"No debemos ser ingenuos al liberalizar las telecomunicaciones"
"Seat recibir¨¢ dinero p¨²blico si realiza inversiones" dice Juan Manuel Eguiagaray (48 a?os), que critica que "no se han favorecido las vocaciones empresariales" y asegura que "ser¨ªa absurdo seguir reduciendo salarios para lograr m¨¢s inversiones
El ministro de Industria est¨¢ tranquilo. Cree que la econom¨ªa se recupera y espera poner las bases para que en Espa?a se desarrolle un tejido industrial. En este sentido, afirma que hay que aprovechar las oportunidades que ofrezca la liberalizaci¨®n de las telecomunicaciones, y no realizar este proceso "con ingenuidad".Pregunta. ?Existen datos para pensar que la econom¨ªa y la industria mejoran?
Respuesta. Son los propios empresarios los que vienen a decir que van mejor y que los sectores est¨¢n creciendo extraordinariamente.
P. La mejora, en plena campa?a electoral, es muy sugerente.
R. Efectivamente, puede parecer que el Ministerio de Industria est¨¢ interesado por el proceso electoral, pero la verdad es que vamos al alza. Es la realidad y, en el debate pol¨ªtico en el que estarnos, parece que algunos tienen mucho m¨¢s inter¨¦s en negar la evidencia que en contribuir en que la recuperaci¨®n pueda acelerarse.
P. No obstante, hay dato negativos como el paro y el d¨¦ficit comercial.
R. Los dos son positivos. Me explico: si nuestra econom¨ªa crece, tienen que crecer las importaciones. Que se empiece a expresar este crecimiento junto con el de exportaciones no es un elemento negativo, todo lo contrario. La cuesti¨®n del paro es m¨¢s preocupante, pero, todo hace pensar que este a?o podemos estar en tasas de creaci¨®n neta de empleo.
P. Pero los beneficios de las empresas crecen gracias al ajuste.
R. Es verdad. Cuando digo que se nota recuperaci¨®n es que el ajuste ya esta hecho. Pero ha sido demasiado brutal como consecuencia de un marco demasiado r¨ªgido que ha impedido adaptar las expectativas empresariales con suficiente flexibilidad a las condiciones econ¨®micas. Esto ha tenido una doble consecuencia: que cuando se han producido ajustes se han producido tard¨ªamente y que los ajustes han ido unidos a costes muy importantes que han supuesto grandes p¨¦rdidas.
Vocaci¨®n empresarial
P. ?El empresario espa?ol ha aprendido la lecci¨®n, tiene nivel, quiere invertir?
R. Este pa¨ªs no ha tendido a favorecer las vocaciones empresariales. Si acaso han tenido demasiado oropel personas que han encontrado cierto triunfo en sus vidas, pero que no han sido los empresarios constantes, silenciosos, menos brillantes, que son los que al final crean una base industrial importante. Creo que esto merece una revisi¨®n. En alguna fase ha sido m¨¢s f¨¢cil ganar dinero no tanto dedic¨¢ndose a la actividad industrial, sino a actividades especulativas. Afortunadamente, ya aparecen empresarios que no piensan en hacer dinero en dos a?os. Es una obligaci¨®n de este pa¨ªs dar un lugar muy relevante a la funci¨®n empresarial.
P. ?Qu¨¦ se puede ofrecer desde el ministerio?
R. La principal funci¨®n de la pol¨ªtica industrial es crear los factores que hagan posible la funci¨®n empresarial. Y hay otras prioridades, que no se consiguen en meses ni a?os, como crear una base industrial en la que la presencia de capital aut¨®ctono sea suficientemente significativo, aunque huyendo de cualquier especie de proteccionismo.
P. ?Y qu¨¦ papel juegan las multinacionales.
R. La presencia de capital extranjero es necesaria en muchos sectores. Es posible seguir haciendo una adecuada simbiosis entre capital nacional y extranjero. Adem¨¢s, dif¨ªc¨ªlmente vamos a ser competitivos en sectores a los que hemos llegado tarde y est¨¢n copados por multinacionales. Por ejemplo, en el autom¨®vil,donde se intent¨® tener una empresa importante y no fue posible. Sin embargo, en el ¨¢rea de telecomunicaciones tenemos una gran oportunidad. Sabiendo que tienen un gran adelanto sobre nosotros, podemos aprovecharnos del proceso de liberalizaci¨®n para crear una base industrial en interrelaci¨®n con multinacionales. No se trata de decir no queremos multinacionales, me parece rid¨ªculo. Se trata de saber c¨®mo somos capaces de que la presencia extranjera sirva para fortalecer algunas actividades en las que estamos, y c¨®mo podemos mejorar la presencia en algunos sectores no s¨®lo para tener una cuota en el mercado nacional, sino para salir al exterior.
