Pista al chotis

En un principio fue la eterna reina del cupl¨¦, la incombustible Olga Ramos, que como ella mismo dijo en su actuaci¨®n, tiene "setenta y ..., no, cincuenta y tantos a?os", la que anim¨®, con sus canciones trufadas de comentarios picarones, a las m¨¢s de 300 personas [edad media, 65 a?os] que se reunieron ayer en el centro cultural El Torito, de Moratalaz, para inaugurar las fiestas de San Isidro.Despu¨¦s salieron a escena los m¨¢s chulos y las m¨¢s castizas de cada barrio para dar una lecci¨®n de chotis a los presentes.

Era un concurso y s¨®lo gan¨® una pareja, pero a cualquiera de las diez que salieron, a juicio del jurado, le sobraba empaque y torer¨ªa para haberse llevado la placa del premio a casa.

Olga Ramos, que actu¨® media hora m¨¢s de lo previsto, estuvo acompa?ada en todo momento por su inseparable pianista, Marta Mart¨ªn, y, en algunos momentos, por su hija, tambi¨¦n cupletista, Olga Mar¨ªa.

El p¨²blico se ri¨® con las bromas medio verdes de la veterana cantante, aplaudi¨® sus canciones de siempre -La chica del 17, Y ven y ven y ven, entre otras- y celebr¨®, sobre todo, las alusiones ir¨®nicas a la edad media del auditorio. Algunos de los espectadores, incluso, participaron en las bromas: en una canci¨®n, de titulo El pulverizador, Olga Ramos solicit¨® la colaboraci¨®n de un caballero para que, imaginariamente, rociara de agua de colonia a las se?oras de la primera fila.

El hombre hizo lo que pudo, aunque desde el escenario Olga Ramos no hac¨ªa otra cosa que animarle: "?chele m¨¢s soltura, hombre, m¨¢s soltura". Al final, una respetuosa reverencia de la cupletista y un beso en la mano por parte del caballero devolvi¨® la compostura a la sala.

Mientras se celebraba el recital de cupl¨¦s, a 10 metros, en el vest¨ªbulo de la entrada, algunos de los participantes del concurso de chotis comenzaban a ensayar: peque?as vueltecitas sin salirse de un baldos¨ªn imaginario, como mandan los c¨¢nones, sin mucha aplicaci¨®n todav¨ªa, a guisa de calentamiento.

Pa?uelito rojo

Virgilio Benito, de 67 a?os, ganador de la edici¨®n del a?o pasado, -aunque, todo hay que decirlo, con una sola pareja de contrincante- lleg¨® entonces: gorra, pasador del Atleti a la corbata, insignia del oso y el madro?o en la solapa, chaquetilla, pa?uelito rojo y programa de festejos en el bolsillo.

"Mi mujer ha sido la que me ha dicho que viniera as¨ª para bailar", comentaba Virgilio, que, acto seguido, dej¨® de hablar de San Isidro, de chotis y de verbenas para ponerse a despotricar de la corrupci¨®n. "A la c¨¢rcel con todos", dec¨ªa, aplastando a un alto cargo imaginario con el paraguas. Despu¨¦s explic¨® algo del vestuario: "Esto", se?alando a la gorra, "se llama barcusa".

"Qu¨¦ barcusa ni barcusa", neg¨® Fernando D¨ªez, otro de los participantes, de 62 a?os, nacido en Chamber¨ª: "Esto es una gorra y punto", sentenci¨® chulescamente dejando la discusi¨®n terminada.

Acab¨® Olga Ramos, con una ovaci¨®n enorme, y llamaron a los bailarines. S¨®lo dos canciones para decidir a los mejores. Entre los participantes, destacaron dos ni?os de 6 a?os, futura cantera del barrio en lo que a baile castizo se refiere. Son¨® aquello de Madrid, Madrid, Madrid, y las parejas comenzaron a moverse.

Ellos erguidos, casi tiesos, de vez en cuando la mano en el bolsillo, o la pierna levantada estilo garza, sin levantar nunca los pies mucho, con cara de aqu¨ª estoy yo"; ellas bordeanfo al hombre, girando alrededor de ¨¦l con garbo, llev¨¢ndolo [el chotis es un baile en el que la mujer gu¨ªa los pasos del hombre].

Al final, los dos ganadores, los dos que "m¨¢s respetaron los pasos del baile", seg¨²n Carmen Zafra, cantante l¨ªrica y componente del jurado, fueron Arturo Riol, de 50 a?os y Mar¨ªa Teresa Vera, de 48. Ella naci¨® en Madrid, ¨¦l en Almer¨ªa, aunque, desde los ocho a?os, vive "en el foro".

Todas las parejas, las que se levaron premio y las que no, salieron contentas. Muchas de ellas volver¨¢n a marcarse un chotis el domingo en la pradera de San Isidro.

"Eso s¨ª, si no cae un chaparr¨®n como el de hoy, porque si no, se va todo a hacer pu?etas", comentaba una de las bailarinas con un impagable acento de la Puerta de Toledo.

"No somos profesionales, pero hay que reconocer que nos gusta mucho y que ensayamos mucho", dec¨ªa Miguel Palomino, uno de los que no se llevaron nada a pesar de que antes de subir al escenario se hab¨ªa atusado los bigotes con gran estilo chulapo.

Manuel del Pino, con "sesenta casta?itas en el cuerpo" [p¨®ngase acento zarzuelero] qued¨®, junto a su mujer, Francisca Leal, en tercer lugar.

No importa. Algunos de los asistentes al concurso comentaban que hab¨ªa sido el m¨¢s chulo en el escenario. "Y a mucha honra", dej¨® claro el maduro bailar¨ªn.