Todos los sectores del cine espa?ol se rebelan en el ¨²ltimo momento contra la 'ley Alborch'

El cine espa?ol se ha puesto de nuevo en pie de guerra. Pero en esta ocasi¨®n todos est¨¢n en la misma trinchera. La divisi¨®n que provoc¨® la promulgaci¨®n de la ley de cine entre los distintos sectores afectados ha dado paso a la uni¨®n de todos en contra del texto que hoy pasa su ¨²ltimo tr¨¢mite parlamentario en el Pleno del Congreso. La manzana de la discordia es ahora la enmienda aprobada en el Senado por la que las autonom¨ªas con m¨¢s de una lengua ofi cial gozar¨¢n de la potestad de cambiar cuotas de pantalla, licencias de doblaje y sanciones. Todos coinciden en que esta facultad supone una utilizaci¨®n del cine espa?ol con fines claramente pol¨ªticos, como el de la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica.

La elaboraci¨®n del complicado castillo de naipes que ha supuesto todo el entramado de la ley de cine desde su presentaci¨®n como decreto hasta su tramitaci¨®n parlamentaria como proyecto se ha derruido de un soplo. ras el revuelo provocado por exhibidores y distribuidores en contra de la ley con huelga de salas de cine incluida el pasado 20 de diciembre -la primera en la historia de Espa?a-, parec¨ªa que las aguas hab¨ªan vuelto a su cauce. Aunque las cuotas de pantalla y las licencias de doblaje, verdaderas bestias negras de la ley, no han sufrido ning¨²n cambio importante en su tramitaci¨®n parlamentaria, los exhibidores y distribuidores claudicaron, no todos con buena cara, y se sentaron a negociar con los restantes sectores.Sin embargo, la enmienda transacional, propuesta por el Grupo Vasco y apoyada por los socialistas, CiU y el Grupo Mixto en el Pleno del Senado del pasado 18 de mayo, ha dado al traste con todas las esperanzas negociadoras. Ayer, Cultura comunic¨® la suspensi¨®n de las cuatro reuniones previstas para ayer por la tarde y hoy y a las que iban a asistir representantes de todos los sectores cinematogr¨¢ficos con el objetivo de dialogar sobre los puntos m¨¢s pol¨¦micos de la ley.

Balmaseda, de viaje

Aunque la excusa dada por Cultura fue que Enrique Balmaseda, director del ICAA, se encontraba de viaje y que hoy ten¨ªa una reuni¨®n en Madrid, la realidad es que tanto los productores como distribuidores y exhibidores fueron anulando su asistencia progresivamente a lo largo de la ma?ana en se?al de protesta con la enmienda aprobada en el Senado. Cultura no tuvo m¨¢s remedio que comunicar la suspensi¨®n.

La enmienda de la discordia se?ala textualmente: "Las comunidades aut¨®nomas con m¨¢s de una lengua oficial espa?ola podr¨¢n, o¨ªdas las asociaciones afectadas, adaptar las modalidades de cumplimiento a que se refieren los art¨ªculos 6, 7 y 8 de la ley". Estos art¨ªculos hacen referencia a las cuotas de pantalla, las licencias de doblaje y las sanciones.

Hasta los productores, los ¨²nicos que como un solo hombre han apoyado y mimado el texto de esta ley desde un principio, est¨¢n que trinan. Jos¨¦ Mar¨ªa Otero, director general de la Fundaci¨®n Procine, que re¨²ne a los principales productores espa?oles y cuyo comit¨¦ ejecutivo se reuni¨® ayer con car¨¢cter de urgencia, mostr¨® su preocupaci¨®n por el riesgo que implica el que cada autonom¨ªa pueda libremente fijar sus porcentajes. "Se ha utilizado el cine para otras finalidades extracinematogr¨¢ficas como es la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica. El cine tiene una vocaci¨®n internacional y no se puede pensar en hacer cine para un determinado territorio", se?al¨® Otero.

El director de la Fundaci¨®n Procine mostr¨® su extra?eza y sorpresa por el hecho de que se haya aprobado esta enmienda en un momento en el que tanto las licencias de doblaje como las cuotas de pantalla se est¨¢n negociando entre los distintos sectores afectados. "Son los productores, exhibidores y distribuidores quienes tienen que ponerse de acuerdo y no dejarlas al libre albedr¨ªo de las diferentes pol¨ªticas auton¨®micas", dijo Otero. Seg¨²n un comunicado de la Fundaci¨®n Procine, "si la enmienda aprobada en el Senado se incorpora definitivamente a la ley, destruir¨¢ la finalidad que la propia ley buscaba de promover el cine espa?ol y afectar¨¢ negativamente por igual al cine en cualquier lengua espa?ola, castellano, catal¨¢n, euskera o gallego y a los productores, distribuidores y exhibidores".

Esta misma opini¨®n es compartida por el distribuidor y exhibidor Enrique Gonz¨¢lez Macho, que afirma lac¨®nico que "esto es lo peor que le ha podido pasar al cine espa?ol en los ¨²ltimos 20 a?os". "Va a suponer la fragmentaci¨®n del mercado unitario del cine en Espa?a; a partir de ahora habr¨¢ un mercado castellano, otro catal¨¢n, otro vasco y muchos m¨¢s", se?ala Gonz¨¢lez Macho. "Al tener competencias las comunidades aut¨®nomas para legislar en este campo no se persigue el bien del cine sino el de la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica", a?ade.

Tambi¨¦n el presidente de la Federaci¨®n de Exhibidores, Jos¨¦ del Villar, quiere alertar sobre la peligrosidad y la inseguridad jur¨ªdica que va a suponer "el que la ley se aplique de una manera en una parte del Estado y de otra en las distintas autonom¨ªas biling¨¹es".

Por su parte, el subsecretario de Cultura neg¨® intencionalidad pol¨ªtica en dicha enmienda. "No hay ning¨²n motivo de preocupaci¨®n. Es una simple adaptaci¨®n para reconocer y asumir la complejidad del Estado de las autonom¨ªas. Muchas comunidades tienen competencia en materia de espect¨¢culos y esto lo ten¨ªamos que reconocer. No implica ninguna modificaci¨®n sustancial de la ley".

Para Miguel ?ngel Cort¨¦s, portavoz de Cultura del Partido Popular, con esto se demuestra que "el Gobierno utiliza el cine primero para conseguir apoyo electoral y ahora para obtener apoyo parlamentario".