"S¨®lo me importa el Betis"

Ya es leyenda aquel 18 de mayo de 1994, cuando este ni?o / hombre so?¨® su toreo en Las Ventas de Madrid.

Pregunta. ?Era m¨¢s anormal usted o Picasso?

Respuesta. Siendo artista, no es bueno ser normal.

P. Un toro en el campo, ?d¨®nde esconde lo que es?

R. Nunca esconde, siempre se le ve venir.

P. ?Es usted la tecnolog¨ªa de la magia en la plaza?

R. Eso es inspiraci¨®n y reglas fundamentales, ?no?

P. ?Su toreo es vino tinto, champa?a o agua bendita?

R. Con cuatro o cinco a?os, un toro es un buen vino.

P. ?Qu¨¦ verso, y de qui¨¦n, define el sabor y la hondura de su toreo?

R. El p¨²blico es el mejor poeta de mi toreo.

P. La madre del Rey, siempre en su palco de Las Ventas, ?huele a madre de torero?

R. S¨ª, creo que es la madre de la fiesta.

P. ?Qu¨¦ copia de Aparicio padre?

R. Intento asimilar su trayectoria de hombre y de se?or.

P. ?Cu¨¢ntos miuras tore¨®?

R. Ninguno.

P. ?Por qu¨¦?

R. No ha habido ocasi¨®n. Y Dios quiera que no la haya.

P. ?Por qu¨¦?

R. Yo entiendo el toreo haciendo algo bonito. Pero dando cabezazos...

P. ?Vale la pena morir en la plaza de Madrid por regalar el gusto de su arte?

R. No. ?Es tan bonito torear en Madrid! Y lo m¨¢s bonito es so?ar al d¨ªa siguiente....

P. ?Le sobran dedos de una mano para contar las cartas de amor que ha escrito?

R. S¨ª.

P. ?Qu¨¦ es la democracia ante un toro?

R. El respeto entre dos para convencerlo.

P. Por favor, no me diga "no" a la pregunta que sigue: ?le sobra inteligencia?

R. No.

P. ?A un gato lo acaricia, lo torea o lo detesta?

R. Le doy una patada.

P. Su madre oye misa el d¨ªa que torea, ?le dice algo?

R. Ella cree, y tiene mucha personalidad y mucho arte.

P. ?Es muy rezador usted?

R. No, pero me gusta hablar con alguien que est¨¢ por encima de todos.

P. ?Es usted la pl¨¢stica del amor en la plaza?

R. Intento mezclar coraz¨®n y cabeza, y retener una chispa de lucidez.

P. ?Se viste a medida?

R. No, nada; tengo cuerpo de gitano, todo me va.

P. ?Qui¨¦n escoge los colores de sus trajes de luces?

R. Yo.

P. ?Hay un torero en la historia que le cierre los ojos para imaginar?

R. Hay cosas de varios toreros que me hacen so?ar el toreo.

P. El otro d¨ªa en Las Ventas dibuj¨® el toreo: ?era Vel¨¢zquez, fue ¨®pera ... ?

R. Yo hice el toreo y el p¨²blico puso la m¨²sica.

P. ?Lola Flores est¨¢ en la l¨ªnea de su mitolog¨ªa?

R. Es personaje hist¨®rico.

P. ?Qu¨¦ estorba m¨¢s a su ambici¨®n de figura?

R. La p¨¦rdida de la ilusi¨®n.

P. Se dice que torea como bailaba su madre. Y usted, ?c¨®mo baila?

R. Muy mal.

P. ?Incluso el agarrado?

R. Ah¨ª me dejo llevar.

P. ?Qu¨¦ es un torero cabal?

R. Quien quiere ser torero, y vive y muere como torero.

P. Toreando, ?c¨®mo le suena el ol¨¦?

R. El otro d¨ªa, en Madrid, me rompi¨® los sentidos.

P. So?ando, ?c¨®mo ejecuta la estocada?

R. So?ando no consigo torear bien.

P. ?Y eso?

R. Porque me despiertan o suena el tel¨¦fono...

P. Un ronquido durmiendo ?a qu¨¦ equivale en la plaza?

R. A un enganch¨®n de la muleta.

P. ?Seguir¨¢ el Mundial de f¨²tbol?

R. No, s¨®lo me importa el Betis.

P. ?Est¨¢ solo con frecuencia?

R. S¨ª, y es necesario.

P. Montera, camisa, tirantes, corbata... ?Qu¨¦ prenda del vestido es su prenda?

R. El vestido es inc¨®modo, pero es una tradici¨®n.

P. Torear aparte, ?de qu¨¦ alimenta su alma?

R. Del cari?o de los m¨ªos.