"El nuevo C¨®digo Penal pondr¨¢ en la calle a 13.000 presos"
David Beltr¨¢n aventura que el nuevo C¨®digo Penal supondr¨¢ la excarcelaci¨®n de unos 13.000 reclusos. Cree que "hacer una redefinici¨®n de cu¨¢l es el papel del sistema penitenciario" es la ¨²nica salida viable al hacinamiento de los internos.
El fiscal David Beltr¨¢n Catal¨¢, de 34 a?os, valenciano, lleva tres meses al frente de Instituciones Penitenciarias. Antes ejerci¨® su profesi¨®n en Bilbao durante nueve a?os, dos de ellos como fiscal de vigilancia penitenciaria. Es partidario de que hombres y mujeres compartan prisi¨®n, "como sucede en la vida ordinaria". Da la impresi¨®n de que ser¨ªa feliz si alg¨²n d¨ªa se quedara sin clientes para sus c¨¢rceles.
Pregunta. ?La entrada en vigor del nuevo C¨®digo Penal provocar¨¢ una excarcelaci¨®n masiva?
Respuesta. Todav¨ªa no lo hemos cuantificado. Pero va a ser bastante gente la que salga de prisi¨®n. No s¨®lo los grupos despenalizados (los que tienen entre 16 y 18 a?os o los insumisos), sino que la rebaja de algunas penas y la aparici¨®n del arresto de fin de semana significar¨¢n un ampl¨ªsimo porcentaje de gente que no va a entrar a cumplir pena.
P. ?Tiene algunos c¨¢lculos?
R. Estimo que una cuarta parte de los reclusos actuales podr¨ªa llegar a no estar en el sistema penitenciario o a entrar por v¨ªa del arresto sustitutorio. Es decir, entre 12.500 o 13.000.
P.?Cu¨¢l es el principal problema de las c¨¢rceles?
R. El hacinamiento, que es un problema casi paralizante porque sobre un sistema penitenciario que en ning¨²n caso estaba previsto para m¨¢s de treinta y pico mil presos, tener casi 50.000 son demasiados. S¨®lo el ¨ªmprobo esfuerzo de los funcionarios salva un poco el tema.
P. ?Hay que renunciar entonces a la idea de que cada preso est¨¦ en una celda individual?
R. Hay que tender a tener a uno por celda. Pero la realidad es que en este momento no se puede. Hacer una redefinici¨®n de cu¨¢l es el papel del sistema penitenciario es la ¨²nica salida viable. En este momento hay un modelo fracasado.
P. Dice usted que hay personas que no ten¨ªan que estar entre rejas. ?A qui¨¦nes se refiere?
R. Hay bastantes. Por ejemplo, todos los que tengan penas as, de menos de un a?o, no tiene ning¨²n sentido que est¨¦n ah¨ª. Se mire por donde se mire. Por mucho que sean reincidentes algunos. Todo lo que son, por ejemplo, delitos relacionados con las toxicoman¨ªas, hay mecanismos alternativos m¨¢s eficaces que el ingreso en prisi¨®n de cara a su resocializaci¨®n. Todos esos no tendr¨ªan por qu¨¦ estar en prisi¨®n. Y esto es un porcentaje elevad¨ªsimo. El 70% de las mujeres est¨¢n internas por delitos relativos al tr¨¢fico de drogas.
P. ?Los insumisos tampoco tendr¨ªan que estar encarcelados?
R. Tampoco. Aunque ahora hay ciento cincuenta y tantos y representan un porcentaje peque?o sobre casi 50.000 internos. Igual que los 350 j¨®venes con edades entre 16 y 18 a?os que tampoco pintan nada dentro de un centro penitenciario. Otro de los absurdos del sistema penal es que se castiga igual al gran narcotraficante que al que vende cinco gramos.
P. Los permisos a los presos sufrieron un dur¨ªsimo recorte a ra¨ªz del crimen de las tres ni?as de Alc¨¢sser (Valencia). ?Se mantiene ese recorte?
