La gran decepci¨®n
La legislatura del Mercado Com¨²n, de la Uni¨®n Europea y de la ampliaci¨®n termina desle¨ªda en la mediocridad
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"Cada vez que hay elecciones se dice que el nuevo Parlamento Europeo [PE] ser¨¢ constituyente", cuenta el comisario europeo y ex eurodiputado Marcelino Oreja. En esta ocasi¨®n, ya nadie lo cree. El final de la actual legislatura (1989-1994), posiblemente la m¨¢s importante de la historia de la Uni¨®n Europea (UE), no da pie a nuevos excesos de euforia europe¨ªsta como los que se produc¨ªan en la segunda mitad de los a?os ochenta.La C¨¢mara ahora disuelta ha tenido en sus manos las grandes decisiones que han definido el rumbo de Europa, pero los diputados no han querido utilizar sus poderes para torcer el camino marcado por los Estados miembros y por la Comisi¨®n, y han optado en la mayor parte ?le casos por la resignaci¨®n y la obediencia.
Los 518 eurodiputados que han formado la tercera legislatura europea, elegida directamente por sufragio universal, han ten?do en sus manos los resortes m¨¢s decisivos de la construcci¨®n europea, que han coincidido con los mayores cambios geopol¨ªticos del ¨²ltimo medio siglo en Europa.
Su trabajo ha sido imprescindible para la aprobaci¨®n de las m¨¢s de 500 directivas y reglamentos del Mercado ?nico. Sus opiniones y dict¨¢menes han pesado en la conferencia intergubernamental de donde sali¨® el Tratado de Maastricht, en diciembre de 1991.
Han sido consultados con car¨¢cter obligatorio sobre la creaci¨®n del Espacio Econ¨®mico Europeo (la zona de libre comercio m¨¢s grande del planeta, con los pa¨ªses de la Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio o EFTA). Han tenido un papel determinante en la reforma de la PAC (pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n) y de la PCP (pol¨ªtica com¨²n de pesca), en la aprobaci¨®n de las perspectivas financieras hasta 1999, en la creaci¨®n del Fondo de Cohesi¨®n y en la ratificaci¨®n del Acta Final de la Ronda Uruguay del GATT. Y, finalmente, han aprobado la ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea a cuatro nuevos pa¨ªses: Austria, Finlandia, Suecia y Noruega.
El presidente de la Comisi¨®n, Jacques Delors, considera que "el Parlamento Europeo, durante los ¨²ltimos diez a?os, ha jugado un papel ¨²til en la reactivaci¨®n de la construcci¨®n europea". Pero, a la vez, piensa que deb¨ªa hacerse "conocer mejor por la opini¨®n p¨²blica".
El Parlamento Europeo, por ejemplo, ha aprobado como m¨ªnimo doce resoluciones sobre la guerra en la antigua Yugoslavia, alguna de ellas a contracorriente de las otras instituciones europeas, como es el caso de la que exigi¨® la dimisi¨®n de David Owen como negociador europeo.
Pero est¨¢ claro que el Parlamento Europeo no ha sido una voz clara y contundente sobre el conflicto de Bosnia, a pesar de la enorme buena voluntad desplegada por la mayor¨ªa de los eurodiputados y de la presi¨®n que ha conseguido ejercer en algunos momentos sobre el Consejo de Ministros. Ni siempre sus resoluciones han tenido id¨¦ntica contundencia: en unas se niega la eventual partici¨®n de Bosnia y en otras se efect¨²an condenas en abstracto o con matices excesivos.
Car¨¢cter err¨¢tico
una de las caracter¨ªsticas del Parlamento Europeo es el car¨¢cter err¨¢tico de sus- posiciones como resultado del enorme absentismo de los parlamentarios. La asistencia media de los diputados a las sesiones plenarias, atendiendo a la firma de las actas, es de casi el 75%. Pero los periodistas y el p¨²blico que acuden a los plenos saben que la gran mayor¨ªa de las sesiones se desarrollan ante una sala vac¨ªa, con apenas una o dos docenas de cumplidores. No es extra?o, en consecuencia, que puedan producirse votaciones descontroladas o contradictorias.
Desde el punto de vista de sus poderes ante el Consejo de Ministros y la Comisi¨®n, el Parlamento ha sido perro ladrador y poco mordedor. En numerosas ocasiones ha amenazado con bloquear decisiones, principalmente mediante la utilizaci¨®n de una. de sus armas m¨¢s importantes, como es el control de su propio orden del d¨ªa y de su calendario.
En el caso de la ampliaci¨®n de la UE, por ejemplo, el Parlamento Europeo pudo retrasarla hasta la siguiente legislatura s¨®lo Con exigir el cumplimiento de todos los plazos en cada comisi¨®n y en la propia Mesa de la C¨¢mara. Prefiri¨®, sin embargo, atender a las presiones que se le hicieron y permitir as¨ª que se votara a tiempo, a pesar de que la negociaci¨®n se cerr¨® con un retraso de m¨¢s de un mes.
A pesar de todo, el Parlamento Europeo se ha consagrado, en esta legislatura como una importante instituci¨®n internacional en la vigilancia de los derechos humanos y como un impulsor de los procesos de democratizaci¨®n en todo el mundo, aunque los tratados le dan escasa capacidad de maniobra en pol¨ªtica exterior.
All¨ª donde hay m¨¢rgenes de maniobra, como es la ratificaci¨®n de los acuerdos internacionales, el Parlamento Europeo lo ha utilizado para exigir el respeto de los derechos humanos: ¨¦ste ha sido el caso de Israel, Marruecos y Siria.
Gracias a la acci¨®n del PE, la Uni¨®n est¨¢ pr¨¢cticamente obligada ahora a incluir cl¨¢usulas de condicionalidad sobre derechos humanos en todos los acuerdos internacionales. Tambi¨¦n es un fruto de la presi¨®n del PE la enorme aportaci¨®n que realiza la UE en ayuda alimentaria y humanitaria y en cooperaci¨®n con el Tercer Mundo, hasta el punto de constituirse en el primer donante mundial.
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