P. ?C¨®mo se debe hacer, pues, la liberalizaci¨®n de las telecomunicaciones?
R. Tenemos que ir a un mercado m¨¢s abierto y aprovecharlo en beneficio del pa¨ªs. Pero ninguno de los pa¨ªses que nos rodean han dejado de expresar una gran prioridad para que ese proceso se hagan en beneficio de empresas industriales dentro del pa¨ªs. Y ¨¦ste es el ¨¦nfasis que pongo permanentemente. Hag¨¢moslo sin ninguna ingenuidad, tan pronto como seamos capaces y, al mismo tiempo, sin entregar un mercado a otros, sino tratando que pueda beneficiar al conjunto del tejido industrial. Es una posici¨®n que comparten empresas espa?olas y entienden las multinacionales que est¨¢n en Espa?a.
P. ?Y esta posici¨®n es compartida por todos los ministros?
R. Esta posici¨®n es compartida, incluso, con el ministro de Econom¨ªa. Yo soy partidario de la desregulaci¨®n, pero no de hacerla con una ingenuidad de la que se beneficien otros pa¨ªses.
P. ?Qu¨¦ va a hacer con Seat?
R. En la reciente cumbre hispano-alemana el ministro alem¨¢n quiso saber c¨®mo estaban las cosas relacionadas con Volkswagen y me expres¨® el deseo de mantener los compromisos con Espa?a y que el proceso de reestructuraci¨®n se haga con el m¨ªnimo de p¨¦rdidas de puestos de trabajo. Hay una comunicaci¨®n flu¨ªda en este sentido, pero le quiero agradecer que dijera que VW ten¨ªa que mantener su compromiso en Espa?a. La posici¨®n espa?ola esta clara. Ya hemos hablado muchas veces, llevamos hablando meses, y les he trasladado permanentemente el mismo mensaje, que es que pondremos dinero siempre que haya inversiones en proyectos industriales.
Huida de inversiones
P. ?No le preocupa la marcha de las inversiones de las multinacionales?
R. No ha habido una salida generalizada de inversiones. En 1993, un a?o especialmente malo, ha sido el cuarto en inversiones en control directo de empresas, me parece que es bastante expresivo. En un periodo de bajo impulso econ¨®mico, la capacidad de atracci¨®n cae. Es verdad, pero esas cosas empiezan a cambiar, no s¨®lo por medidas estructurales impulsadas por el Gobierno; sino por el inicio de un cambio en los comportamiento sociales en t¨¦rminos de moderaci¨®n salarial, de mejora de productividad. Pero no se puede esperar que el flujo de inversiones tenga la misma intensidad que en anos anteriores. Naturalmente, tenemos que seguir haciendo que siga siendo atractivo.
P. ?Y c¨®mo?
R. No a trav¨¦s de salarios baratos, que es absurdo en nuestra situaci¨®n, sino con un conjunto de elementos de pol¨ªtica econ¨®mica que siga haciendo competitiva la econom¨ªa. La moderaci¨®n salarial es uno de los elementos, pero no el ¨²nico. La flexibilidad es perfectamente compatible con el estado de bienestar y el clima social que facilite la competividad de la econom¨ªa.
P. ?No le parece un contrasentido que el precio del dinero sea m¨¢s caro para las peque?as y medianas empresas, que son la mayor¨ªa?
R. Es una de las deficiencias que hay que salvar. Uno de los muchos problemas desde el punto de vista de la competencia es el del acceso a la financiaci¨®n externa, porque la funci¨®n del banquero es muy conservadora y los riesgos se asumen en su m¨ªnima posibilidad. La primera garant¨ªa que tom¨¦ como ministro fue empujar el proyecto de ley de sociedades de garant¨ªa rec¨ªproca, que ha tenido una repercusi¨®n espectacular en las pyrnes. Eso hay que unirlo a los programas de ayuda del Instituto de Cr¨¦dito Oficial como otra v¨ªa de apoyo.
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