Caldo gordo
Puede que el placer que experimentan unos al ver a un gobernador del Banco de Espa?a metido en la c¨¢rcel s¨®lo sea comparable al regocijo que sienten otros sabiendo pr¨®fugo de la justicia a un director de la Guardia Civil. Esta alegr¨ªa es una reacci¨®n primaria que surge de las v¨ªsceras de los ciudadanos. En este momento, la vida p¨²blica espa?ola est¨¢ a merced de los instintos. Es el tiempo de la venganza. Por un lado, el pueblo llano ha sentado plaza en la puerta de los juzgados y all¨ª se explaya insultando a pol¨ªticos y banqueros que son requeridos por los jueces. En la acera de los juzgados un jurado compuesto de peatones airados emite su veredicto. Aporrea los coches de estos peces gordos, lanza escupitajos sobre sus pescuezos mientras se abren paso entre un amasijo de c¨¢maras y periodistas. He aqu¨ª la mecha de un barril de dinamita que se halla bajo el trasero de todos. Por otro lado, el Gobierno, que se siente culpable y malherido, tal vez en su huida hacia adelante est¨¢ ahora dispuesto a meter en la c¨¢rcel a todo el mundo menos a s¨ª mismo. Carabanchel puede convertirse en un lugar de moda. En horas de visita all¨ª se lucir¨¢n los ¨²ltimos modelos de Arman?. Recomendar un poco de calma sin duda ser¨¢ interpretado como un intento de hurtar al p¨²blico el gran desfile del carro de heno. Que nadie sufra por eso: habr¨¢ tantos chivos como pu?ales. En los pr¨®ximos d¨ªas ser¨¢n criminalizados otros nombres sonoros, se producir¨¢n nuevos esc¨¢ndalos y esta sociedad deber¨¢ estar preparada para beberse la corrupci¨®n hasta sus ¨²ltimas heces. ?ste es el panorama: un partido socialista corrompido hasta el hueso, un presidente del Gobierno bajo sospecha, una oposici¨®n d¨¦bil, sin pulso moral para desbancar a nadie y la gente a merced de su c¨®lera. Regodearse irracionalmente con la quiebra del adversario pol¨ªtico, instaurar aqu¨ª una taberna de burlas e insultos, fomentar el caldo gordo de la venganza en la calle es la mejor forma de arrastrar en este turbi¨®n a las instituciones democr¨¢ticas. A partir de ah¨ª todo es fascismo.
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