Un amigo
Soy lectora de EL PA?S desde que sali¨® a la venta, y lo compro en un quiosco cercano a mi trabajo.Todo el afecto que siento por este peri¨®dico, nacido del roce diario con esas hojas de papel escritas y su contenido, lo he ido sintiendo tambi¨¦n por la persona que me lo facilitaba: el quiosquero.
Durante a?os, esa persona ha estado puntualmente en su puesto, con sol o nublado, en lectivos y festivos, desde temprano hasta tarde, vendiendo lo m¨¢s importante del mundo: la noticia escrita, el libro y la cultura. Y ha habido algo m¨¢s: con el tiempo, el se?or del quiosco de la esquina se convirti¨® en un nombre propio, y por ¨¦l le llamaba, con el don delante porque ten¨ªa todos los elementos necesarios para llevarlo: culto, atento, discreto, observador, generoso y, sobre todo, amigable. Con ¨¦l he comentado las noticias que aparec¨ªan en EL PA?S, me ha aconsejado sobre una mejor forma de preparar una receta que sal¨ªa en cualquier revista, me ense?aba nuevos coleccionables que pod¨ªan interesarme, incluso me permit¨ªa hojear lo expuesto. Y esos minutos diarios de charla consiguieron que ¨¦l aprendiese tambi¨¦n mi nombre y lo usase para dirigirse a m¨ª, y que en Navidad yo le entregase unos pa?uelos o una botella de vino (que siempre trat¨® de rechazar), y que cuando estuve enferma el a?o pasado le contase mi problema de salud, y que unas cuantas veces, al sentirme deprimida en el trabajo, adelantase el momento de ir a comprar el peri¨®dico porque sab¨ªa que en ese minuto habr¨ªa un chiste o un comentario gracioso por su parte que me sacudir¨ªa la tristeza.
Ayer, inesperadamente, muri¨®. Cuando acud¨ª a retirar EL PA?S, el puesto estaba cerrado y un habitual en la plaza me dio la noticia: "Hemos perdido al quiosquero". "No. He perdido a un amigo".
Imagino que habr¨¢ muchos lectores de prensa con experiencia
como la m¨ªa, pero si no es as¨ª, voy a permitirme dar un consejo. No se limiten a comprar la prensa con prisa y casi tirando la moneda de cien pesetas. Dejen un momento de su tiempo para cruzar unas palabras con la persona que se la vende. Creo que muchos de ustedes se encontrar¨¢n con la sorpresa de encontrar un nuevo amigo- Santa Cruz de Tenerife.
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