Ana Curra y El Angel resucitan en el infierno
La sala Rev¨®lver acoge el regreso de dos enamorados supervivientes de la 'movida'
La l¨ªnea dura de la movida resucit¨® el jueves en Madrid. El ?ngel -guitarrista, ex heroin¨®mano, poeta, compositor- y Ana Curra -teclista, musa, pegamoide en los a?os fr¨ªvolos y felices del Foro- han sobrevivido al infierno y lo han demostrado, volviendo, despu¨¦s de muchos a?os de silencio, a subirse a un escenario. A 50 grados sobre cero, empapados, de amor, poes¨ªa, entusiasmo y sudor, "la pareja m¨¢s guapa del Foro", seg¨²n definici¨®n suya -de ¨¦l-, present¨® su nuevo disco, Polvo de ?ngel, en la sala-sauna Rev¨®lver. Con ellos, dos o tres centenares de amigos.
El ?ngel y Ana Curra se conocieron hace m¨¢s de 15 a?os en el local donde ensayaban muchos grupos de la movida. Ella tocaba los teclados con Los Pegamoides. ?l, la guitarra en Los Escaparates. Ahora dicen que ya entonces se querian sin saberlo, pero han estado todo este tiempo casi sin verse. Hasta que en enero del a?o pasado se encontraron en un recital de Enrique Morente. Desde ese d¨ªa, ha dicho Ana Curra en el pr¨®logo al libro de poemas de El ?ngel (Los planos de la demolici¨®n), se han "perforado el alma".El resultado p¨²blico de tan privada perforaci¨®n es Polvo de ?ngel, un doble disco que incluye 15 temas, casi dos horas de m¨²sica, aires de Burning, Lou Reed y Bob Dylan, y, al fondo, la personal¨ªsima manera de narrar de El ?ngel: "Cuando un polic¨ªa te hace oler su aliento / y nadie va a mover un dedo por ti, / cuando miles de gritos no sirven de nada, / cuando un hijo de puta sepa hacerte sufrir, / cuando la gente no habla y la gente escapa, / cuando se cierra la puerta y no puedes salir...".
El ?ngel sali¨® al escenario a los acordes del novio de la muerte. Los fantasmas de sus ¨ªdolos sobrevolaron enseguida la sala: aspecto a lo Iggy Pop, pero en guapo: movimientos, voz desgarrada y profunda a lo Lou Reed.
Sus h¨¦roes
?l nunca ha negado qui¨¦nes son sus h¨¦roes, ni su influencia en su m¨²sica y su vida: "Coincidi¨® la transici¨®n pol¨ªtica con la explosi¨®n de un mont¨®n de grupos de rock, con mucha gente que viv¨ªa de otra forma... Eramos m¨²sicos y ¨¦ramos adolescentes; o¨ªamos Heroine y quer¨ªamos ser como Reed, Dylan, Iggy... Quer¨ªas ser el m¨¢s golfo, el m¨¢s yonqui, el m¨¢s p¨¢lido, llevar las chicas m¨¢s guapas de la mano... Ca¨ªmos de una manera salvaje en el caballo, sin medias tintas, o estabas en la historia a saco y a muerte o no estabas. Ahora resulta aterrador hablar de ello. S¨®lo quedamos vivos cuatro o cinco".
"Hice el disco sobre todo para que Ana Curra volviera a ser una estrella del rock and roll", ha dicho ¨¦l.
Y ella, con el pelo de mohicano y pantalones campana que suscitaron la nostalgia por sus famosas medias de rejilla, sud¨® el estrellato con entusiasmo. Ana, El ?ngel (voz, guitarra el¨¦ctrica y ac¨²stica), C¨¦sar Scappa (guitarra y voz) y Los Volc¨¢nicos (tres guitarras m¨¢s y un bater¨ªa) ofrecieron un concierto duro y tierno.
Sucia canci¨®n de amor, El mar, Mi cielo, Yo s¨¦ perder... Las largas canciones de El ?ngel hablan de amor y soledad, de drogas y perdedores, de ciudades solitarias y s¨®rdidas; pero su m¨²sica es optimista, una especie de pu?etazo fresco anti-reglas comerciales, y su valor, sobre todo, es el recuerdo de aquellos a?os que empujaron a unos al ¨¦xito y a otros a la hero¨ªna. El ?ngel no tuvo nunca lo primero, pero eso parece importarle nada.
El jueves, la presentaci¨®n del disco en "esta ciudad preciosa que muere poco a poco y en la que algo tiene que pasar y pronto", congreg¨® en el Rev¨®lver s¨®lo a trescientas personas. Entre el p¨²blico, algunos otros supervivientes de aquel tiempo, como el fot¨®grafo Alberto Garc¨ªa Alix, amigo de los dos, autor de las fotos del disco. Ni Alaska, ni Carlos Berlanga, ni, claro, los que murieron en el camino. S¨ª acudieron el escritor novel Jos¨¦ ?ngel Ma?as y la ubicua cantante Cristina Rosenvinge.
Hizo m¨¢s de 45 grados, el sonido fue horrible, y la mitad del aforo abandon¨® la sauna a la hora del Bolivia-Corea. "Pero ellos han estado magn¨ªficos", dice Alberto Garc¨ªa Alix. Y la m¨²sica de El ?ngel, enfermo de sida, seguir¨¢ sonando cuando ¨¦l ya no est¨¦.
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