Los guerristas votan en blanco para marcar distancias en la elecci¨®n de Almunia como portavoz
Los guerristas rompieron ayer el consenso al votar en blanco la candidatura de Joaqu¨ªn Almunia como presidente del Grupo Parlamentario Socialista, en sustituci¨®n de Carlos Solchaga. Almunia, candidato de FelipeGonz¨¢lez para la presidencia del grupo, fue elegido con 91 votos a favor (68% de los presentes), 42 en blanco y uno en contra. Se registraron 25 ausencias. El secretario de organizaci¨®n del PSOE, Cipri¨¢ Ciscar, intent¨® que Almunia fuera elegido por asentimiento,como sucedi¨® la v¨ªspera en la ejecutiva federal, pero el guerrista Javier S¨¢enz Cosculluela forz¨® una votaci¨®n secreta cuando manifest¨® que hab¨ªa otros candidatos dentro del partido que suscitaban m¨¢s consenso que Almunia entre los parlamentarios.
La iniciativa del guerrismo de forzar la votaci¨®n disgust¨® a numerosos parlamentarios socialistas, que, en unos momentos muy dif¨ªciles para el partido que lidera Felipe Gonz¨¢lez, prefer¨ªan ofrecer una imagen de unidad hacia el exterior, tal y como se hab¨ªa conseguido en la ejecutiva del d¨ªa anterior. Pese a todo, la votaci¨®n de Almunia no tuvo el dramatismo de la de su antecesor, Carlos Solchaga, hace un a?o.Solchaga se encontr¨® frente a un candidato alternativo, Eduardo Mart¨ªn Toval, propuesto por los guerristas, y la elecci¨®n se celebr¨® a cara de perro, delante de un Felipe Gonz¨¢lez que ve¨ªa como su candidato era fuertemente contestado. De hecho, la votaci¨®n fue entonces mucho m¨¢s apretada que la de ayer: 89 votos a favor frente a 66 en contra.
A la sesi¨®n de ayer no asistieron ni Felipe Gonz¨¢lez ni Alfonso Guerra. ?ste conoc¨ªa desde hace d¨ªas por boca del propio Gonz¨¢lez que su candidato a la presidencia del grupo era Almunia. La actitud de Guerra y sus partidarios en la ejecutiva, en la que presentaron sus incovenientes a la designaci¨®n de Almunia, pero no llegaron a forzar una votaci¨®n para salvar as¨ª la imagen de unidad, hab¨ªa hecho abrigar a la mayor¨ªa de los diputados socialistas la esperanza de que sucediera lo mismo en el grupo.
La intervenci¨®n inicial de la sesi¨®n, la de despedida de Carlos Solchaga, que estuvo cargada de emotividad, abonaba tambi¨¦n esta posibilidad. El ex ministro de Econom¨ªa y Hacienda present¨® su dimisi¨®n por su apoyo a Mariano Rubio como gobernador del Banco de Espa?a.
Solchaga dijo que la labor del PSOE no pod¨ªa dilapidarse por la existencia de "dos, quince o treinta corruptos, ladrones o chorizos". Asegur¨® que no abandonar¨¢ la pol¨ªtica, que continuar¨¢ como militante de base y en el comit¨¦ federal, y que est¨¢ disponible para lo que el partido le pida. Solchaga termin¨® con un elogio a su sucesor, Almunia. La intervenci¨®n del ex presidente del grupo fue acogida con una ovaci¨®n en la que tambi¨¦n participaron los guerristas, que le rechazaron hace un a?o.
Pese a ello, el guerrista Javier Sa¨¦nz Cosculluela tom¨® la palabra para pedir una votaci¨®n con el fin de que pudiera expresarse, con el voto en blanco, la disconformidad con el candidato de Gonz¨¢lez, ya que, a su juicio, no era un "candidato de consenso".
Oportunidad perdida ,
Manuel de la Rocha, de Izquierda Socialista, critic¨® tambi¨¦n la "p¨¦rdida de la oportunidad por no haber encontrado un candidato de equilibrio" entre las familias socialistas, "pues Almunia representa a un ala del partido", seg¨²n dijo. Pero a rengl¨®n seguido anunci¨® su intenci¨®n de apoyarlo en aras de la unidad.
Cipri¨¢ Ciscar defendi¨® a Almunia y reconoci¨® que la direcci¨®n del grupo socialista no era equilibrada. No obstante, expres¨® la voluntad de corregir esta situaci¨®n con la ampliaci¨®n de la direcci¨®n, en un plazo breve, con dos nuevas mujeres de representaci¨®n plural.
Otro guerrista, Carlos Navarrete, se uni¨® a las cr¨ªticas de S¨¢enz Cosculluela. Sin embargo, matiz¨® que los socialistas ten¨ªan que hacer un esfuerzo para superar la situaci¨®n de aparecer divididos entre "romanos y cartagineses".
Tras poco m¨¢s de una hora de sesi¨®n, los parlamentarios votaron. Pese a los 42 votos en blanco y el voto en contra, guerristas y renovadores intentaron quitar hierro a la sensaci¨®n de divisi¨®n. El antecesor de Solchaga en la presidencia del grupo, Eduardo Mart¨ªn Toval, manifest¨® que "el voto en blanco a Almunia es la prueba de que no se quer¨ªa la confrontaci¨®n en un momento grave para el pa¨ªs". "Con este voto no se persegu¨ªa la confrontaci¨®n expresa, pero s¨ª se quer¨ªa dejar claro que pod¨ªa haber alternativas diferentes, seguramente de mayor consenso", a?adi¨®.
Con la intenci¨®n de quitar importancia al voto en blanco se manifestaron tambi¨¦n el vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra. "Almunia ha contado con el respaldo suficiente de los diputados al ser elegido por una mayor¨ªa de dos tercios y s¨®lo un voto en contra, lo que es un resultado excelente", dijo el vicepresidente.
Unidad y unanimidad
El nuevo presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Joaqu¨ªn Almunia, se esforz¨® por restar importancia al voto en blanco de los guerristas. Fue su primera actividad exterior como presidente del grupo. En una rueda de prensa tras su elecci¨®n, Almunia dijo sentirse satisfecho y m¨¢s legitimado por haber sido elegido mediante votaci¨®n. El nuevo presidente del grupo lleg¨® a manifestar que prefer¨ªa la votaci¨®n al asentimiento. "No hay que confundir unidad con unanimidad.. Sorprenderse de que haya pluralidad no lleva a nada bueno", dijo.Almunia afirm¨® que, por ahora, tratar¨¢ de compatibilizar su cargo de presidente del grupo con la responsabilidad de Estudios y Programas en la ejecutiva del PSOE, aunque aclar¨® que si su actividad se hace incompatible, abandonar¨¢ este ¨²ltimo Cargo.
El. nuevo presidente del grupo ofreci¨® garant¨ªas de que el comit¨¦ federal de su partido ampliar¨¢ pr¨®ximamente la direcci¨®n del grupo de tres a cinco miembros para dar entrada a dos mujeres y asegurar la pluralidad interna. Los tres componentes de la actual direcci¨®n son renovadores: Joaqu¨ªn Almunia, Jes¨²s Caldera y Carlos L¨®pez Ria?o.
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