El crimen de Aravaca
El 6 de junio se inici¨® la vista del juicio contra los presuntos autores del asesinato de la inmigrante dominicana Lucrecia P¨¦rez. El tiempo transcurrido desde el crimen y la coincidencia con el periodo electoral que la sociedad espa?ola est¨¢ viviendo nos hacen temer que el proceso pase inadvertido o, peor a¨²n, caiga en el olvido.La Federaci¨®n de Mujeres Progresistas (FMP), que gestiona un programa de acci¨®n social dedicado expresamente a las mujeres inmigrantes, vivi¨® la muerte de Lucrecia P¨¦rez desde la proximidad que le permite su contacto permanente con las trabajadoras extranjeras y desde el dolor de su condici¨®n de organizaci¨®n no gubernamental integrada mayoritariamente por mujeres espa?olas. Casi dos a?os despu¨¦s, cuando la justicia se dispone a sentenciar el crimen de Aravaca, la FMP desea llamar la atenci¨®n no s¨®lo sobre el hecho que se est¨¢ enjuiciando -la muerte de una mujer extranjera, inmigrante y pobre-, sino sobre el significado y trascendencia de aquel suceso. Y recordar que el odio o la animadversi¨®n contra los extranjeros se alimenta de la intolerancia y la insolidaridad, que el racismo y la xenofobia son el caldo de cultivo del fascismo.
La muerte de Lucrecia fue una tragedia para los inmigrantes tanto como para los propios espa?oles, a quienes en aquel drama nos toc¨® el papel m¨¢s amargo. En la terrible tesitura de ser v¨ªctima o verdugo result¨® que los criminales estaban entre nosotros. Entonces como ahora repudiamos la idea de que las balas puedan sustituir a la palabra, la violencia al razonamiento. Pero entonces como ahora creemos que s¨®lo desde posiciones de tolerancia, respeto y solidaridad se puede construir un mundo menos injusto, donde haya espacio para todos los hombres y mujeres, ricos y pobres, cualquiera que sea el color de su piel y sus convicciones.
Entendemos que cualquier expresi¨®n de racismo o xenofobia es una amenaza para toda sociedad, y, por tanto, la tarea de erradicar esas expresiones, por ingenuas e inocentes que pudieran parecer, nos incumbe a todos. Quisi¨¦ramos, asimismo, destacar el papel que los medios de comunicaci¨®n tienen en este proceso a la hora de crear opini¨®n p¨²blica, y expresamos nuestra confianza en la justicia a la hora de sentenciar un crimen tan execrable contra una mujer que sali¨® de su pa¨ªs huyendo de la pobreza y muri¨® simplemente por eso, por ser mujer y pobre.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Antisemitismo
- Opini¨®n
- N¨®madas
- Extranjeros
- Guardia Civil
- Discriminaci¨®n sexual
- Orden p¨²blico
- Rep¨²blica Dominicana
- Tortura
- Inmigrantes
- Xenofobia
- Detenciones
- Caribe
- Seguridad ciudadana
- Integridad personal
- Inmigraci¨®n
- Derechos humanos
- Migraci¨®n
- Racismo
- Asesinatos
- Ultraderecha
- Pol¨ªtica exterior
- Etnias
- Fuerzas seguridad
- Sucesos