El fiscal alega que Lucrecia P¨¦rez muri¨® porque era "extranjera, negra y pobre"

El fiscal Jos¨¦ Ignacio Campos afirm¨® ayer en la Audiencia de Madrid que "el ¨²nico pecado de Lucrecia P¨¦rez"la inmigrante dominicana asesinada en 1 9,92, fue "ser extranjera, negra y pobre". Campos indic¨® en su informe final que elaumento de la pena de 30 a 54 a?os para el guardia civil Luis Merino, y de 6 a 22 a?os para los j¨®venes Javier Qu¨ªlez, Felipe Mart¨ªn Bravo y Victor Flores, se debe a que ahora sabe con certeza que fueron a la discoteca Four Roses con la "intenci¨®n inequ¨ªvoca de matar a una persona".

Campos pide que el Estado indemnice a la hija de la fallecidaCampos considera que el Estado es responsable civil subsidiario y debe indemnizar con 20 millones de pesetas a la hija de Lucrecia P¨¦rez.El fiscal cambi¨® la acusaci¨®n de homicidio por la de asesinato. En el caso de los j¨®v¨¦nes -los tres de 18 a?os-, Campos considera que son coautores del asesinato porque su actitud fue indispensable para que Merino, el autor de los disparos, de 27 a?os, cumpliera su cometido: "Cooperan con un acto sin el cual el delito no se habr¨ªa producido". El ministerio p¨²blico a?adi¨® que la sentencia debe considerar culpables de "acci¨®n" a Qu¨ªlez, Mart¨ªn Bravo y Flores, pero si no es as¨ª, deben ser declarados culpables por "omisi¨®n".

Campos encuentra al Estado responsable civil subs1diario del crimen y, por ello, solicita que ¨¦ste indemnice con 20 millones de pesetas a Kenya, de 9 a?os, hija de Lucrecia P¨¦rez. El fiscal tambi¨¦n solicita un mill¨®n y medio de pesetas para C¨¦sar Augusto Vargas, herido por una bala ¨¦l d¨ªa del crimen -13 de noviembre de 1992- Adem¨¢s hizo hincapi¨¦ en la situaci¨®n de indefensi¨®n que los inmigrantes sufren al llegar a Espa?a por parte de los poderes p¨²blicos.

Jaime Sanz de Bremond, abogado defensor de Luis P¨¦rez Matos, hermano de Lucrecia, indic¨® que es preocupante que el Estado ponga en manos de personas como Merino una pistola, y critic¨® la celeridad con la que el Ayuntamiento derrib¨® la discoteca. La acusaci¨®n particular lament¨¦ que la investigaci¨®n del crimen no haya esclarecido las conexiones de los cuatro inculpados con grupos ultraderechistas.