R. Despu¨¦s de lo de Alc¨¤sser se dijo: a menor n¨²mero de permisos, menos riesgo de quebrantamiento por parte de los reclusos. Pero es un planteamiento pol¨ªtico que no comparto en absoluto y que la Secretar¨ªa de Estado de Asuntos Penitenciarios no va a seguir de aqu¨ª en adelante. Vamos a derogar la circular-filtro que entr¨® en vigor para intentar limitar o controlar los permisos y sustituirla por otro mecanismo en el que se valoren una serie de riesgos. Los permisos de salida son un instrumento b¨¢sico para la resocializaci¨®n del individuo. La sociedad debe llegar a comprender que va a haber siempre quebrantamientos y que es responsabilidad de Instituciones Penitenciarias que no se repitan fen¨®menos como el de Alc¨¢sser.
P. ?C¨®mo va el plan para animar a los casi 7.000 presos extranjeros a que se vayan de aqu¨ª?
R. En algunos casos no tenemos instrumentos jur¨ªdicos que posibiliten la expulsi¨®n. En ning¨²n momento nos hemos planteado mandar a un extranjero a la horca y no admitimos que se expulse a personas que pudieran sufrir represalias. Hay otro grupo de gente que no quiere irse porque est¨¢ en el sistema penitenciario espa?ol mejor que en el suyo. Y por ¨²ltimo, hay otros extranjeros que quieren irse pero se lo impide la inoperancia administrativa.
P. ?Hay capacidad para resinsertar a estas personas en nuestro pa¨ªs?
R. Muchos de estos extranjeros ser¨ªan del grupo que no tendr¨ªa que estar en la c¨¢rcel. No s¨¦ muy bien qu¨¦ pinta en una prisi¨®n uno que roba un radiocassete y que tiene una pena de un mes. Si el Estado cogiera el coste de la estancia de ese extranjero en un centro penitenciario y pagara el radiocassette al ciudadano, ¨¦ste se quedar¨ªa tranquilo y el extranjero tambi¨¦n. La defensa a ultranza de un principio de legalidad decimon¨®nico lleva a esa situaci¨®n absurda.
P. ?Mantendr¨¢ la dispersi¨®n de los presos etarras?
R. S¨ª. Es una pol¨ªtica amparada en la ley, que tambi¨¦n se aplica a otros colectivos.
P. ?Se van a destruir los mecanismos de escucha de los locutorios de Alcal¨¢-Meco, como han ordenado los jueces?
R. Ni los hemos destruido ni los vamos a destruir. Ese sistema es una competencia propia de la Administraci¨®n y excede del ¨¢mbito de la del juzgado de vigilancia penitenciaria.
P. Antoni Asunci¨®n, anterior responsable de Asuntos Penitenciarios, quer¨ªa crear un cuerpo especial para que sus funcionarios vigilen las prisiones y hagan los traslados de los reclusos. ?Sigue usted con este proyecto?
R. Esa idea est¨¢ completamente aparcada. Esta funci¨®n la seguir¨¢n haciendo las fuerzas de seguridad del Estado.
P. ?Pondr¨¢ en el patio de la prisi¨®n de Valdemoro (Madrid) las jaulas que ide¨® Asunci¨®n?
R. No. Las jaulas est¨¢n desmontadas y vendidas a la chatarrer¨ªa. Haremos una especie de pistas de squash con paredes de hormig¨®n. Lo de las jaulas daba cierto repel¨²s.
P. ?Qu¨¦ va a pasar con los presos del Fichero de Internos de Especial Seguimiento, los FIES?
R. Lo vamos a seguir manteniendo. Hay internos que son un verdadero peligro y hay que aislarlos. Pero vamos a intentar buscarles una puerta de salida. Y si mejoran en su actitud pueden normalizar su vida penitenciaria.
P. ?Es usted partidario de que hombres y mujeres convivan en los mismos centros penitenciarios?
R. Mi objetivo es hacer la prisi¨®n lo m¨¢s parecido a la vida civil. Yo no acabo de entender por qu¨¦ en una prisi¨®n no van a convivir hombres con mujeres. Violadores hay en la calle y tambi¨¦n en la prisi¨®n pero eso no significa que tengamos que mezclar violadores con mujeres. Hay muchos presos que jam¨¢s cometer¨ªan un delito de violaci¨®n y no se entiende por qu¨¦ motivo no van a poder convivir juntos y normalizar su propia vida penitenciaria
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