"No est¨¢n las cosas para espantar a los clientes"
Los hosteleros temen la implantaci¨®n de zonas limpias de humo de tabaco
Miedo y escepticismo. Los hosteleros de Madrid no ocultan su desacuerdo ante la propuesta de la Consejer¨ªa de Salud de crear zonas de no fumadores dentro de los restaurantes. "Ser¨ªa un problem¨®n". Rafael Garc¨ªa, encargado de Casa Mingo, se expresa con rotundidad. "No est¨¢n las cosas como para espantar con obst¨¢culos al cliente", concluye. Todos los propietarios de resturante consultados est¨¢n alarmados; menos los poqu¨ªsimos que ya hab¨ªan delimitado zonas de no fumadores en sus locales: ?c¨®mo aislar las mesas de no fumadores del humo invasor? "Los-biombos-dejanpasar-humo", apunta la propietaria del local China Imperial, en Mauricio Legendre. "Pero los espa?oles fuman todos", agrega, resignada, en un espa?ol dificultoso."Nos adaptaremos si nos lo piden, pero el restaurador que no tenga varios saloncitos en el local no tiene salida", apuntan desde Zalaca¨ªn, uno de los grandes. Pero el se?or Blas, el encargado del restaurante, lleva tiempo advirtiendo cierto retroceso en el consumo de tabaco. "Pocos de nuestros clientes encienden ya puros", observa. Los que s¨ª fuman como chimeneas son los asiduos de Alfredo's, en Juan Hurtado de Mendoza, un restaurante de comida americana, cl¨¢sico entre jugadores de baloncesto, familias con ni?os y chavales en busca de un men¨² asequible. "Aqu¨ª hay colillas hasta en el suelo, y se pone de humo a tope", explica gr¨¢ficamente uno de los encargados. Y es cierto, pero no parece molestar a los congregados en el local.
En Hylogui, restaurante de comida casera en Ventura de la Vega, s¨ª han notado que los clientes piden mesas sin humo. "Sobre todo los extranjeros", afirma Demetrio Hern¨¢ndez, el encargado. "Pues tendremos que adaptarnos a las normas", explica. Pero los hay que ni obligados. En A Todo M¨¦xico responden lac¨®nicamente: "Dejamos al cliente para que fume lo que quiera". Sin m¨¢s. En Amad¨ªs, en Andr¨¦s Mellado, donde un buen plato de lentejas no pasa de 250 pesetas, ni se plantean el problema. "Aqu¨ª hay muy pocas mesas", apuntan.
Tolerancia mutua
Algunos se adelantaron a esta oleada antitabaco. En el tiempo en que estuvo prohibido fumar en el local, los camareros del resturante vegetariano Artemisa presenciaron agrias discusiones entre comensales fumadores y no fumadores.Incluso fueron objeto de peticiones desesperadadas por parte de adictos a la nicotina que no pod¨ªan pasar sin su dosis antes y despu¨¦s de comer. "Por favor, s¨®lo uno". Sara Castro, una de las propietarias del restaurante, en Ventura de la Vega, recuerda con humor c¨®mo el encargado de turno ten¨ªa que mediar entre dos clientes enfrentados por el humo o dar permiso para que alguien fumase. Hasta que decidieron que les ahorrar¨ªa esfuerzos apelar sencillamente a la tolerancia mutua entre fumadores y no fumadores.
La frase "Se ruega no fumar" al final de la carta y la ausencia de ceniceros en las mesas sustituyeron al letrero de "Prohibido fumar". ?Y si alg¨²n cliente desea encender un cigarrillo? "Se le pide que lo haga del modo m¨¢s discreto posible y ya est¨¢". "Dejamos que la conciencia de cada uno decida", sentencia Castro, "nos ahorra tiempo y discusiones".
En la cadena de restaurantes Vips se adelantaron hace a?o y medio a la reciente propuesta de la Consejer¨ªa de Salud. "En nuestros buzones de sugerencias hab¨ªa siempre muchas peticiones de gente para que cre¨¢ramos zonas aisladas del humo del tabaco", cuenta Guillermo Moreno, portavoz de la empresa. Los restaurantes Vips, que cuentan con unos 250 asientos de media, tienen reservado un 30% de su capacidad para los fumadores. Y, seg¨²n Moreno, la cosa da resultado. "M¨¢s que una legislaci¨®n", explica, "lo que funciona en estos casos es el respeto mutuo". Moreno asegura que cada vez existe una demanda mayor por las mesas sin humo y que adem¨¢s "los clientes lo agradecen".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.