En el barro est¨¢ la marcha
El barrizal de la Casa de Campo no impide que multitud de j¨®venes acudieran a los conciertos de anoche
A las nueve y media de la noche, justo cuando el brit¨¢nico Bitt McLean sal¨ªa al escenario, las cinco mil personas que le esperaban ten¨ªan que moverse por un suelo mitad de agua, mitad de barro. Dos horas m¨¢s tarde, cuando la actuaci¨®n de los Rodr¨ªguez estaba en pleno apogeo, no hab¨ªa casi un pedazo de suelo seco en el que posar los pies y el p¨²blico se hab¨ªa duplicado. Pero de la misma manera que los organizadores del concierto no consiguieron en todo el d¨ªa secar el suelo con arena, el barro no impidi¨® que los j¨®venes, unos 10.000, estrenaran la explanada de la Casa de Campo, con capacidad para 35.000 personas.
El programa inclu¨ªa tambi¨¦n la actuaci¨®n de Antonio Vega y Rev¨®lver (Texas y Bob Geldof Inalmente no actuaron ni el jueves ni ayer). Minutos antes de comenzar, los organizadores todav¨ªa estaban nerviosos: el d¨ªa anterior se hab¨ªa tenido que suspender el mismo concierto. Mar¨ªa Jos¨¦ Casado, una de las 25 personas que participan en la organizaci¨®n por parte de la Cadena 40 Principales, explic¨® que tanto los equipos de sonido como los de luces se hab¨ªan cubierto con pl¨¢sticos para que no volviera a pasar lo de la noche anterior.
Delante del escenario el problema era encontrar un sitio en el que poder mantener los pies secos. Unos charcos, casi peque?os lagos, hac¨ªan de frontera, entre los grupos del p¨²blico, que con mucha tranquilidad buscaban las rutas secas para trasladarse de un sitio a otro sin ensuciarse los zapatos.
La mayor¨ªa hab¨ªa acudido a escuchar a Los Rodr¨ªguez, a Rev¨®lver o Antonio Vega. As¨ª lo comentaba la mayor¨ªa y as¨ª se hizo patente cuando a las diez de la noche apareci¨® en el escenario el grupo que lidera el argentino Andr¨¦s Calamaro.Parec¨ªa entonces que el barro y el agua ya no ensuciaban los zapatos porque la gente quer¨ªa acercarse al escenario sin importarles mucho chapotear en el agua. Y seg¨²n avanzaba la noche, iba llegando m¨¢s y m¨¢s p¨²blico.
Pegados al suelo
To malo es que no puedo salar, me quedo pegada" dec¨ªa una joven. Y a su lado otra exclamaba: "?Me hundo, me huno!". Estribillos como "quiero en el ¨²nico que te muerda la oca" o "dame de comer" eran coreados casi al un¨ªsono por un p¨²blico cada vez m¨¢s animado. Los Rodr¨ªguez se despidieron "brindando hasta la cirrosis por la vacuna del sida" dando paso al esperado Antonio Vega.
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