Doscientos arquitectos presentan a concurso una reforma sin agujeros de la plaza de Oriente

S¨®lo uno de los proyectos que se presentan al concurso para la reforma de la plaza de Oriente est¨¢ planteado sin t¨²nel, en contra de la idea original que dio pie a la necesi dad del gobierno municipal del PP de retocar el entorno del Palacio Real. Un colectivo de unos 200 arquitectos, entre los que figuran Rafael Moneo, Oriol Bohigas o Antonio Fern¨¢ndez Alba, suscribe la con trarreforma, que desecha la idea de enterrar el tr¨¢fico. La propuesta implica hacer peatonales ciertas calles y de circulaci¨®n lenta otras. Y cuesta 300 millones, frente a los 4.000 del proyecto de Miguel de Oriol.

Las constructoras, Termac y Construcciones Hidr¨¢ulicas y Viarias, unidas bajo el nombre de Gran Oriente, han encargado la proppuesta que deja intactas las entra?as de la plaza. El trabajo se acoge a las condiciones del concurso convocado por el Ayuntamiento, cuyo plazo termina el 29 de junio.El grupo de profesionales ha estudiado el estado actual de la plaza y las condiciones arqueol¨®gicas, jur¨ªdicas y de tr¨¢fico. ?Conclusi¨®n? El proyecto primerizo de Miguel de Oriol impulsado por el Ayuntamiento del PP, con sus t¨²neles y aparcamientos, supondr¨ªa crear graves problemas t¨¦cnicos y econ¨®micos, razona Ricardo Aroca, decano de la Escuela de Arquitectura de Madrid.

"La excavaci¨®n cuidadosa de la plaza tendr¨ªa un coste de 1.000 millones, y, para que la operaci¨®n se autofinancie como se pretende, las actividades de la plaza tendr¨ªan que general unos ingresos brutos de entre 1.000 y 2.000 millones de pesetas", se?ala el decano.

Rafael Moneo, que hoy firmar¨¢ este proyecto, asegur¨® Aroca, ha aportado un texto en el que critica cualquier intento d¨¦ transformar por completo este lugar: "La plaza de Oriente es un aut¨¦ntico logro, y de ah¨ª que no se entienda qu¨¦ sentido tiene una intervenci¨®n radical: (...) se tratar¨ªa de una intervenci¨®n no dictada por la necesidad y s¨ª por un dudoso modo de entender la dignidad de los espacios urbanos.

Los profesionales eliminan el car¨¢cter de v¨ªa r¨¢pida de la calle de Bail¨¦n. Sencillamente, opinan que no es tal, y para ello esgrimen los niveles municipales de intensidad media diaria de veh¨ªculos en d¨ªa laborable en 1992: 60.440 veh¨ªculos por d¨ªa. Otro dato que hace innecesarios los aparcamientos para los autocares es que, en una semana de verano, ocupan la plaza una media de ocho autocares a la hora, seg¨²n los estudios de expertos encargados.

La "intervenci¨®n blanda" en la plaza consiste en retocar la pavimentaci¨®n y arbolado, cuyo coste es de unos 300 millones de pestas, frente a los aproximados 4.000 que costar¨ªa si se excavan t¨²neles y aparcamientos. En l¨ªneas muy generales propone los siguiente:

Ampliaci¨®n de aceras. Las aceras de Bail¨¦n se ampl¨ªan, mientras que se pavimenta con adoqu¨ªn de granito el tramo frente al Palacio Real.

Calles peatonales. Se plantean de este tipo las de Pav¨ªa, Lepanto y Carlos III.

Tr¨¢fico perimetral. Alrededor de la plaza de Oriente, en un s¨®lo sentido, con ancho para un s¨®lo veh¨ªculo y con pavimento que obliga a reducir la velocidad. Aqu¨ª se habilitan aparcamientos para residentes.

Mejora de plazas. Reforma de las de Isabel II y Ramales.

Plataforma. Se plantea la continuidad de nivel (es decir, sin bordillos) entre los soportales del Palacio Real y la plaza.

Tr¨¢fico de coexistencia. En la calle de Arrieta, los coches y los peatones circulan en un mismo plano.