China y los derechos humanos
Aunque gran parte de la atenci¨®n mundial se ha vuelto hacia Europa, la conmemoraci¨®n del D¨ªa D y el triunfo de nuestros valores sobre la tiran¨ªa en la larga guerra fr¨ªa, no debemos vacilar ante el desaf¨ªo de promover esos mismos valores -la libertad y la prosperidad- en Asia, y especialmente en China. En esa regi¨®n se encuentran muchos de los profundos desaf¨ªos para los intereses nacionales estadounidenses; en esa regi¨®n se medir¨¢ en gran parte el progreso de nuestra generaci¨®n.En China est¨¢ tomando forma una econom¨ªa del siglo XXI. El a?o pasado, China fue la econom¨ªa que m¨¢s creci¨® en todo el mundo, un mercado donde se vendieron bienes producidos en EE UU por valor de 8.000 millones de d¨®lares, y la fuente de 150.000 puestos de trabajo norteamericanos. China tiene un arsenal nuclear y derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU; es un factor b¨¢sico en la seguridad asi¨¢tica y mundial. Estados Unidos y China comparten intereses importantes, como la desnuclearizaci¨®n de la pen¨ªnsula coreana y la protecci¨®n del medio ambiente mundial. Y es en China donde la marcha humana por la libertad tiene que recorrer algunos de los trechos m¨¢s dif¨ªciles que a¨²n quedan.
Hemos ganado la guerra fr¨ªa sopesando de forma realista y continua los intereses de seguridad, econ¨®micos y morales de EE UU. Protegeremos nuestros intereses y lograremos avances en China haciendo exactamente lo mismo. Nuestro reto est¨¢ en c¨®mo comerciar con China sin vender nuestros ideales; c¨®mo contribuir a que el crecimiento econ¨®mico lleve a una mayor libertad individual; c¨®mo defender nuestros intereses en una China m¨¢s abierta a la vez que reconocemos otros intereses sustanciales en China y en toda Asia.
Por eso he renovado la condici¨®n de naci¨®n m¨¢s favorecida (NMF) para China, y he tomado un nuevo rumbo para apoyar a las fuerzas del cambio constructivo en ese pa¨ªs y reforzar al mismo tiempo la relaci¨®n entre EE UU y China. En mayo del a?o pasado, firm¨¦ una orden ejecutiva que condicionaba la futura renovaci¨®n de la categor¨ªa de NMF para China a un avance global en siete aspectos de la situaci¨®n de los derechos humanos. Despu¨¦s de a?os de discusiones y vetos, ya no hab¨ªa dos l¨ªneas pol¨ªticas para China -una del Congreso y otra del presidente-, sino una ¨²nica pol¨ªtica norteamericana hacia esa naci¨®n.
La orden ejecutiva y el aumento de los contactos de alto nivel con China a lo largo del a?o dieron su fruto. Los chinos han resuelto casos urgentes de emigraci¨®n sobre los que les hab¨ªamos llamado la atenci¨®n, y est¨¢n permitiendo visitas de inspecci¨®n en relaci¨®n con las exportaciones chinas producidas por presos. El Gobierno liber¨® a Wang Juntao y Chen Ziming, dos de los disidentes m¨¢s importantes de la ¨¦poca de la plaza de Tiananmen, junto con varios presos religiosos prominentes. Nos ha proporcionado informaci¨®n sobre algunos otros presos. China ha iniciado conversaciones serias con el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja para permitir las visitas a prisiones. El Gobierno chino ha expresado su aceptaci¨®n de la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos, y ha iniciado conversaciones t¨¦cnicas con EE UU para poner fin a la interferencia de las emisiones de la Voz de Am¨¦rica.
Esos pasos me alegran, pero no creo que constituyan un avance suficiente. Decir lo contrario no reflejar¨ªa sincera ni exactamente la situaci¨®n en China. Aunque China liber¨® a algunos disidentes, fueron mucho m¨¢s los no liberados, y en el mismo periodo fueron arrestados o detenidos otros chinos que aparentemente s¨®lo son culpables de expresar pac¨ªficamente sus opiniones. Y ha habido pocos avances, o ninguno, en la protecci¨®n de la herencia espec¨ªfica cultural y religiosa de T¨ªbet.
Aunque est¨¢ claro que el decreto ejecutivo y el resto de nuestros esfuerzos han producido resultados que han supuesto una verdadera diferencia en la vida de algunas personas, el vincular los derechos humanos a la condici¨®n de NMF nos ha llevado todo lo lejos que pod¨ªa llevarnos. Ante los avances que ha llevado a cabo China en una ¨¦poca de turbulencia y dificultad pol¨ªticas, muy pocos defensores de los derechos humanos han pedido la retirada total de la condici¨®n de NMF. Pero algunos siguen proponiendo sanciones puntuales pero radicales, o la vinculaci¨®n de los derechos humanos con la revisi¨®n anual de la condici¨®n de NMF.
Creo que esos planteamientos tienen menos probabilidades de promover la causa de los derechos humanos en China, y m¨¢s probabilidades de socavar los intereses de EE UU en ese pa¨ªs, que el planteamiento que estamos aplicando. Un debate anual que vinculara la condici¨®n de NMF a los derechos humanos amenazar¨ªa con bloquear un necesario avance en cuestiones de seguridad y econ¨®micas, y supondr¨ªa pocos avances adicionales, o incluso ninguno, en derechos humanos.
Con China debemos seguir nuestro programa de derechos humanos en una forma que no la a¨ªsle de EE UU. No podemos ayudar a cambiar los derechos humanos en China si no estamos all¨ª. La mejor manera de hacerlo es con unos medios m¨¢s directos, m¨¢s concretos, para obtener nuevas mejoras. Por ello emprenderemos un nuevo e intenso programa, desvinculado de la condici¨®n de NMF, para apoyar a todos los que en China trabajan por la democracia y los derechos humanos. Contaremos la historia de la libertad al pueblo chino. Lanzaremos Radio Asia Libre, aumentaremos las emisiones a China de la Voz de Am¨¦rica y estableceremos un programa semanal de televisi¨®n de la Voz de Am¨¦rica para informar de la situaci¨®n en China.
Apoyaremos a los que defiendan la dignidad del pueblo chino. Animaremos a las organizaciones no gubernamentales de EE UU a que proporcionen asistencia, cuando ¨¦sta sea deseada y pueda ser recibida legalmente, a las muchas organizaciones privadas de reciente creaci¨®n que se esfuerzan por promover la causa de los derechos humanos en China.
Animaremos a la comunidad empresarial a que trabaje por un cambio gradual. Pediremos a los l¨ªderes empresariales estadounidenses que se unan a nosotros para desarrollar voluntariamente un conjunto de principios relativos a la actividad de las empresas norteamericanas que realicen negocios con o en China, para que su presencia contribuya m¨¢s a mejorar las condiciones laborales, ampliar el acceso a la informaci¨®n del pueblo chino y mejorar en otras formas la situaci¨®n de los derechos humanos en ese
Pasa a la p¨¢gina siguiente
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.