R¨¦plica de 'Egin'
Al amparo de lo dispuesto en la Ley Org¨¢nica 2/84, de 26 de marzo, reguladora del derecho de rectificaci¨®n, y como quiera que en la edici¨®n del diario EL PA?S de 21 de mayo de 1994 y en su primera p¨¢gina y p¨¢ginas 14 y 17 se difunden una serie de informaciones bajo los titulares ETA exige el pago de 100 millones a m¨¢s de un centenar de empresarios de Madrid, Mafia y Oleadas de cartas de ETA exigiendo entre 50 y 100 millones a empresarios y profesionales de Madrid. Las fuerzas de seguridad creen que la campa?a obedece a la asfixia financiera de HB y 'Egin', que el que suscribe considera falsas e inexactas, y como quiera que su divulgaci¨®n le puede causar perjuicios, exige dentro del plazo legalmente establecido el derecho de rectificaci¨®n con el mismo tratamiento tipogr¨¢fico.Considero que las acusaciones publicadas en su diario sobre la financiaci¨®n de Egin, adem¨¢s de inexactas y falsas, responden a la l¨ªnea editorial de ese peri¨®dico, que viene dando muestras de hostilidad obsesiva hacia nuestro diario desde hace ya mucho tiempo, hasta llegar, como ¨²ltimo episodio, a la aberraci¨®n period¨ªstica m¨¢s absoluta de relacionarnos gratuitamente con una supuesta oleada de impuesto revolucionario que todav¨ªa est¨¢ a la espera de ser confirmada en su veracidad, credibilidad y autenticidad.
Veracidad que, en el caso de ser certificada, tampoco servir¨ªa para justificar que EL PA?S, en base a unas supuestas "fuentes de la seguridad", deje por sentada la relaci¨®n entre el "impuesto revolucionario" y el diario Egin, que "ha renovado gran parte de su equipo industrial, origin¨¢ndose cuantiosos gastos", tal y como se se?ala en su p¨¢gina 17 del 21 de mayo.
?nica frase dedicada por EL PA?S a nuestro peri¨®dico en tono que pretende ser acusatorio, que no est¨¢ entrecomillada, por lo que ni siquiera se desprende que fuera facilitada por las "fuentes de la lucha contraterrorista", y que les sirve para titular a toda p¨¢gina. Justificaci¨®n que les da soporte para, en el mismo tono acusatorio, incluirlo como denuncia en su primera p¨¢gina y como envoltorio ideol¨®gico de su editorial, en el que incluyen como gran acusaci¨®n la valoraci¨®n pol¨ªtica de un dirigente que p¨²blica y notoriamente ha mostrado sus irresistibles ganas de cerrar nuestra rotativa, apelando a inconsistentes infamias del mismo corte que EL PA?S.
Ustedes nos han acusado de connivencia con la organizaci¨®n ETA gratuitamente, sin ning¨²n tipo de argumento, ni prueba, ni indicios racionales, con abuso tipogr¨¢fico, teniendo como ¨²nico soporte la prepotencia de un peri¨®dico que se considera a s¨ª mismo "como uno de los 20 de mayor prestigio y seriedad del mundo". Calumnias que ¨²nicamente tienen explicaci¨®n en mentes cuarteleras que, como EL PA?S, quieren imponer el omn¨ªmodo control de los medios de comunicaci¨®n mediante la fuerza que les da el poder¨ªo econ¨®mico y pol¨ªtico.
Usted y sus redactores, con evidente ligereza y mala intenci¨®n, han acusado a este peri¨®dico y a sus redactores de subsistir econ¨®micamente de manera ?legal y perseguible por la justicia. Han acusado a este peri¨®dico, del que me considero orgulloso en dirigir, de financiarse mediante el delito. Si bien no me habr¨ªa molestado en contestar ante el comportamiento canallesco de ejercitar el periodismo, su persistencia en divulgar la iniquidad y mantener la tropel¨ªa hace que le env¨ªe estas l¨ªneas que me permiten recordar a usted y a mis periodistas que el colectivo de Egin, en el que me incluyo, es en estos momentos el mayor acreedor de la empresa, como as¨ª ha reconocido ante notario la direcci¨®n de la empresa. La financiaci¨®n de Egin, tema que a ustedes tanto les da que pensar, descansa fun-
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