Los alumnos de selectividad lucharon contra el calor, la tensi¨®n y los atascos
Y cay¨® la Segunda Guerra Mundial Los estudiantes de letras que hicieron ayer la primera tanda de ejercicios de la selectividad revivieron de nuevo el desembarco de Normand¨ªa. Cay¨® la Segunda Guerra Mundial, como vaticin¨® Clara Sanz, la estudiante de COU que desde el s¨¢bado relata su experiencia para EL PAIS.Ayer, m¨¢s de 40.000 estudiantes madrile?os invadieron los campus universitarios para enfrentarse a la temible criba que suponen los ex¨¢menes de selectividad. Hubo atasco en la carretera de Colmenar, empujones en el metro y trenes, dos desmayos en la Complutense y colas en las cafeter¨ªas para refrescarse y tomar alg¨²n bocadillo. Y, tambi¨¦n, un calor sofocante: el term¨®metro rond¨® los 30 grados.
PASA A LA P?GINA 5
VIENE DE LA P?GINA 1Muchos madrugaron. A las siete de la ma?ana, algunos alumnos ya estaban danzando por los aleda?os de los centros, buscando el aula donde iban a examinarse. Otros repasaban apuntes y miraban de reojo los sobres -cerrados y atados con lazos rojos con las preguntas. "Son una tentaci¨®n. Nos los restriegan por las narices", bromeaba un alumno en la Facultad de Derecho.
Los atascos viarios, el calor y los nervios fueron los protagonistas del primer d¨ªa de selectividad. Los vagones del metro y del tren iban abarrotados de futuros universitarios. "Como en latas de sardinas, pero as¨ª aplacamos los nervios", dec¨ªan ayer, -con rostro jocoso, dos jovencitas, bien provistas de bocadillos, tableros de dibujo, calculadoras, aspirinas... "M¨¢s vale prevenir, nunca sabes si te puede pasar algo".
Donde s¨ª ocurr¨ªa algo, y gordo, era en la carretera de Colmenar Viejo, principal v¨ªa de acceso a la Universidad Aut¨®noma. All¨ª se examinaban 12.000 alumnos. Un monumental atasco, en el sentido de salida a la universidad, que llegaba (entre las 7.45 y las 9.45 de la ma?ana) hasta la p laza de Cuzco.
"Tres cuartos de hora he tarado en llegar con mi hijo a Cantoblanco. Casi no llegamos al examen. Est¨¢bamos de los nervios. Ma?ana [por hoy], mi hijo ir¨¢ en tren", dec¨ªa un padre furioso. A pesar de los apretujones dentro de los vagones, los alumnos prefer¨ªan la seguridad del tren para llegar puntuales a la Aut¨®noma.
Los nervios a?adieron m¨¢s agobio. Algunos alumnos, por mucho que buscaban, no encontraban ni el carn¨¦ de identidad. Luis, un futuro estudiante de Industriales de 17 a?os, estaba atacado. Minutos antes de comenzar el primer examen tuvo que ir al cuarto de ba?o a refrescarse la cara. "Cre¨ªa que me daba algo. Y necesito sacar bastante nota" dec¨ªa asustado. En el servicio m¨¦dico de la Complutense atendieron dos casos de desmayos.Almuerzo natural
A mediod¨ªa, tras las pruebas, el miedo y la tensi¨®n semitigaron. Muchos alumnos almorzaron sobre el c¨¦sped. Hab¨ªan pasado las tres primeras horas de pruebas, las m¨¢s temidas y duras. Comentaban lo f¨¢cil o dificil que le! hab¨ªan resultado las pruebas; y tambi¨¦n hablaban del calor (m¨¢s de 30 grados). Una sombra en la que repasar los apuntes se cotizaba.
Las cafeter¨ªas de las universidades tambi¨¦n estaban abarrotadas de estudiantes en busca de bocadillos y alg¨²n refresco para humedecer el reseco paladar. En algunos comedores, los alumnos devoraban, por 500 pesetas, el men¨² del d¨ªa. A elegir entre: arroz al horno, jud¨ªas verdes, pollo asado, roseta donostiarra, postre, pan y bebida.En la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, 180 alumnos de Arganda del Rey se ahorraron muchos nervios. No tuvieron que estar pendientes del transporte: sus institutos fletaron tres autobuses que les llevaron hasta las mismas puertas de la universidad, informa Arantxa Garc¨ªa de Sola. Luego, por la tarde, regresaron a por ellos. Un chollo. En Alcal¨¢ se examinaron ayer 3.500 estudiantes.
En la universidad Carlos III, de Getafe, el anecdotario fue similar. Se produjeron los t¨ªpicos despistes entre los 4.000 alumnos que se examinaban. "Algunos no encontraban el aula o no estaban en la lista", explic¨® ayer Carlos Herv¨¦s, delegado del rector, informa V¨ªctor Saornil.
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