ?De verdad que ya se ha acabado el ruido de sables en Chile?
R. Fuera del ruido, esa manifestaci¨®n no produjo ning¨²n otro efecto. Ni el Gobierno cedi¨® a la presi¨®n ni tuvo ning¨²n apoyo de la opini¨®n p¨²blica. Hoy d¨ªa el general Pinochet no tiene m¨¢s poder que el de cualquier comandante en jefe de un ej¨¦rcito en cualquier pa¨ªs democr¨¢tico, aparte de su inamovilidad, y de que el presidente tenga que consultar su opini¨®n para los retiros.P. ?Cree que Pinochet ha evolucionado hacia la democracia?
R. Yo lo que he dicho, y sigo creyendo, es que Pinochet no intent¨® cogobernar desde que yo asum¨ª la presidencia. Me dijo: "Yo como militar s¨¦ mandar y s¨¦ obedecer. Ahora usted es el presidente y yo le obedezco a usted". Tuvimos desacuerdos, naturalmente, pero en definitiva, nunca pretendi¨® intervenir en la orientaci¨®n de la pol¨ªtica de mi Gobierno. Nunca me desobedeci¨®. La imagen del general Pinochet con la que yo sal¨ª de la presidencia, de su conducta durante mi Gobierno, no es la que pude temer cuando asum¨ª el cargo. Y m¨¢s: tal vez la permanencia de Pinochet ha ayudado a la estabilidad del proceso. En un sentido: en Argentina no fueron los comandantes en jefe los que se sublevaron, fueron oficiales. En Chile no pas¨® nada de eso, probablemente porque la autoridad de Pinochet es muy grande dentro del Ej¨¦rcito.
P. ?Pinochet sirvi¨® de freno a intentonas golpistas?
R. No aseguro que haya sido as¨ª, pero creo que puede haber ayudado.
P. Despu¨¦s del informe sobre los 3.100 cr¨ªmenes de la dictadura reflejados en el informe de la comisi¨®n Verdad y Reconcialiaci¨®n, ?ha sido la amnist¨ªa el precio que ha habido que pagar por la democracia?
R. No dir¨ªa que es el precio, pero es uno de los factores que est¨¢ vigente. Si nos hubi¨¦ramos empe?ado -y hubi¨¦ramos podido, jur¨ªdicamente- someter a juicio a todos los sospechosos, el clima de agitaci¨®n, de encono, de reavivar las pasiones habr¨ªa sido mayor, pero tambi¨¦n la sensaci¨®n de injusticia que la ley de amnist¨ªa tiene para las v¨ªctimas [de la represi¨®n durante la dictadura] y sus familiares es uno de los pasivos de todo este proceso.
P. En Espa?a se ha seguido con especial inter¨¦s el caso del funcionario de Naciones Unidas Carmelo Soria, asesinado por la polic¨ªa pol¨ªtica de la dictadura en 1976. ?Qu¨¦ hizo su Gobierno para activar las investigaciones despu¨¦s de que fueran archivadas por un tribunal militar?R. El Gobierno hizo lo que le cab¨ªa hacer. Requiri¨® a la fiscal¨ªa y al propio Consejo de Defensa del Estado que se presentaran los antecedentes a los tribunales y se requiriera la correspondiente investigaci¨®n. La Corte Suprema ha ordenado continuar el proceso. Espero que se pueda esclarecer la verdad, que es m¨¢s o menos conocida, y aplicar las sanciones que correspondan.
P. ?El auge econ¨®mico de Chile es el principal haber de su presidencia?
R. Adem¨¢s de la democracia, es el otro gran haber de mi Gobierno. Los ¨ªndices econ¨®micos son muy buenos, a pesar de la recesi¨®n en el hemisferio norte
P. ?No se ve empa?ada esa satisfacci¨®n por la persistencia de amplias bolsas de pobreza entre al poblaci¨®n?
R. Hablemos claramente. La pol¨ªtica econ¨®mico-social seguida por mi Gobierno tambi¨¦n representa un avance, pero el problema sigue siendo la primera prioridad. No basta el crecimiento para derrotar a la pobreza. Suele producir una agudizaci¨®n de la diferencia entre ricos y pobres. Nuestro esfuerzo fue neutralizar e invertir esa tendencia. Por eso nosotros hablamos de crecimiento con equidad. Cuando yo asum¨ª el poder hab¨ªa 5,3 millones de pobres en Chile, seg¨²n los par¨¢metros internacionales; yo entregu¨¦ el Gobierno con 4 millones de pobres. Que todav¨ªa quede un tercio de la poblaci¨®n en situaci¨®n de pobreza es dram¨¢tico.
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