Diez muertos en el fin de semana r mas negro de los ¨²ltimos meses

VIENE DE LA P?GINA 1Los familiares de Hugo Antonio acudieron ayer por la ma?ana al punto donde se produjo el percance muy cerca de la M-30 frente al edificio financiero de Banesto. La familia sospecha que un coche se salt¨® un sem¨¢foro y se cruz¨® en el camino de los muchachos. "F¨ªjate, aqu¨ª hay una frenada", comentaba ayer un pariente, consternado por ' la tragedia.

Los familiares de Hugo llamaron a varias casas pr¨®ximas, pero nadie pudo darles detalles del golpe. Las sospechas de los familiares, sin embargo, no eran compartidas por la Polic¨ªa Municipal. "Aqu¨ª figura que se han golpeado contra el sem¨¢foro, y no aparece ning¨²n otro coche", coment¨® un miembro del departamento de atestados.

A las ocho de la ma?ana de ayer, una Kawasaki de 500 cent¨ªmetros c¨²bicos, con matr¨ªcula M-4852-0T, se precipit¨® contra una valla protectora en el kil¨®metro 11 de la M-30, a la altura de M¨¦ndez ?lvaro. Esther Moreno P¨¦rez, de 19 a?os, estudiante de enfermer¨ªa, que viajaba de paquete, y Tom¨¢s Murillo Mart¨ªnez, de 21, fallecieron tras el brutal impacto. El cuerpo del motorista qued¨® seccionado por la cintura al salir disparado contra el guardabarrera. La chica perdi¨® un brazo y una pierna. Un empleado de una gasolinera cercana asegur¨® que varios automovilistas corrieron pidiendo hielo. "Pretend¨ªan, emulando a Andr¨¦s P¨¦rez Rubio, salvarle alg¨²n miembro, pero cuando llegaron las ambulancias ya hab¨ªan muerto", a?adi¨® este operario. Tom¨¢s Murillo trabajaba en la tienda de Discos M. E, situada en la calle de Jos¨¦ del Hierro, en Ciudad Lineal, y ten¨ªa la moto desde hace un a?o. "Era muy prudente y, adem¨¢s, no beb¨ªa nunca", lloraba ayer su madre, Agustina Murillo.

La lista sangrienta del fin de semana comenz¨® a escribirse el viernes por la noche, cuando un cami¨®n colision o contra una furgoneta. En el siniestro murieron el conductor de la furgoneta, Juan Jos¨¦ Hern¨¢ndez, de 31 a?os, y su hijo Jhonatan Hern¨¢ndez, de un a?o.

Asimismo, en la madrugada del s¨¢bado el conductor de un Renault 21, Francisco Javier Llanos, falleci¨® en el acto tras chocar su coche con la mediana de la carretera de la Coru?a.

Por ¨²ltimo, al mediod¨ªa de ayer, una mujer de avanzada edad, Francisca Benito Mat¨¦, muri¨® arrollada por un Lancia Dedra cuando atravesaba la calle de Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde. "La se?ora cruzaba por un lugar inadecuado, y pr¨¢cticamente el coche no la pudo evitar", coment¨® un testigo del accidente.

El primer accidente ocurrido este fin de semana en el que se vieron implicados motoristas ocurri¨® a las 0.30 del s¨¢bado en la carretera de San Mart¨ªn de Valdeigleslas. Juan Antonio Mar¨ªn, de 33 a?os, y Agust¨ªn Cruz, de 21, murieron al empotrarse la Honda en que viajaban con un cami¨®n.

La carrocer¨ªa de un motorista es su propio cuerpo y mientras os coches veteranos ?el tr¨¢fico en la ciudad guardan se?ales le guerra -faros rotos, rasgu?os en la chapa...-, los motorists con rodaje urbano coleccionan cicatrices.A los peligros usuales que impone el denso tr¨¢fico de una gran ciudad, se sumian algunas trampas especiales para los veh¨ªculos de dos ruedas: dos motoristas murieron este fin de semana en la ronda M-30 merced al m¨¢s, siniestro de losbst¨¢culos urbanos. Sus cuerpos fueron cercenados por los uardarra¨ªles de la autov¨ªa.

Ellos tuvieron menos suerte que el ex campe¨®n Andr¨¦s P¨¦rez Rubio, cuyos antebrazos pudieron ser implantados tras un accidente en diciembre pasado, cuando a sangre fr¨ªa del herido orden¨® a quienes le auxiliaron que buscaran hielo para mantener en buen estado sus miembros.

Hay m¨¢s peligros, que no est¨¢n relacionados con la pericia del motorista: el coche que olvida conectar el intermitente para girar y que invade el carril del motorista; la pintura deslizante de los pasos de cebra, que se convierte en una pista de patinaje cuando llueve; los bolardos que impiden aparcar a los coches, objetos punzantes para el cuerpo que cae sobre ellos... incluso la misma falta de respeto que los conductores de autom¨®viles tienen por motoristas y ciclistas, seg¨²n afirman los polic¨ªas municipales que patrullan en moto.

Y eso que el casco -obligatorio en la ciudad desde septiembre de 1992- se ha relacionado con un descenso de accidentes y muertos: en los primeros seis meses de 1993, el n¨²mero de heridos y el de accidentes disminuy¨® respecto al mismo periodo del a?o anterior.

Los muertos disminuyeron un 66% respecto al mismo periodo de 1992: de seis muertos pasaron a dos en 1993. Pero la cr¨®nica negra se ha cobrado en un f¨ªn de semana el mismo n¨²mero de muertos -seis- que hubo en medio a?o en 1992.