"Somos parte de la sociedad cr¨ªtica", declara el galardonado
En su ¨¢tico de Barkston Garden, en Londres, Carlos Fuentes se dispon¨ªa a escribir la segunda entrega de una trilog¨ªa latinoamericana cuando le lleg¨®, ayer, la noticia del Premio Pr¨ªncipe de Asturias. A la satisfacci¨®n de este escritor mexicano de 65 a?os, considerado por muchos como "el maestro de Am¨¦rica", se uni¨®, quiz¨¢, esa peque?a incomodidad de volver a ser el centro de atenci¨®n para los medios de comunicaci¨®n. Algo que le obliga a alejarse de M¨¦xico siempre que tiene entre manos una nueva obra.Su mujer, Silvia, le recog¨ªa las llamadas de medio mundo y Fuentes, que ha recibido ya el Premio Cervantes, no disimulaba una satisfacci¨®n desbordante por este nuevo galard¨®n. "Primero porque es un premio muy prestigioso y adem¨¢s es asturiano y Asturias es para m¨ª algo muy especial, porque de all¨ª son dos de mis grandes profetas literarios: Jovellanos y Leopoldo Alas".
Su humor es ¨®ptimo. Y m¨¢s s¨®lida que nunca su convicci¨®n de que no existe barrera alguna entre los escritores en castellano a uno y otro lado del Atl¨¢ntico. "Somos una comunidad ling¨¹¨ªstica. Yo reclamo esa unidad y reclamo a Juan Goytisolo como escritor latinoamericano de la misma manera que otros me ven a m¨ª, o a Vargas Llosa como un escritor espa?ol". Lo ¨²nico que lamenta es que todav¨ªa, a estas alturas, el deconocimiento en Espa?a de la literatura que se hace en Latinoam¨¦rica sea tan grande.
Dentro de tres semanas ver¨¢ la luz en M¨¦xico la primera parte de esta nueva trilog¨ªa. Se trata del volumen mexicano, titulado Diana: la cazadora solitaria, en el que el autor de Geograf¨ªa de la novela, aborda un doloroso episodio de su vida pasada. "Casi por primera vez en mi vida he escrito una novela autobiogr¨¢fica en la que paso revista a una pasi¨®n de juventud, una pasi¨®n devastadora que dur¨® dos meses".
?No es eso puro exhibicionismo?. "Eso he temido durante mucho tiempo. Pero creo que no, porque en esta novela soy muy cr¨ªtico conmigo, con mi conducta pasada, con mi incapacidad para el amor", responde.
Fuentes rechaza con seguridad, aunque siempre con esa cortes¨ªa tan suya de diplom¨¢tico, que el suyo sea un caso de escritor de corte. "Yo creo que los escritores somos parte de la sociedad civil", dice, "de la sociedad propositiva, de la sociedad cr¨ªtica, que quiere pa¨ªses mejores, tr¨¢tese de M¨¦xico o de Espa?a, dos pa¨ªses que en estos momentos est¨¢n pasando por crisis pol¨ªticas de distinta naturaleza, pero crisis pol¨ªticas en las que estamos presentes los escritores. Por lo menos, en mi caso, yo tengo una posici¨®n cr¨ªtica, y una posici¨®n dialogante en mi sociedad que es la mexicana".
"Me propongo hacer un lenguaje cada vez m¨¢s comunicable. Asegurar la comunicabilidad del lenguaje y el vigor de la imaginaci¨®n es en realidad la principal tarea del escritor". Pese a los vaticinios m¨¢s agoreros, Carlos Fuentes no cree que la novela est¨¦ amenazada de muerte sino todo lo contrario, atraviesa la ¨¦poca de mayor esplendor en su historia, y ello pese a la competencia de un medio de impacto masivo como la televisi¨®n. "No desprecio ning¨²n medio masivo, creo que la literatura siempre ha coexistido con la cultura popular. La cultura literaria siempre ha sido minoritaria adem¨¢s. Lo que pasa es que hoy hay un fen¨®meno que a m¨ª me alarma mucho. Es que, b¨¢sicamente la televisi¨®n, est¨¢ haciendo creer a la gente que puesto que ofrece tanta informaci¨®n, ofrece toda la informaci¨®n. Le est¨¢ haciendo creer a la gente que est¨¢ supremamente informada cuando est¨¢n peor informados que nunca. Y ¨¦ste es un grave problema, no s¨®lo para la literatura, sino para el periodismo escrito. Porque hay cosas que s¨®lo se pueden decir mediante un editorial en un peri¨®dico. Hay cosas que s¨®lo se pueden entender gracias al tiempo, a la atenci¨®n que requiere la lectura de la prensa o de la literatura. Estamos en esa crisis que es la de creer que estamos bien informados cuando no lo estamos. Es imposible tener toda la informaci¨®n de lo que pasa en el mundo en veinte minutos".
Frente al ingl¨¦s
La amenaza de la imagen est¨¢ clara. Pero ?y la colonizaci¨®n ling¨¹¨ªstica del ingl¨¦s? Su optimismo o quiz¨¢ su cordura le llevan a pensar que la cultura espa?ola no puede salir malparada de la permanente confrontaci¨®n con la anglosajona. "La preponderancia de la cultura anglosajona es, a veces, la preponderancia de una cultura comercial, superficial, por lo tanto casi desechable como un kleenex o muy pasajera", dice."En segundo lugar, la novela, que es lo que a m¨ª me preocupa, es hoy muy internacional, no puede decirse que haya un acaparamiento de la literatura por parte de los anglosajones. Si vemos la variedad de las novelas que hoy se escriben en todo el mundo, en tantas lenguas, el Caribe, ?frica, el Oriente, Am¨¦rica Latina, no veo un monopolio de los escritores en ingl¨¦s y, adem¨¢s en los Estados Unidos, pa¨ªs vecino del m¨ªo, a veces cuando se habla, de que M¨¦xico ser¨¢ un pa¨ªs invadido culturalmente por EE UU con la firma del Tratado de Libre Comercio, a m¨ª me da mucha risa, porque hay 20 millones de hispanoparlantes en los Estados Unidos, y en M¨¦xico quiz¨¢ s¨®lo tres personas hablamos correctamente el ingl¨¦s: el presidente Carlos Salinas, Jorge Casta?eda y yo. As¨ª es que la desproporci¨®n es muy muy grande, m¨¢s bien que tengan miedo ellos. Son ellos los que tendr¨¢n que acabar aprendiendo espa?ol".
El idioma espa?ol goza de buena salud. Pero ?y la eterna fobia antiespa?ola? "La hispanofobia ya pas¨®. La presencia espa?ola en Am¨¦rica Latina tuvo luces, tuvo sombras. No se pod¨ªa echar todo por la borda. Pero al final negamos no s¨®lo el pasado espa?ol, negamos el pasado ind¨ªgena y negamos el pasado negro".
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