Novillos en Estrasburgo

Los eurodiputados espa?oles de la legislatura que termina (1989-1994) a pesar de hallarse a mitad de la tabla por pa¨ªses de asistencia a las sesiones parlamentarias (74% frente al 60% de Italia y el 86% de Irlanda y Holanda) no dan pie apenas a casos escandalosos, salvo el gran absentista que ha sido Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos. Cuatro famosos europeos todav¨ªa le superan en ausencias. En cabeza se halla el magnate de la prensa francesa Robert Hersant, propietario del diario Le Figaro y de decenas de cabeceras, y le sigue el ex primer ministro socialista italiano, ahora huido de la justicia, Bettino Craxi. Antes de llegar a Ruiz-Mateos todav¨ªa aparecen otro italiano, el ex comunista, ahora adscrito al grupo socialista, Achille Occhetto, y otro ex primer ministro, el socialista franc¨¦s Laurent Fabius.En la tabla m¨¢s baja de la clasificaci¨®n se encuentran aut¨¦nticos notables de la pol¨ªtica europea, como el dirigente comunista franc¨¦s Maxime Gremetz, el escritor ex socialista Max Gallo y numerosos primeros espadas italianos, como Arnaldo Forlani, Giovanni Goria o Giorgio Napolitano.

Detr¨¢s hay todav¨ªa un nutrido pelot¨®n que se sit¨²a por debajo del 50% de asistencia y supera ampliamente a los espa?oles. Si vamos a la otra punta de la lista, en cambio, se observa que abundan los eurodiputados espa?oles, empezando por el que registra el m¨¢ximo cumplimiento, el catal¨¢n Antoni Guti¨¦rrez D¨ªaz (IU), ex aequo con el conservador brit¨¢nico Edward Kelett Bowman (PPE), y seguido a escasa distancia de otra espa?ola, Carmen Llorca Vilaplana (PPE). Numerosos diputados espa?oles se hallan tambi¨¦n entre los 20 primeros clasificados.

En contraste con la cola de lista, no son realmente muy conocidos los que ofrecen una mejor hoja de asistencia. Aparte de Guti¨¦rrez y de Llorca, al lector espa?ol puede sonarle tan s¨®lo el de Karel Dillen, el dirigente de laextrema derecha flamenca (Vlaams Blok), que se halla tambi¨¦n entre los mejores (270 sesiones y 96%).

El estudio de asistencia a las sesiones del Parlamento realizado conjuntamente por varios corresponsales extranjeros en Bruselas (The Independent, Lib¨¦ration, Irish Times, Frankfurter Afigemeine y EL PA?S) se ha basado en las actas diarias firmadas por los eurodiputados y facilitadas por el propio Parlamento. Pueden haberse producido errores producto del nivel de fiabilidad del registro.

Uno de estos errores se da en el caso de Enrique Bar¨®n, que presidi¨® la C¨¢mara durante la primera mitad de legislatura y no firm¨® las hojas diarias de asistencias durante esta etapa, seg¨²n han asegurado fuentes de su propio gabinete y el propio parlamentario en una carta al director. Bar¨®n contaba con un nivel de participaci¨®n del 58% y se hallaba en el noveno lugar de la clasificaci¨®n por ausencias.

La firma de las actas es el ¨²nico indicio disponible hasta ahora para conocer la dedicaci¨®n de los representantes populares. En el caso de los diputados italianos, durante la legislatura m¨¢s complicada de la historia en cambios y procesamiento de parlamentarios, Pueden haberse producido tambi¨¦n errores en la obtenci¨®n de los porcentajes.

EL PA?S public¨® el pasado jueves, adem¨¢s del trabajo estad¨ªstico, sobre asistencia, las. cuentas del trabajo parlamentario de los diputados espa?oles, divididos en tres cap¨ªtulos: informes, resoluciones y preguntas realizadas por cada uno de ellos. Este trabajo, en el que como m¨ªnimo dos eurodiputados -ConsueloRuiz-Jim¨¦nez (CDS) y Karmelo Landa (HB)- han podido documentar errores, se ha realizado con el material suiministrado por el propio Parlamento, consistente en un dossier por cada uno de los 60 diputados espa?oles.

?sta es la primera vez que un grupo de peri¨®dicos europeos realiza un control de la actividad de una legislatura del Parlamento Europeo (PE), una instituci¨®n que cuenta con poderes limitados y con fama de poca dedicaci¨®n por parte de sus miembros. La publicaci¨®n simult¨¢nea del estudio ha producido un buen n¨²mero de rectificaciones y matizaciones de eurodiputados en distintos pa¨ªses. Fuentes del propio Parlamento aseguran que en la pr¨®xima legislatura deber¨¢ ser la C¨¢mara la que organice el control estad¨ªstico y p¨²blico de sus miembros.