Indur¨¢in, el hombre

Pocos campeones saben perder. La verdadera talla de un campe¨®n se refleja no s¨®lo en los triunfos, sino sobre todo en las derrotas. Un sentimiento personal de engreimiento les hace creerse superhombres y su personalidad se resiente cuando las cosas no salen a su gusto o experimentan sus l¨ªmites humanos. No es ¨¦ste el caso del gran campe¨®n Miguel Indur¨¢in. Ha dado y sigue dando palpables muestras de serenidad, sencillez y hasta de humildad. Todo el mundo le reconoce como un gran campe¨®n. Tres tours y dos giros lo acreditan, pero la gloria nunca se le subi¨® a la cabeza.He aqu¨ª algunas de sus manifestaciones a diversos medios tras el ¨²ltimo Giro: "No es dificil para m¨ª aceptar el resultado. No he podido ganar, porque ha habido dos hombres que han estado mejor que yo. La carrera ha salido as¨ª y hay que aceptarlo. Una nueva generaci¨®n viene detr¨¢s. Como en su d¨ªa lleg¨® la m¨ªa, y luego llegar¨¢n otras. Los del setenta vienen fuertes. Son completos y se defienden en todos los terrenos".

Lo que el grande y discreto Miguel no ha manifestado p¨²blicamente: es que ¨¦l todav¨ªa no ha dicho, ni mucho menos, su ¨²ltima palabra y que tanto su persona como sus triunfos dar¨¢n mucho que hablar, como pronto se comprobar¨¢. En su descargo, referente al ¨²ltimo Giro, hay que reconocer que el pundonoroso ciclista dio de s¨ª todo cuanto pod¨ªa y que se encontr¨® pr¨¢cticamente solo, sin que nadie le asistiese, en las dos etapas claves de monta?a.

En fin, Miguel Indur¨¢in ha demostrado no ser un superhombre, pero s¨ª que es todo un hombre.-