"No se pueden construir para¨ªsos econ¨®micos sobre infiernos sociales"
Tiene los libros amontonados, en las estanter¨ªas, en la mesa de trabajo. Y ha hecho un hueco en la agenda para acercarse a la Feria del Libro y comprar una compilaci¨®n de Jos¨¦ Luis L¨®pez Aranguren. En el centro del sal¨®n de su casa tiene un arc¨®n, cuidado, reluciente.Pregunta. En Espa?a, ?el que resiste, gana?
Respuesta. Cela cont¨® que cuando le entregaron el Nobel, el Rey le dijo: 'Camilo Jos¨¦, el que resiste, gana'. Eso es verdad en Espa?a y en todos lados. Aunque ¨¦sa es una f¨®rmula que tiene riesgos porque en el camino te puedes morir.
P. El PSOE ?se ha tomado una sobredosis de esa f¨®rmula?
R. Yo creo que no. Hubo un primer momento en que se pens¨® que el ¨¦xito del cambio depend¨ªa de que el periodo de gobierno socialista fuese lo suficientemente amplio. Ahora, el peligro no es la estabilidad. El corresponsal de Le Monde en Madrid ha escrito que en esta crisis por los casos de corrupci¨®n todas las instituciones han funcionado. Hoy, el peligro es la esclerosis. Lo que tiene que hacer el PSOE es renovar el sistema pol¨ªtico.P. Un novelista vasco dec¨ªa hace poco que hay errores que atan, que atan al pasado. ?Algo de eso le ha pasado al PSOE: atado con el caso Juan Guerra, atado con el caso Filesa ... ?
R. A m¨ª el PSOE actual me gusta mucho m¨¢s que el de hace dos a?os, porque hay m¨¢s ¨¢mbito de libertad y de debate. Puede tener m¨¢s problemas, pero es menos monol¨ªtico, menos unidimensional y est¨¢ m¨¢s cerca de la sociedad.
P. Usted lamentaba hace poco que la lucha contra la corrupci¨®n tropezaba con la lentitud judicial. Pero en el caso Mariano Rubio se ha visto una espectacular celeridad, a la que no ha sido ajena el empuje del Gobierno.
R. El efecto cat¨¢rquico de una sentencia judicial respecto de una situaci¨®n pol¨ªtica siempre llega retrasado, porque necesariamente el proceso judicial es lento. Aunque en Espa?a la lentitud es excesiva. El se?or Rubio debe tener la misma eventual sanci¨®n que cualquier ciudadano, pero tambi¨¦n las mismas garant¨ªas.
P. Los votantes ?qu¨¦ influencia pueden pensar que tiene en el PSOE la autocr¨ªtica que usted hace sobre la corrupci¨®n cuando el PSOE no cuenta con usted en ¨®rganos de direcci¨®n?
R. Estoy en el comit¨¦ federal. Pero usted se refiere a que no estoy en la ejecutiva. No estoy porque no he pretendido nunca estar. Si lo hubiese pretendido tampoco hubiese estado, porque yo tengo en el partido una posici¨®n muy autodisciplinada pero al mismo tiempo muy independiente. Y hasta ahora las ejecutivas han sido entendidas como ¨®rganos de colaboraci¨®n con la direcci¨®n personal del partido.
P. ?Se siente usted como una figura que su partido saca en estas elecciones como en los pueblos con sequ¨ªa se saca en procesi¨®n algunas im¨¢genes religiosas para atraer la lluvia?
R. Yo creo que no es eso. Yo he meditado mucho la decisi¨®n de volverme a presentar a la reelecci¨®n. He pensado que la situaci¨®n que se abre en Europa. es important¨ªsima, que la situaci¨®n en Espa?a es delicada, y hay cosas que ten¨ªa que decir. Y he pensado que, adem¨¢s, ten¨ªa que tratar de dignificar la campa?a. Mi condici¨®n de santo llevado en andas ah¨ª termina.
P. La dilaci¨®n de Gonz¨¢lez en se?alarle como candidato ?no ha herido su ego?
R. No. Le voy a decir una cosa m¨¢s eg¨®latra: mi ego no se colma siendo presidente de la delegaci¨®n socialista espa?ola en el Parlamento Europeo. Puede colmarse escribiendo un cuento del que digan que es uno de los 45.000 mejores cuentos de 1994.
P. ?Ve venir hacia usted una patada destinada al Gobierno?
R. No veo venir esa patada. A lo mejor me encuentro con ella. ?Qu¨¦ le vamos a hacer! Hay que tomar las cosas con sentido de la proporci¨®n. Pero yo creo que vamos a ganar las elecciones por uno o dos diputados. Si perdemos por esa misma cantidad, tampoco ser¨ªa una patada. Ser¨ªa la personalizaci¨®n en m¨ª de un proceso m¨¢s general, que adem¨¢s se puede corregir.
P. Usted est¨¢ muy convencido de que existe en Espa?a una m1yor¨ªa de centro-izquierda. Pero una cosa es que la haya y otra que esta vez vaya a votar ?no?
