Juegos Ol¨ªmpicos Madrid 2004
El motivo de nuestra carta no es otro que el demostrar nuestra perplejidad por los gobernantes locales y auton¨®micos de Madrid. Se supone, al menos en teor¨ªa, que el alcalde del Ayuntamiento de Madrid tiene que mirar por su ciudad, independientemente de donde haya nacido. No se comprende, pues, que ceda la candidatura de los Juegos Ol¨ªmpicos del 2004 a Sevilla (su ciudad natal), ya que, seg¨²n dice, se trata de pueblos hermanos. Nadie lo pone en duda, el problema es que Sevilla ha tenido su oportunidad en el a?o 1992 de modernizar sus infraestructuras, al igual que Barcelona. Sin embargo, Madrid pierde una vez m¨¢s otra batalla, esta vez en manos de -?in¨¦dito!- su propio alcalde. No se ve, pues, futuro a esta ciudad ca¨®tica y abandonada por sus autoridades. El resultado a la vista est¨¢: autopistas a la espa?ola (?con sem¨¢foros!, como el cierre norte de la M-30 o el eje Sinesio Delgado, ambas de reciente construcci¨®n), el metro no llega ni de lejos a la periferia (al contrario que en capitales como Par¨ªs o Berl¨ªn). El se?or Leguina no se queda corto: pendiente ¨²nicamente de conseguir sedes lujosas y despilfarrar, perdi¨® la oportunidad de llevar el tren a las importantes poblaciones de Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes. Las industrias del sur de la comu?idad huyen a la cercana Castilla-La Mancha, por las. ventajas empresariales que ofrecen, ante la pasividad del c¨¢ntabro Joaqu¨ªn Leguina. En definitiva, sin querer dar la raz¨®n al separatista Arzalluz con su teor¨ªa de "los que no son de aqu¨ª", ?qui¨¦n mira por los intereses de esta comunidad de casi cinco millones de almas? - Fernando Mart¨ªn Brieskorn y 37 firmas m¨¢s.
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