La OEA denuncia al Gobierno peruano por su persecuci¨®n de Alan Garc¨ªa

La Comisi¨®n de Derechos Humanos de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) ha resuelto que "el Gobierno peruano es responsable de la violaci¨®n de los derechos a la libertad, a la seguridad y a la debida defensa del ciudadano Alan Garc¨ªa", por haber reabierto un proceso terminado por la Corte Suprema y por actos de violencia, como el asalto de su domicilio. La comisi¨®n exige al Gobierno peruano "dejar sin efecto los procesos iniciados".El ex presidente de Per¨² ha remitido a EL PA?S el siguiente escrito desde su exilio en Bogot¨¢ (Colombia) una vez conocida la decisi¨®n de la Comisi¨®n de Derechos Humanos de la OEA:

"Hablar hoy d¨ªa de corrupci¨®n es frecuente. Pero tambi¨¦n la manera m¨¢s f¨¢cil de destruir a un adversario pol¨ªtico es acus¨¢ndolo de corrupci¨®n. Se le acusa, se suscita un esc¨¢ndalo, despu¨¦s las rectificaciones y las aclaraciones no contrarrestan el clima creado. Se logr¨® el objetivo.

Por cuatro a?os, desde que dej¨¦ la presidencia del Per¨², he sido sometido a diversas acusaciones y procesos. Todo ep¨ªteto, toda acusaci¨®n por absurda que fuera, se aceptaron contra m¨ª. Que ten¨ªa una casa de 11.000 metros en Miami, al lado de la Julio Iglesias; que ten¨ªa 50 millones de d¨®lares en ocho cuentas (la precisi¨®n la dio un rufi¨¢n cubano de Miami que luego confes¨® haber sido instruido por sus contratantes del Per¨²); que hab¨ªa vendido aviones Mirage a Irak; que ten¨ªa casas en Buenos Aires, en Par¨ªs, en Nueva York; en fin, que hab¨ªa recibido dinero por la construcci¨®n de obras p¨²blicas, como el tren el¨¦ctrico.

Cada una de estas acusaciones hicieron noticia en muchos peri¨®dicos del mundo. En el ¨ªnterin, fui clandestino ante el golpe, fui asilado, muri¨® mi padre y no pude asistir a su entierro, etc¨¦tera.

Hoy, la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, me da la raz¨®n. Antes me la dio la Corte Suprema. Pero, ahora, ?qui¨¦n rectifica, compensa o endereza el estruendo de cuatro a?os de malas noticias? Tal vez el que los lectores conozcan esa resoluci¨®n, y sepan que, aunque es cierto que hay corrupci¨®n en la pol¨ªtica, tambi¨¦n es un arma de bajo nivel en ella, acusar con falsedades a alguien, con el prop¨®sito de destruirlo". Firmado: Alan Garc¨ªa.