El d¨ªa que los 'rastafaris' tomaron la finca de Franco
1.200 personas bailaron al son del 'reggae' en una de las propiedades del ex jefe de Estado
Con los ojos cerrados, parece que est¨¢s en Jamaica. Suena el reggae de Al. Steve Wright y huele a marihuana.Al abrirlos se ve a cientos de cuerpos balance¨¢ndose, en una ceremonia de hermandad rastafari, compartiendo buenas vibraciones -como dicen- Pero esto no es el pa¨ªs de Bob Marley. Es M¨®stoles, y este peculiar viaje continental lo propicia el festival Reggae on the river.
La finca que se escogi¨® para el marat¨®n de reggae perteneci¨® a Franco, el anterior jefe del Estado. En una vaguada, entre establos, ovejas y silos, se puso el escenario con luces rojas, verdes y amarillas, los colores de la bandera jamaicana.
"El ambiente de este tipo de encuentros es muy especial", comentaba Paco Kampa, cantante de uno de los seis grupos de reggae que acudieron al festival. "Es tranquilito, relajadito y vacil¨®n", dec¨ªa. Y lo cierto es que la calma se pod¨ªa respirar. La m¨²sica, suave y sin estridencias. La gente, relajada en medio de una finca perdida, lejos de la urbe., Ojos enrojecidos, caras relajadas y canutos de marihuana malague?a pasando de mano en mano.
Alrededor de 1.200 personas se perdieron en la apartada finca del anterior jefe de Estado. Llegaron de distintos puntos de Espa?a: un autob¨²s con 53 malague?os, gentes de Vigo, Vitoria, Valencia, Barcelona... Casi hab¨ªa m¨¢s gente de fuera que de Madrid. Tambi¨¦n hab¨ªa una nutrida representaci¨®n de jamaicanos: los m¨²sicos que tocaban y sus amigos. Abundaron los peinados rastas, las camisas multicolores jamaicanas y los gorritos de lana rojos, verdes y amarillos. Muchos arrastraban su mochila e instalaban en el suelo el saco de dormir. Ten¨ªan el aspecto del que lleva tres d¨ªas sin ver una ducha.
El c¨®ctel de la noche era completo: reggae, paella, fruta y bebida. Abrieron el festival Ako and the Wakos, un grupo que no estaba programado inicialmente.Dos grupos se cayeron de la lista inicial, uno de ellos Pototo. "Montar esto ha sido muy complicado", comentaba Julio Velasco, organizador del acontecimiento. "Llevo tres d¨ªas sin dormir y ahora intento relajarme y disfrutar de esto", dec¨ªa. Velasco lleva un a?o batallando con sus vecinos para organizar conciertos en Rasttatoo, la sala que regenta en el barrio de Salamanca. Pero su lucha no ha dado frutos. Tras m¨²ltiples inspecciones municipales "somos la sala m¨¢s inspeccionada de Madrid", dice-, sigue sin poder organizarlos. "Ten¨ªa un mono de organizar conciertos considerable y por eso estoy tan feliz".
El segundo grupo en pisar el escenario fue Kampa, y tras ellos, los malague?os Raza Reggae. El grupo andaluz se dio el gustazo de tocar cerca de hora y media. Incluso interpretaron un tema que hab¨ªan compuesto para este festival: Reggae sobre el r¨ªo. "El sistema, c¨®mo te quema. La marihuana, nuestra hermana", rezaba el estribillo.
Entre el p¨²blico estaba Crist¨®bal Mart¨ªnez Bord¨ªti, que vive en la finca del que fue su abuelo. Un joven que conoce la finca se re¨ªa comentando el tama?o del billar en el que jugaba el Caudillo. Al parecer, estaba hecho a su medida. Y este joven de la llamada generaci¨®n X, la que anda sobrada de cent¨ªmetros, ten¨ªa que doblar el espinazo para jugar.
The Naturals desgranaron reggae de calidad. Su oferta musical, m¨¢s elaborada que la de los malague?os que les precedieron, cont¨® con un inconveniente: hac¨ªa fr¨ªo. A las cuatro de la madrugada pisaba escenario la estrella de la noche, Steve Wright y su banda, The Rites Vibes. Lanzando sus mensajes rastafaris entre tema y tema, sedujo a las 300 personas que a¨²n permanec¨ªan fieles al sonido jamaicano. "He tenido una visi¨®n", dec¨ªa. "He visto al Jali, y no era una fantas¨ªa, era real". Sus temas, plagados de referencias antimilitaristas y espirituales, dieron el aut¨¦ntico sabor jamaicano. A esa hora, todav¨ªa circulaban las paellas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Fans
- Espectadores
- Crist¨®bal Mart¨ªnez-Bordi¨²
- Familia dictador Franco
- M¨®stoles
- Conciertos
- Francisco Franco
- Provincia Madrid
- Franquismo
- Audiencia medios
- Fascismo
- Difusi¨®n medios
- Eventos musicales
- Dictadura
- Ultraderecha
- Ideolog¨ªas
- Historia contempor¨¢nea
- M¨²sica
- Fiestas
- Ayuntamientos
- Historia
- Comunidad de Madrid
- Medios comunicaci¨®n
- Administraci¨®n local
- Pol¨ªtica