El pufo de un galard¨®n politico

La lista de premios del 470 Festival de Cine de Cannes es discutible, pero defendible en casi todos sus apartados, salvo de manera estruendosa en los dos galardones de segunda clase concedidos con sacacorchos al bodrio chauvinista franc¨¦s -que s¨®lo se ver¨¢ en Francia y no se olvide que este es un festival internacional-, Grossefatigue.

Conceder una distinci¨®n de tipo t¨¦cnico por sus efectos especiales a una vulgar duplicaci¨®n de imagen que haga ver juntos en la pantalla al protagonista del filme y a su doble, interpretados ambos por el mismo actor, es como poco rid¨ªculo, pues es ¨¦ste un juego de espejos casi tan viejo como el cine.

Pero es m¨¢s que rid¨ªculo, porque es penoso y produce un sentimiento de verg¨¹enzaajena, conceder a este filme el premio al mejor gui¨®n, cuando tiene un gui¨®n'mediocre y se hace la operaci¨®n sac¨¢ndose de la manga un galard¨®n que no se conced¨ªa desde hace muchos a?os, mientras hay en el concurso una pel¨ªcula como Rojo, que tiene un gui¨®n magistral de Zbigniew Piesiewicz, uno de los m¨¢s importantes escritores de cine de Europa. A?adamos que Rojo ha sido la pel¨ªcula mejor puntuada por la cr¨ªtica internacional y que se ha ido sin ning¨²n premio, cuando era evidentemente una de las favoritas del p¨²blico, junto a Ex¨®tica, de Atom Egoyan, y A trav¨¦s de los olivos, del iran¨ª Abbas Kiarostani, que han sido tambi¨¦n discriminadas.

'Rojo', discriminada

Por ello, discriminar a Rojo para meter en la lista de oro, aunque sea por la puerta trasera, a Grosse fatigue s¨®lo es explicable como un acto de incompetencia del jurado -cosa dudosa, porque en ¨¦l hay dos zorros del oficio cinematogr¨¢fico, como Clint Eastwood y Pupi Avati- o bien como una concesi¨®n, voluntaria o involuntaria, de ¨¦ste a la presi¨®n ambierital, period¨ªstica, gremial y oficial creada en Cannes para encumbrar este mediocre filme, que ha sido tildado por la prensa independiente de su propio pa¨ªs como regresivo, reaccionario y ultranacionalista. Se trata por tanto, de un galard¨®n pol¨ªtico, y como tal hay que entenderlo: uno de los habituales pufos pro domo habituales en Cannes.

La mezcla de sorpresa, aplausos y rechazos con que fue recibida en la Gran Sala Lumiere la proclamaci¨®n de la Palma de Oro para Puip Fiction se convirti¨® en un aut¨¦ntico alboroto pr¨®ximo al esc¨¢ndalo en la sala Claude Debussy, donde se concentraron los periodistas y enviados especiales. No obstante, este irregular filme americano es defendible, pues tiene momentos fulgurantes y un gui¨®n ?le agilidad e inventiva excepcionales.