R. Ese es el punto. Y hay otro: el PSOE encontr¨® la f¨®rmula para representar a esa mayor¨ªa, y se trata de que encuentre la f¨®rmula para seguir represent¨¢ndola. Esa mayor¨ªa de centro-izquierda existe por razones de clase, de Estado aconfesional, porque el proyecto europeo ha sido siempre un proyecto ilustrado. Y esa mayor¨ªa generalmente se suele manifestar.
P. ?Usted es de los que cree que hay que resistirse a entregar al poder o es de los que intuyen que es en la oposici¨®n donde el PSOE lavar¨¢ sus manchas?R. Yo creo que en la oposici¨®n el PSOE tendr¨ªa m¨¢s facilidad para renovar abiertamente, espectacularmente su posici¨®n. Pero creo que no es necesario pasar a la oposici¨®n para renovarse. Se puede hacer desde el Gobierno.
P. Lo que s¨ª han pasado ustedes es de estar a la ofensiva a estar a la defensiva, de invocar la esperanza a invocar el miedo.
R. Dos cosas definen a un progresista: el convencimiento personal de que tu felicidad no es completa si no hay una felicidad colectiva, y el mirar hacia adelante. No hay que ser igual que el conservador que ama el pasado como presente.P. La comunicaci¨®n de las ayudas de la CE para 1995-1999 ?les ha llegado, a pocos d¨ªas de las elecciones, como agua de mayo?R. En los ¨²ltimos cuatro a?os, la cifra de los fondos estructurales para Espa?a fue aproximadamente la misma. Los fondos no han sido determinados en este momento por hacer un favor sino porque responden a una batalla ganada hace tiempo.
P. Usted ha dicho que Espa?a es el pa¨ªs que m¨¢s ha acortado su distancia con la riqueza media europea. Pero la pregunta es ?est¨¢ en condiciones de seguir acortando esa distancia?
R. Las personas de m¨¢s visi¨®n dentro de la UE saben que la Uni¨®n Europea no puede funcionar con las disparidades de riqueza. Entonces, est¨¢ en la naturaleza de las cosas el acortamiento de lo que nos distancia. Los datos concretos referidos al primer trimestre de este a?o muestran que continuamos el acercamiento.
P. ?Qu¨¦ piensa cuando el PP le dice que "no se pueden construir para¨ªsos sociales sobre cementerios econ¨®micos"?
R. Es una evidencia, pero una perogrullada. Tampoco se pueden construir para¨ªsos econ¨®micos sobre infiernos sociales.
P. Ustedes subrayan el acercamiento a la media europea en muchos aspectos. Pero en los tres ¨²ltimos a?os se han destruido en Espa?a 428.000 empleos industriales.
R. Ha habido un reajuste industrial, y hemos hecho un desarme arancelario enorme. ?Cu¨¢l es hoy el principal objetivo socioecon¨®mico? Identificar en que somos o podemos ser competitivos. Una de las debilidades espa?olas es que no tenemos marcas de aceptaci¨®n universal, salvo en vinos, conservas y productos derivados de la lana. Yo compro una cosa en Benetton y s¨¦ lo que compro. Tenemos que lograr que haya el equivalente a marcas de ese tipo, porque ¨¦sa ser¨¢ la manera de universalizar nuestros productos. Y eso no es cuesti¨®n de que gobierne el PSOE; se puede hacer con el PP, o con IU en el Gobierno.
P. Usted parece vivir un cierto desgarro: por un lado, la lealtad al Gobierno le lleva a considerar necesaria la alianza con CiU, y, por otro, su formaci¨®n le hace desear el entendimiento con Izquierda Unida.
R. ?se es uno de los puntos que yo considero esenciales: ?c¨®mo se puede hacer un giro a la izquierda manteniendo la colaboraci¨®n de nacionalistas catalanes y vascos? En la colaboraci¨®n con CiU se ha llegado a un punto tan avanzado que interrumpir la colaboraci¨®n resultar¨ªa negativo. El nacionalismo catal¨¢n est¨¢ a punto de descubrir que puede cumplir su modelo de desarrollo nacionalista dentro del Estado espa?ol. ?Como compaginar eso con un giro a la izquierda? Yo pienso que hay un margen, porque la base social de Catalu?a, incluso la que apoya a Pujol, son unas clases medias progresistas. Creo que esa base social aceptar¨ªa una pol¨ªtica mas a la izquierda. Y lo mismo, incluso con m¨¢s motivo, se puede decir de la base social del PNV. Anguita, por su parte, ha moderado el tono. En sus ¨²ltimas intervenciones parlamentarias ha estadio constructivo, lo que abre puertas a la colaboraci¨®n.
P. ?Se ha encontrado rejuvenecido en los carteles electorales?
R. Me he encontrado fataI. Creo que me han sacado como un rico de pueblo. Y ¨¦se no soy yo. Yo puedo ser muy feo, muy viejo, lo que usted quiera. Pero lo otro, no. En la foto de los carteles que han puesto en Catalu?a quiz¨¢ est¨¦ con ojeras, quiz¨¢ est¨¦ mal, pero yo me reconozco. El cartel principal que me han sacado yo no se lo regalar¨ªa a ninguna mujer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.