Una joven pide ayuda en la televisi¨®n brit¨¢nica para vencer la anorexia que ya mat¨® a su gemela
Samantha Kendall tiene 26 a?os y pesa menos de 32 kilos. La anorexia nerviosa est¨¢ a punto de acabar con su vida como ya lo hiciera con la de su hermana gemela, Michaela, fallecida el 20 de abril pasado. Pero Samantha no quiere morir y el lunes, hiz¨® un llamamiento dram¨¢tico a trav¨¦s de la cadena brit¨¢nica de televisi¨®n ITN, reclamando ayuda para su caso.
La respuesta ha sido inmediata. Cl¨ªnicas privadas del Reino Unido, e incluso de Canad¨¢, le han ofrecido tratamiento mientras se creaba a toda prisa algo tan brit¨¢nico como una fundaci¨®n especial, "Salvar a Samantha".
El impacto de las im¨¢genes de televisi¨®n ofrecidas por la cadena ITN fue enorme. Una Samantha esquel¨¦tica se arrastraba apenas por la casa, sostenida por su madre, Suzy, una antigua cantante de cabaret casada en segundas nupcias. Junto a su rostro demacrado, la televisi¨®n recog¨ªa tambi¨¦n las im¨¢genes de una atractiva y saludable Samantha, tal y como aparec¨ªa en fotograf¨ªas no demasiado antiguas. Todo empez¨® cuando Samantha y Michaela, todav¨ªa adolescentes, iniciaron en 1981 un r¨¦gimen de adelgazamiento de devastadoras consecuencias. Era una promesa, una especie de pacto entre ellas que oblig¨® a sus padres a recurrir a la ayuda de psiquiatras y hospitales. Samantha explica as¨ª el proceso mental que caracteriza a la anorexia: "Es algo que te ataca al cerebro y al final no piensas en otra cosa, d¨ªa y noche, en lo gorda o lo delgada que est¨¢s. No haces m¨¢s que mirarte al espejo y no puedes pensar en nada m¨¢s".
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