El ejemplo de la "Lista Sarajevo"
La presentaci¨®n en Francia, para las elecciones europeas, de una lista titulada Europa Empieza en Sarajevo, por un grupo de intelectuales, escritores y artistas, ha sido uno de los pocos gestos renovadores en la cuesti¨®n europea en unas campa?as electorales que discurren principalmente por debates de pol¨ªtica local. Bernard-Henri L¨¦vy ha sido el principal motor de la iniciativa, en la que han tomado parte el escritor Andr¨¦ Glucksman, el profesor Alain Touraine, el cancer¨®logo Schwarzenberg, la actriz Marina Vlady y numerosos activistas de los comit¨¦s de solidaridad con Bosnia que existen en diversas regiones de Francia.El primer acto de la Lista fue convocar a los dirigentes de los partidos a que fijasen su posici¨®n, en una asamblea p¨²blica en la Sala de la Mutualit¨¦, ante los cinco puntos definidos por ella como base de su programa: mantener una Bosnia unitaria, aplicar de verdad las resoluciones de la ONU, levantar el embargo sobre las armas, instalar un tribunal internacional que juzgue los cr¨ªmenes de guerra y facilitar el retorno de los refugiados. La filosofia de ese acto era que, si los dirigentes de partido asum¨ªan las demandas fundamentales en la cuesti¨®n bosnia, la Lista se retirar¨ªa. Fue una sorpresa que el secretario general del Partido Socialista, Michel Rocard, se presentase, adoptando una posici¨®n m¨¢s bien positiva sobre el punto que los organizadores hab¨ªan puesto en primera fila de su programa. En discrepancia con el presidente FranQois Mitterrand, dijo que ¨¦l era partidario de levantar el embargo si no se lograba una soluci¨®n pac¨ªfica.Pero, al margen del acto concreto en la Mutualit¨¦, la Lista Sarajevo puso patas arriba la campa?a tal como se estaba desarrollando. De pronto, todo los l¨ªderes pol¨ªticos, en el seno incluso del Gobierno, se sintieron obligados a dar explicaciones sobre Bosnia. La campa?a se europeiz¨® de golpe y de la manera m¨¢s actual: poniendo en primer plano el fracaso europeo ante la guerra desatada en la antigua Yugoslavia. Y adem¨¢s superando el triste realismo en que se desarrolla hoy el debate oficial sobre Bosnia: parece que ahora lo decisivo es garantizar a la reci¨¦n creada Fedraci¨®n Bosnio-Croata un 51% del territorio de la antigua Bosnia y dejar a los serbios el restante 49%. Tal como hoy est¨¢ Europa (cuando ni siquiera se aplican las prometidas represalias a¨¦reas ante las descaradas violaciones serbias de los acuerdos firmados en Sarajevo y Goradze) es dif¨ªcil imaginar una soluci¨®n realista distinta de la del 51%. Pero en la base de ese realismo subyace la aceptaci¨®n de que Serbia ha ganado en su guerra salvaje de depuraci¨®n ¨¦tnica. Ahora se le discute a lo sumo porcentajes de territorio.
Quiz¨¢ menos realista, la plataforma de la Lista Sarajevo expresa de manera m¨¢s aut¨¦ntica los sentimientos del pueblo franc¨¦s; y sin duda de los pueblos europeos. En todo caso, al poco tiempo de ser presentada, los sondeos indicaban que podr¨ªa obtener un 12%, o incluso un 17%. Fue una sorpresa en el mundo pol¨ªtico franc¨¦s, y empezaron los c¨¢lculos sobre las reducciones que se operar¨ªan en las listas de los partidos: curiosamente con efectos parecidos para la lista socialista y la del Gobierno.
Al acercarse la fecha de las elecciones, la Lista Sarajevo se ha descompuesto, por su propia diversidad. A los m¨¢s ligados a los socialistas les basta el compromiso de Rocard. Otros quieren ir hasta el fin. En todo caso, lo importante es c¨®mo, cuando muchos partidos pol¨ªticos europeos pierden su fibra ideal, puede intervenir con eficacia un grupo de intelectuales para poner en el centro del debate pol¨ªtico los problemas reales, prescindiendo del lenguaje acartonado de la pol¨ªtica contempor¨¢nea. Experiencia que podr¨ªa ser ¨²til para que cada vez m¨¢s puedan entrar en escena iniciativas raras, heterodoxas, que tiendan a centrar la opini¨®n sobre temas candentes, separ¨¢ndose del juego demasiado rancio y desgastado de los partidos pol¨ªticos.
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