Un jurista vocacional e imparcial

A sus 50 a?os, Carlos Granados P¨¦rez, casado y con cuatro hijos, es el magistrado m¨¢s joven de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Es considerado un jurista de vocaci¨®n y de trayectoria, que s¨®lo se ha de dicado a su profesi¨®n de magistrado, desde la que aporta al m¨¢ximo cargo del ministerio fiscal la necesaria imparcialidad. Granados es socio fundador de la asocia ci¨®n judicial Francisco de Vitoria, en la que de fendi¨® la necesidad de crear una aut¨¦ntica polic¨ªa judicial y critic¨® al Ministerio del Interior por no impulsar un cuerpo policial con de pendencia directa de los jueces y fiscales, en cumplimiento de la Constituci¨®n y para asegurar la no ingerencia del Ejecutivo en la investigarci¨®n de las conductas delictivas. El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, proponente de Granados, declar¨® ayer a Efe que el nuevo fiscal general es absolutamente independiente y "una persona que puede encarnar correctamente el car¨¢cter institucional que debe tener la Fiscal¨ªa General del Estado". De car¨¢cter tranquilo, minucioso y metido de lleno en los asuntos judiciales de su competencia, Granados es tambi¨¦n un declarado apasionado por las motos y por los viajes. Sus amigos recordaban ayer las escapadas sobre dos ruedas que Granados ha realizado los fines de semana a Jerez y otros destinos. Seg¨²n declar¨® ayer en Lanzarote, asume el cargo "con responsabilidad y tambi¨¦n con satis facci¨®n". El sustituto de Eligio Hern¨¢ndez se mostr¨® especialmente optimista sobre su la bor, a pesar del momento pol¨ªtico delicado en que llega al. cargo. "Yo creo que va a salir todo fenomer¨ªa, se?al¨®. "Hay que actuar con se renidad y que cada cual cumpla con las responsabilidades,que le corresponden", manifest¨® en declaraciones a este diario, informa Carmelo Rivero. No se siente nada inquieto ante - la posibilidad de ser cuestionado desde algunos sectorespol¨ªticos: "Yo aporto mi profesionalidad, la de una persona que se ha dedicado exclusivamente a ser juez y magistrado, y cuyo ¨²nico cometido era aplicar la ley. Creo que eso es un bagaje interesante para las funciones del fiscal general del Estado".. Granados dice tener "una gran confianza en toda la ciudadan¨ªa" y opina que "es bueno que la sociedad exija que los fiscales cumplan con los ,cometidos que marca la Constituci¨®n. Eso es sano". Considera que ,,al fiscal general lo que hay que exigirle es que act¨²e con arreglo al principio de legalidad, que ya es importante".

El reto al que se enfrenta, seg¨²n dice, es nada menos que remover la acci¨®n de la justicia, la defensa de la legalidad, la independencia de los tribunales y la tutela de los derechos fundamentales".

Pide "un margen de confianza" y, ante todo, 11 un respiro hasta que tome posesi¨®n". En consecuencia, de momento mantiene silencio sobre cu¨¢l ser¨¢ su repertorio de actuaciones m¨¢s inmediatas en relaci¨®n con los casos de corrupci¨®n. Y repite: "Lo ¨²nico que puedo aportar es mi modesta condici¨®n de magistrado".

El nombramiento lo ha recibido como una noticia "muy importante para m¨ª". "Asumo el cargo con un gran honor. Lo que me parece fundamental es que hay una carrera fiscal por la que siento gran respeto y admiraci¨®n".