Los Toreros Muertos quieren resucitar

Quieren volver al ruedo musical. No tienen compa?¨ªa discogr¨¢fica ni disco, pero s¨ª unas ganas locas de volver a hacer el loco. El s¨¢bado por la noche, Toreros Muertos volvieron a subirse a un escenario, el de la sala El Sol. A las 12.30 -una hora m¨¢s tarde de lo previsto-, Pablo Carbonell y sus secuaces daban comienzo al show. No m¨¢s de 80 personas les esperaban.Un grupo de diez adolescentes se encargaron de levantar el concierto. Con su baile del pogo, sus subidas al escenario para tirarse en plancha sobre el p¨²blico y sus coros dieron el calor necesario para que Pablo Carbonell desplegara sus dotes de showman. El l¨ªder de esta banda tiene una vis c¨®mica inagotable. "La tengo desde hace seis a?os y todav¨ªa no me ha hecho pelotillas", bromeaba ense?ando la toalla que utiliza para secarse. La banda lleg¨® muy justa de ensayos y las gambas -errores- se sucedieron a lo largo de la noche, sobre todo al principio. Carbonell las supo rentabilizar. "Si ensayamos, sale peor", dec¨ªa en escena. "?Qu¨¦ es eso de venir a demostrar lo bien que lo haces?", preguntaba.

Los Toreros dieron un repaso a los temas que les catapultaron a la fama: Mi ag¨¹ita amarilla -versi¨®n hardcore-, On the desk y Yo no me llamo Javier, m¨¢s otros 13 temas (s¨®lo uno nuevo).

A la 1.30 ya eran unas 150 personas las que bailaban. Una chica que llegaba al final del concierto preguntaba a un amigo: "?Son los Toreros Muertos?". Ante la respuesta afirmativa, volv¨ªa a preguntar: "?Y d¨®nde est¨¢ Pablo Carbonell?". El tipo lo se?alaba, y ella segu¨ªa inquiriendo: "?Ese gordo?"'. El l¨ªder de los Toreros ha cogido unos cuantos kilos. "Me los quiero quitar con actuaciones", dice.